"Nuestro mundo aparentemente se ha llenado con recientes llamados a reaccionar ", dijo el Élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
"Desastres naturales, una pandemia mortal que azota el mundo, y hasta la tan perniciosa plaga social del racismo, nos recuerdan a diario que debemos despertar de los tiempos peligrosos que nos rodean, tomar conciencia y levantarnos y volvernos a nuestro Padre Divino, quien desea instruirnos y edificarnos a través de nuestros desafíos", dijo el élder Bednar.
El mensaje del Apóstol fue transmitido en vivo el miércoles por la mañana durante el Repaso Anual de Libertad Religiosa, organizado por la Escuela de Derecho de la Universidad Brigham Young. La conferencia de este año se celebra en línea debido a la pandemia.
El élder Bednar dijo que la pandemia nos ha alertado de las limitaciones en las cadenas de suministro de alimentos, de nuestra dependencia de otras naciones de suministros médicos esenciales, productos farmacéuticos y otros productos. Nos ha alertado de las restricciones en los sistemas de inventario, entrega en las plantas de fabricación y los negocios minoristas, de las deficiencias en nuestros sistemas de atención de la salud nacionales y locales. Nos ha advertido acerca de la importancia de defender los límites entre la libertad personal, los derechos constitucionales y la autoridad gubernamental. Nos ha advertido de ataques a las libertades de religión, expresión y reunión.
"La alarma del despertador COVID-19 sigue sonando, sonando y sonando", subrayó, mientras hablaba desde su oficina en la Manzana del Templo en Salt Lake City.
Impactos a la libertad religiosa
El élder Bednar advirtió que existe peligro al limitar el derecho de una organización religiosa a reunirse. "Reunirse, en resumen, es el núcleo de la fe y la religión. De hecho, si los fieles no se reúnen, tarde o temprano comenzarán a dispersarse. Y debido a que en el congregarse se encuentra en el corazón mismo de la religión, el derecho a reunirse está en el corazón mismo de la libertad religiosa".
Cuando la pandemia golpeó, las congregaciones de muchas religiones de todo el mundo suspendieron los servicios de adoración y otras actividades para acatar las restricciones gubernamentales sobre las reuniones de grupos grandes a fin de frenar la propagación del coronavirus.
"Creo que es vital que reconozcamos que las amplias restricciones gubernamentales que se impusieron a las reuniones religiosas al comienzo de la crisis COVID-19 fueron verdaderamente extraordinarias", explicó élder Bednar. "Ningún otro acontecimiento en nuestra vida - y tal vez ningún otro evento desde la fundación de esta nación- ha causado este tipo de perturbación generalizada de las reuniones religiosas y la adoración".
Cuatro reflexiones personales
Élder Bednar ofreció cuatro reflexiones personales sobre los impactos de la pandemia de coronavirus:
- El poder del gobierno nunca puede ser ilimitado.
- La libertad religiosa es primordial entre nuestros derechos fundamentales.
- La libertad religiosa es frágil.
- En tiempos de crisis, se necesitan herramientas precisas para equilibrar las demandas de libertad religiosa con los intereses justos de la sociedad.
- Elder Bednar - BYU Law Conference
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En Norteamérica, señaló el élder Bednar, las jurisdicciones consideraban esenciales los servicios relacionados con el alcohol, los animales y la marihuana, mientras que los servicios de las organizaciones religiosas estaban clasificados como no esenciales, incluso cuando esas actividades podían llevarse a cabo de manera segura.
El líder de la Iglesia citó como ejemplo que en un Estado de los Estados Unidos se prohibió a los sacerdotes católicos ungir a un feligrés con aceite consagrado al realizar la extrema unción, aunque esa persona no tenía COVID-19. En el mismo Estado, a los Santos de los Últimos Días no se les permitió efectuar bautismos.
"El poder del gobierno debe tener límites", afirmó el Élder Bednar.
"Este tiempo de restricción y confinamiento me ha confirmado que ninguna libertad es más importante que la libertad religiosa", dijo el líder de la Iglesia a nivel mundial. "Proteger la salud física de una persona del coronavirus es, por supuesto, importante, pero también lo es la salud espiritual de una persona".
El Élder Bednar continuó: "Aunque los creyentes y sus organizaciones religiosas deben ser buenos ciudadanos en tiempos de crisis, nunca más podemos permitir que los funcionarios gubernamentales traten el ejercicio de la religión simplemente como no esencial. Nunca más el derecho fundamental a adorar a Dios debe ser trivializado por debajo de la capacidad de comprar gasolina".
El élder Bednar dijo que la crisis COVID-19 demuestra la fragilidad de la libertad religiosa y la necesidad de apuntalarla.
"En nuestro comprensible deseo de combatir el COVID-19, nosotros también, como sociedad, podemos haber olvidado algo sobre quiénes somos y lo que es más preciado", concluyó. "Ahora es el momento de escuchar la llamada de atención, de recordar y de actuar."
El evento anual de libertad religiosa en BYU atrae a reconocidos legisladores a nivel nacional, académicos y líderes religiosos. Las sesiones se pueden ver en línea de forma gratuita en inglés y español en religiousfreedom.byu.edu y en inglés (exclusivamente) en YouTube.