Old Brewery Mission (OBM) comenzará un proyecto de renovación para revolucionar la forma en que se ofrecen los servicios en el pabellón Webster gracias a un donativo de un millón de dólares canadienses (769 230 dólares estadounidenses) de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La donación, anunciada por el élder Michel Carter en un evento el jueves 22 de junio de 2023, permitirá que uno de los refugios para personas sin hogar más antiguos y más grandes de Canadá modernice sus servicios de emergencia, brindando un entorno más seguro con mayor privacidad y dignidad para los residentes.
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El objetivo del proyecto es transformar los nueve dormitorios de planta abierta en cuartos semiprivados, o chambrettes por su nombre en francés.
Revolución de las chambrettes
James Hughes, presidente y director ejecutivo de la OBM, explicó: “No hay otro lugar o sector donde los adultos pasen la noche en dormitorios”. Hughes reconoció que OBM ha logrado que esta configuración de dormitorios funcione durante muchos años y que ha resultado útil, “pero podemos mejorar”.
El pabellón Webster tiene capacidad para albergar a 197 personas en nueve dormitorios. Hughes señaló que las renovaciones se llevarán a cabo en los próximos dieciocho meses, y sin perder capacidad.
Además de brindar más seguridad, tener un espacio individual es una cuestión de dignidad. “Una chambrette dispone de una cama, una cómoda con cajones, un armario para colgar ropa y (lo más importante) una puerta. Es un espacio individual”, explicó Hughes.
El élder Carter subrayó: “Tenemos una profunda creencia y convicción en la dignidad de todas las personas. Nos complace ser colaboradores significativos de este proyecto”.
Cómo cambiar el panorama de las personas sin hogar
Hughes dijo que OBM experimentó el año pasado con la conversión de dormitorios en chambrettes en el pabellón de mujeres Patricia Mackenzie. Las renovaciones tuvieron un gran impacto, señaló Hughes, agregando que “las personas duermen mejor” y que tener un espacio privado mejora significativamente la sensación de seguridad de una persona.
También mejoró la calidad de las interacciones con el personal y los demás huéspedes del refugio. Hughes hizo hincapié en que la modernización del alojamiento “mejora la calidad de nuestro trabajo”.
Este replanteamiento de la organización del espacio del refugio está cambiando el panorama de las personas sin hogar. “La labor de abordar el problema de las personas sin hogar no la puede realizar un solo grupo”, dijo Catherine Jarvis, directora auxiliar de comunicaciones de La Iglesia de Jesucristo en Quebec. “Como organización basada en la fe, estamos poniendo nuestra fe en acción”.
De comedor a refugio para personas sin hogar
Como parte del anuncio de la donación, los líderes locales Santos de los Últimos Días sirvieron la cena a los residentes de OBM. Un grupo de once líderes Santos de los Últimos Días, apoyados por el personal de cocina de OBM, sirvieron más de cien comidas a los residentes del albergue.
Servir la cena cerró un círculo, ya que OBM era originalmente un comedor de beneficencia. Hace más de 130 años, dos mujeres, Mina Douglas y Eva Findlay, quisieron ayudar durante un invierno particularmente duro al ofrecer comidas calientes en un edificio vacío que una vez albergaba una fábrica de cerveza. Así nació OBM. OBM ahora trabaja para satisfacer las necesidades esenciales de los hombres y las mujeres sin hogar de Montreal al mismo tiempo que busca soluciones prácticas y sostenibles para acabar con la falta crónica de vivienda.