“Hombre amoroso, íntegro y comprometido”, son las palabras con las que Alma Cristina Cristancho de Hernández describe a su esposo Héctor Alfonso Hernández Malaver, de 64 años, que por los siguientes tres años servirá como presidente del templo de Guayaquil Ecuador.
Debido a su afición por la historia, lo que más le impresionó de la Iglesia de Jesucristo fue el Libro de Mormón, y su narración con los antiguos habitantes de América, gracias a las charlas y la lectura del mismo, pudo obtener un testimonio del libro.
Durante su vida, había sido muy creyente en la fe católica, sin embargo, durante su época universitaria se había apartado de Cristo, y fue ahí cuando conoció a los misioneros. Cuando aceptó la Iglesia, hizo cambios concretos en su vida, como vivir la palabra de sabiduría, guardar el día de reposo y vivir de acuerdo a las enseñanzas del Evangelio.
Con tan solo un año de miembro, decidió postergar sus estudios universitarios de Ingeniería Civil y salir como representante de la Iglesia de Jesucristo, siendo llamado a la Misión Colombia, Cali. Entre las experiencias que recuerda y marcaron su vida misional era escuchar a su presidente de misión el élder Jay Edwin Jensen, quién en el 2008 fue llamado a la Presidencia de los Setenta; y en octubre de 2012, fue designado autoridad general emérita en conferencia general.
“Era un deleite cada conferencia de zona, sus enseñanzas doctrinales, la sabiduría para ayudar a cada misionero en una forma individual, muy cercana a la necesidad que tenía, me ayudaron mucho en la misión, pues era la primera vez que estaba lejos de casa”, comenta el presidente.
El élder Hernández sirvió en 6 zonas y tuvo un promedio de 10 compañerismos a los cuales recuerda y con quien mantiene una cercana comunicación. También recuerda que su primer bautismo fue una mamá y sus 2 hijos. Además, su hermano menor Mario tuvo la oportunidad de servir al mismo tiempo en su misión y luego de regresar de ser relevados honorablemente, fue él quien le presenta a su futura esposa Alma Cristina en enero de 1980.
“Lo que más le impresionó de Héctor fue su sinceridad y testimonio de Jesucristo, nos conocimos en una charla fogonera donde el tema central era la Expiación”, recuerda la hermana Alma. Luego de conocer el Evangelio a sus 19 años, se bautiza en 1980 junto a su mamá y hermana. Un año después se casan en diciembre de 1981 y fueron sellados en el Templo de la ciudad de Guatemala.
De ese matrimonio nacieron 2 hijos: Camilo y Daniel, el mayor sirvió en la Misión Colombia Cali y el menor en la misión Perú Lima Norte. Cada uno está casado, y tiene 3 hijos. Camilo se casó con Adriana Sofía, sus hijos: Esteban (13 años), Sarah (10) y Carlo (4); Daniel casado con Viviana: Jacob (10), Alice (5) y Matthew (2).
Luego de la misión, retornó a sus estudios universitarios, pero en la carrera de Contabilidad (CPA), llegando a trabajar para la Iglesia en el área de finanzas, hasta su jubilación en 2018.
Dentro de los cargos eclesiásticos, ha servido como Miembro del Sumo Consejo, Secretario de Estaca, Presidente de Rama, Presidente de Estaca. Luego fue llamado como Obispo sirviendo 8 años, por razones laborales se trasladan a Lima Perú y sirve como presidente de rama del Centro de Capacitación Misional CCM de Lima Perú. La hermana Alma, también ha servido como presidenta de barrio de la Sociedad de Socorro, Mujeres Jóvenes, Primaria y maestra de seminario.
En esta jornada de servicio, él y su esposa siempre han sido un equipo, llegando a trabajar en la Presidencia de la Misión Colombia Barranquilla de 1998 al 2001. Describen estos años como una época de mucho amor por la obra de la Restauración del Evangelio.
Mientras vivían su retiro en la ciudad de Cartagena, sirvieron como Consultores del Templo e Historia Familiar, pareja asesora del grupo de Jóvenes Adultos Solteros (JAS) y consejero del obispado. La idea de servir como obreros en el Templo de Barranquilla, Colombia estaba presente, cuando en marzo de 2020 recibieron el llamamiento del presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, para servir en el Templo de Guayaquil, Ecuador.
Debido a la pandemia del COVID-19 y al cierre de fronteras del vecino país, el matrimonio llegó a Ecuador el pasado 19 de octubre, comenzando su labor el 20 de octubre de 2020.
Mientras trabaja en su nuevo llamamiento, el presidente Hernández desarrollará de una mejor manera la humildad como atributo del Salvador y reforzará sus conocimientos mediante el estudio de la doctrina de la Iglesia de Jesucristo.El nuevo presidente sucederá al presidente Jaime Mario Calderón; y, su esposa Alma Cristina Cristancho de Hernández, servirá como directora de las obreras del templo, sucediendo a la hermana Silvia L. Casal de Calderón. También fueron llamados a la nueva presidencia como primer consejero Carlos Fernández, acompañado de su esposa, Beatriz; y como segundo consejero Orlando Ramírez, y su esposa, Gina.
Actualmente el Templo de Guayaquil se mantiene en fase 2, con reapertura limitada para la realización de ordenanzas propias. Las ordenanzas se llevan a cabo con previa cita y se limitan a los miembros que residan en un área geográfica designada. Para estas ordenanzas, el templo tendrá un personal mínimo y el número de invitados será limitado. En este momento, las citas solo se pueden programar con varias semanas de anticipación.
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