El 8 de marzo de cada año conmemoramos la divina labor de las mujeres en este mundo y su esfuerzo honorable por mantenerse fuertes e inamovibles en la fe, la familia y el socorro. Como discípulas de Jesucristo, a toda mujer de la Iglesia se le da la responsabilidad de conocer y defender los papeles divinos de la mujer, los cuales incluyen el ser esposa, madre, hija, hermana, tía y amiga.
Reconocemos que hay fuerzas monumentales desatadas en contra de la mujer y de la familia. Estudios recientes muestran que la devoción en el matrimonio se ha deteriorado y ha disminuido el número de adultos que contraen matrimonio. Las mujeres se ven confrontadas con muchas opciones y deben considerar en oración las decisiones que tomen y la forma en que esas decisiones afectarán a la familia.
A ustedes, las hermanas que crían solas a sus hijos, sea cual sea la razón, les extendemos de corazón nuestro sincero aprecio. Los profetas han dicho claramente que “hay muchas manos prestas a ayudarles. El Señor las tiene presentes, y también Su Iglesia”.
Y ustedes, valientes y fieles hermanas solteras, sepan que las amamos y apreciamos, y que no se les negará ninguna bendición eterna.
Las mujeres de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pertenecen a la Sociedad de Socorro y sirven en ella como líderes. Las mujeres también sirven y dirigen la organización de la Mujeres Jóvenes para jovencitas de entre 12 a 17 años, y la organización de la Primaria para todos los niños desde los 18 meses hasta los 11 años. Las mujeres también enseñan en la Escuela Dominical. A las mujeres se les da la oportunidad de orar y de discursar en las reuniones de la Iglesia a nivel local y general.
Mucho de lo que se logra en la Iglesia se debe al servicio abnegado de las mujeres. Ya sea en la iglesia o en el hogar, es algo maravilloso ver al sacerdocio y a la Sociedad de Socorro trabajar en perfecta armonía; esa relación es como la de una orquesta bien armonizada y la sinfonía resultante nos inspira a todos.
Hermanas, dondequiera que estén, sea cual sea su situación, ustedes no han sido olvidadas. No importa cuán oscuros parezcan sus días, no importa cuán insignificantes se sientan, no importa cuán relegadas crean que estén, su Padre Celestial no las ha olvidado. De hecho, Él las ama con un amor infinito.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Sólo piensen en esto: ¡El ser más majestuoso, poderoso y glorioso del universo las conoce y las recuerda! ¡El Rey del espacio infinito y del tiempo eterno las ama!
Él que creó y conoce las estrellas las conoce a ustedes y sabe su nombre, ustedes son las hijas de Su reino.
Aprecidas hermanas de la Sociedad de Socorro, ustedes están más cerca del cielo de lo que creen. Están destinadas a más de lo que pueden imaginar. Al seguir aumentando en Fe y en rectitud personal; al aceptar el evangelio restaurado de Jesucristo como su forma de vida; al atesorar el regalo de la actividad en esta gran y verdadera Iglesia. Recuerden siempre valorear el don del servicio en la bendita organización de la Sociedad de Socorro. Continúen fortaleciendo los hogares y las familias. Sigan buscando y ayudando a los que necesitan de ustedes y de la ayuda del Señor. Persistan en ser esas mujeres de gran valor, y no solamente a los ojos del mundo, sino a los de Dios y su Salvador: ¡Su Iglesia y Sus Hijos las necesitan!
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