El élder Soares fortalece lazos con los líderes de Brasil para servir a más hijos de Dios

El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, Rosana, han concluido una visita de cinco días a Brasil, durante la cual participaron en oportunidades de acercamiento en nombre de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y se reunieron con miembros y misioneros.

“El pueblo de Brasil es muy fiel y se conecta fácilmente con el Salvador Jesucristo”, dijo el élder Soares, oriundo de São Paulo. “Es maravilloso ver las bendiciones que el Señor ha derramado sobre este pueblo y sobre este país”.

Reunión con el gobernador Ratinho Junior

El lunes 17 de noviembre de 2025, el gobernador del estado brasileño de Paraná, Carlos Massa Ratinho Junior, recibió al élder Soares en el Palacio de Iguazú, en Curitiba, Brasil. Estuvieron acompañados por muchos representantes de otros departamentos y asambleas del gobierno estatal, así como por el élder Ciro Schmeil, de la presidencia del Área Brasil de la Iglesia.

“Nuestra visita al gobernador de Paraná fue impresionante”, comentó el élder Soares. “Está muy interesado en trabajar con la Iglesia y en bendecir la vida de las personas de su estado. Hemos encontrado un buen ambiente para compartir el amor del Salvador a través de nuestros proyectos de labor humanitaria”.

Durante esa reunión, muchos líderes gubernamentales expresaron su gratitud al élder Soares por la ayuda humanitaria que la Iglesia ha brindado en su estado. Por ejemplo, en los últimos cuatro años, la Iglesia ha apoyado una treintena de iniciativas importantes en la región, entre ellas un proyecto reciente que proporcionó refrigeradores, estufas, microondas, mesas, camas y colchones a viviendas para personas mayores.

“Trabajamos con los gobiernos para que vean nuestra sincera intención de compartir el amor de Dios con las personas, y de ayudarlas y apoyarlas en su labor con quienes están sufriendo”, dijo el élder Soares.

El Apóstol habló con estos líderes brasileños sobre la importancia de la familia en la sociedad y los esfuerzos de la Iglesia por promover la paz en todo el mundo por medio de nuestro Salvador Jesucristo. También los invitó a asistir a la actuación de El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo en febrero de 2026 en Brasil.

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Para concluir la reunión, un líder estatal invitó al élder Soares a ofrecer una oración.

“Que me invitaran a orar en un entorno gubernamental fue profundamente conmovedor para mí”, dijo. “Eso demuestra el respeto que esas personas sienten por nosotros, sobre todo por la forma en que adoramos a nuestro Padre Celestial y la forma en que vivimos el Evangelio de Jesucristo”.

Y continuó así: “Me demostró su amor por Dios y su deseo de trabajar con nosotros y de sentir la influencia de Dios en la labor que realizan. Oré para que [el gobernador] fuera inspirado a encontrar maneras aún mejores de apoyar a la gente”.

Mejorar la autosuficiencia en las zonas semiáridas de Brasil

Mientras se encontraba en São Paulo, el miércoles 18 de noviembre el élder Soares visitó Amigos do Bem, a quienes anunció una donación económica de la Iglesia para apoyar los esfuerzos de esta organización sin fines de lucro por transformar vidas en las zonas semiáridas de Brasil.

Dirigiéndose a la presidenta de la organización, Alcione Albanesi, el élder Soares dijo: “Sigan haciendo el bien [e] irradiando la luz de Dios en la vida de todos Esto es lo que el mundo necesita. Si tuviéramos más personas como ustedes en el mundo, tendríamos más paz, más unidad y más gozo”.

Esta región del noreste de Brasil tiene un clima seco y difícil, donde la falta de lluvias y de oportunidades económicas dificulta la vida de muchas familias. Amigos do Bem ha construido lo que llama “centros de transformación” en tres lugares distintos. Estos centros trabajan con más de 10 000 niños y jóvenes para que reciban empleo, tutorías diarias, actividades culturales y cursos vocacionales para ayudar a romper el ciclo de pobreza predominante en la región.

Esta donación reciente a Amigos do Bem da continuidad a una relación continua con la Iglesia que ha ayudado a más de 150 000 personas.

Entre las contribuciones anteriores figuran plántulas de anacardos para generar ingresos, tractores para el cultivo del anacardo, autobuses escolares, camiones cisterna para la distribución de agua en las aldeas, máquinas de coser para la formación vocacional y talleres generadores de ingresos, ambulancias para los servicios de emergencia y cestas de alimentos para las familias más necesitadas.

“Dios nos unió en esta colaboración, para que en esta difícil misión nuestra pudiéramos transformar la vida de más de 150 000 personas en el noreste de Brasil, en el interior rural”, dijo Albanesi.

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Al comentar por qué su organización hace lo que hace, Albanesi dijo: “Debemos mirar a nuestro alrededor y ser instrumentos para el bien. Este es el legado que Jesús dejó. No solo estamos viviendo y ocupando el espacio que Dios nos concedió en la tierra, sino que tenemos que demostrar fraternidad [y] solidaridad, y ayudar a aquellos que no tienen las mismas bendiciones que nosotros”.

Invitar a los demás a sentir el amor del Salvador

Al reunirse con los miembros de la Iglesia de Jesucristo en Porto Alegre, el élder Soares dijo: “El Señor hará todo lo que esté a Su alcance para llevarnos de regreso a la senda. Él nunca se cansará de buscarnos. Él siempre nos seguirá buscando”.

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Ese mensaje era exactamente lo que Bruno Luz, un miembro de la congregación, necesitaba escuchar.

“Sentí que [su mensaje] estaba dirigido a mí y solo a mí. Fue muy especial escuchar las palabras de un Apóstol dirigidas con tanta precisión a mis dudas y preguntas”, dijo Luz.

Su madre, Jaqueline, también se emocionó durante el mensaje del élder Soares, ya que había estado orando para que su hijo sintiera el amor de Dios.

“Me siento muy agradecida de, por medio [del élder Soares], haber escuchado las respuestas a mis oraciones, y sentir la certeza de que el Señor escucha nuestras oraciones y que tiene siervos que hablan y nos dan las respuestas que necesitamos”, dijo. “[Esto] fue muy especial porque un testigo especial del Señor conmovió el corazón de uno de mis seres queridos”.

“Cuando las personas sienten el amor del Salvador, están más inclinadas a caminar por la senda de los convenios y perseverar hasta el fin”, concluyó el élder Soares. “Esa es una de las principales razones por las que vamos [a ministrar] por todo el mundo, y especialmente para mí, aquí en mi propio país”.

El élder Soares también instruyó a los misioneros en Porto Alegre, Curitiba, y en el Centro de Capacitación Misional de São Paulo, un edificio construido cuando era director de Asuntos Temporales de la Iglesia en Brasil.