Líderes de la Iglesia se reúnen en la Ciudad de México para una histórica reunión de BYU-Pathway Worldwide

Por primera vez, el comité ejecutivo de la Junta de Educación del Sistema Educativo de la Iglesia se reunió en la Ciudad de México del 16 al 18 de septiembre. El comité, que supervisa los colegios y las universidades de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, escuchó las experiencias de los estudiantes y evaluó el impacto de BYU–Pathway Worldwide en la región.

Dos miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles, -el élder D. Todd Christofferson y el élder Ronald A. Rasband-,Élder Paul V. Johnson, de la Presidencia de los Setenta, y la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson forman parte de este comité.

"BYU-Pathway está haciendo una gran diferencia en la educación para aquellos que no han tenido la oportunidad de una educación superior", dijo el élder Christofferson. “Hace una gran diferencia en la vida de las personas y sus familias, en su servicio a la Iglesia y en todos los aspectos de sus vidas”.

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El anuncio más reciente de BYU–Pathway también promete hacer que la educación universitaria sea aún más alcanzable al brindar acceso a algunos títulos de licenciatura que se pueden completar en tres años, en lugar de cuatro, a través de BYU–Idaho y Ensign College.

“Este programa de tres años va a revolucionar [BYU–]Pathway en todo el mundo porque tenemos un programa en línea [que les permite] participar desde África hasta Filipinas [y] por supuesto aquí en México, ”, dijo el élder Rasband.

También hay planes para comenzar a ofrecer algunos títulos de licenciatura en portugués a partir de 2025. Actualmente, los estudiantes de BYU-Pathway deben dominar el inglés.

“Soy producto de mujeres que fueron educadas. Mi madre y mis abuelas recibieron educación y creo que cuando nuestras hermanas tienen la oportunidad de recibir educación, dan ese ejemplo”, compartió la presidenta Camille N. Johnson.

Cada año, el comité ejecutivo se reúne en una de las universidades de la Iglesia. Esta vez se eligió México para la visita in situ porque fue uno de los primeros países (junto con Ghana) donde BYU-Pathway se lanzó internacionalmente en 2011.

En los últimos cinco años, las inscripciones en BYU–Pathway han crecido 60 %, con casi 70 mil estudiantes en 180 países. Los Santos de los Últimos Días constituyen la mayor parte de la población estudiantil, pero cualquiera que busque una educación de alta calidad basada en los principios del Evangelio puede inscribirse.

“Estás continuamente aprendiendo habilidades a lo largo del camino. Alrededor del 60% de nuestros estudiantes obtienen un mejor trabajo dentro de los seis meses posteriores al inicio de la escuela”, dijo Brian K. Ashton, presidente de BYU–Pathway Worldwide.

El costo de la matrícula se mantiene a un precio asequible para todos los estudiantes, independientemente de su afiliación religiosa o de dónde vivan, además hay oportunidades de becas disponibles para aquellos que califiquen.

“Esta es una parte muy grande del ministerio del Salvador. Ya sea temporal o espiritual, todo es una sola obra para el Señor”, compartió el élder Rasband.

La experiencia de una estudiante

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El domingo por la tarde, el élder Christofferson y los líderes de la Iglesia se reunieron con un grupo de cinco estudiantes en el Centro de visitantes del Templo de la Ciudad de México, para una mesa redonda.

El grupo de estudiantes incluía a Yamileth Rivero García, de 21 años, quien condujo dos horas con su familia desde su casa en Toluca, México, para participar. La joven describió su decisión de asistir a la universidad en línea de la Iglesia, BYU–Pathway, en 2021.

“Decidí ir con fe y participar en el programa”, dijo Rivero García en una entrevista antes del panel. “No me arrepentiré de esa decisión de ser estudiante de tiempo completo [en línea]”.

“Para mí, BYU–Pathway ha sido una gran bendición en mi vida”, dijo Rivero García.

Rivero García le dijo al grupo que decidió inscribirse en BYU–Pathway después de ver la experiencia de su hermano. Su hermano estudiaba simultáneamente carreras similares en BYU–Pathway y en una universidad local a la que asistía en persona. En su opinión, el plan de estudios de BYU–Pathway cubría habilidades empleables mucho antes en el programa que en la universidad presencial.

Rivero García también se sintió atraída por BYU–Pathway debido a los valores del Evangelio que están integrados en el plan de estudios.

“Te encuentras con personas alrededor del mundo que tienen las mismas creencias que tú y todo lo que aprendes desde una perspectiva secular, también lo aprendes desde una perspectiva eterna”, dijo Rivero García.

“[BYU Pathway] es mejor [que otras opciones educativas],” dijo Alejandro Rivero, padre de Yamileth. “Es mejor porque está en su país con su familia … entonces están aportando aquí mismo en México, incluyendo el liderazgo que han aprendido.”

Yamileth ahora tiene dos pasantías remuneradas y un trabajo de medio tiempo en una empresa internacional, mientras continúa sus estudios. Su historia no es muy distinta de las experiencias compartidas durante la mesa redonda por otros estudiantes.

“Si reciben una educación y al final no hay una carrera, para la mayoría de nuestros estudiantes eso no funciona”, dijo Ashton. “Queremos que todos ganen un salario digno para que tengan lo suficiente para mantener a su familia, servir en la Iglesia... y por eso dedicamos mucho tiempo a prepararlos para el empleo”, comentó.

También se transmitió un devocional en español a toda América Latina el domingo 17 de septiembre, como parte del fin de semana de eventos del comité ejecutivo.