La Iglesia de Jesucristo apoya la salud municipal en Chile: importante donación a 5 CESFAM

En los últimos meses, la donación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha potenciado las instalaciones de cinco Centros de Salud Familiar (CESFAM). Este aporte, de una importante cantidad de equipamiento de diagnóstico y tratamiento, contribuye a mejorar la atención primaria que brindan estos centros sanitarios municipales.

En algunas comunas la donación fue acompañada por una verdadera celebración. El espíritu festivo generado por la donación pone de relieve que el servicio al prójimo produce gozo y genera un espíritu de hermandad y amor. Tal fue el caso del CESFAM de Lampa que organizó un festejo que incluyó música y el baile de la tradicional cueca.

Estas contribuciones de La Iglesia de Jesucristo son parte de un plan de  apoyo a la atención primaria de salud que reciben las comunidades de escasos recursos. Se realizaron donaciones en áreas de gran extensión como la región Metropolitana de Santiago, pero también en pequeñas comunidades como Puqueldón, en la isla Lemuy.

Algunas comunas han tenido un inesperado crecimiento debido al flujo de inmigrantes de países como Haití, Perú, Venezuela y Bolivia. Estas comunidades experimentan muchas carencias y para ellos es clave contar con una asistencia médica cercana con especial énfasis en la prevención. El crecimiento y tamaño de la población objetivo, la obsolescencia de los equipamientos, así como la aparición de nuevas tecnologías le imponen al sistema de salud municipal grandes desafíos.

Entre los equipamientos donados se encuentran: un generador eléctrico completo, equipamiento especializado (unidad de ultrasonido portátil, desfibriladores, monitores de frecuencia cardíaca fetal y unidades TENS), sillones dentales, camas hidráulicas, sillones podológicos y mesas de obstetricia/ginecología para un mejor servicio a los pacientes; bicicletas fijas y cintas caminadoras, semillas de aceites esenciales medicinales para promover la salud; y computadoras y monitores para mejorar y registrar la salud de los pacientes y sus citas.

En cada CESFAM las autoridades expresaron palabras de gratitud al recibir los diversos elementos donados. En San Pedro de Melipilla, la directora del Departamento de Salud, Sra. Valeska Manzo Arancibia, señaló: “Estamos muy agradecidos porque este equipo renovado mejora la calidad de los servicios que proporcionamos a nuestros usuarios. Esta es una inmensa ayuda para nosotros. Es la primera vez que tendremos un sillón especial para nuestro podólogo y nuestros adultos mayores serán los más beneficiados”.

El alcalde de la misma localidad, Emilio Cerda Sagurie, también comentó: “Estamos muy felices y agradecidos por esta colaboración para nuestro CESFAM. Queremos agradecerles por elegirnos para realizar esta donación, que es tan importante y necesaria. Muchas gracias por esta inmensa contribución”.

La evaluación de todos estos proyectos es liderada por los misioneros voluntarios del departamento de servicio humanitario de La Iglesia de Jesucristo. En la entrega de cada CESFAM participaron los líderes locales de la iglesia que son quienes articulan el trabajo en la comunidad. También participaron  los muchos representantes de la salud y líderes gubernamentales que abrieron sus puertas y ayudaron a definir las necesidades. 

Servicios Humanitarios de La Iglesia de Jesucristo

Los Servicios Humanitarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días patrocinan proyectos de socorro y desarrollo en 195 países y territorios y prestan asistencia sin distinción de raza, afiliación religiosa o nacionalidad. Siguiendo la admonición de Jesucristo de alimentar a los hambrientos, dar de beber a los sedientos, acoger al extranjero, vestir a los desnudos y visitar a los enfermos y afligidos; estos esfuerzos alivian el sufrimiento, fomentan la autosuficiencia y brindan oportunidades de servicio. 

Este importante alcance es posible gracias a las generosas donaciones y el voluntariado de los Santos de los Últimos Días y los amigos de la fe. Más de 1 millón de horas de trabajo son aportadas cada año por voluntarios en apoyo de iniciativas de bienestar.