La presidenta Freeman dice que “el discipulado estará lleno de aventuras”

“¡El discipulado estará lleno de aventuras!”, prometió la presidenta Emily Belle Freeman, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Guam, el miércoles 12 de febrero de 2025.

El mensaje, pronunciado en una reunión de jóvenes y jóvenes adultos solteros, fue parte de su ministerio de once días en Japón, Micronesia y Guam. La presidenta Freeman hizo hincapié en el gran potencial de aquellos que siguen al Salvador. Haciendo referencia a un párrafo de la guía Para la Fortaleza de la Juventud, recordó a los hombres y mujeres jóvenes que “Jesucristo puede fortalecerlos, ayudarlos y consolarlos en todos los aspectos de su vida”.

En sus palabras, la presidenta Freeman ilustró las respuestas a tres preguntas:

1. ¿Qué significa creer?
2. ¿Qué significa pertenecer?
3. ¿Qué significa llegar a ser?

Creer

Tomando al apóstol Pedro como ejemplo de creer en Cristo, dijo: “Pedro probablemente se veía a sí mismo como un pescador común y corriente, pero eso no es lo que Jesucristo vio en él. El Señor vio algo más”.

Tras una noche de pesca infructuosa, Pedro venció la fatiga, las dudas y los temores y, a regañadientes, llevó su barca “mar adentro”, como le mandó Jesús. Ese acto de fe fue recompensado con el gran milagro de que sus redes se llenaron tanto de peces que comenzaron a romperse. Más tarde, Pedro caminó sobre el agua con el Salvador. Con el tiempo, su fe creció grandemente y dio un poderoso testimonio de la divinidad de Jesucristo a sus amigos.

“Pedro sabía lo que era creer en Jesucristo, pertenecer a Su reino y llegar a ser la mejor versión de sí mismo”, dijo la presidenta Freeman. “Llegará el día en que Jesús les dirá: ‘Rema mar adentro’; el Salvador también nos pedirá que ejerzamos la fe a pesar de nuestras dudas y temores”.

La presidenta Freeman hizo hincapié en el poder de “creer en grande” y citó como ejemplos el asistir a Seminario matutino y servir en misiones.

Dirigiéndose a los muchos misioneros de tiempo completo presentes, reconoció que algunos días, “remar adentro” puede requerir más valor, especialmente cuando trabajamos diligentemente, como lo hizo Pedro, pero parece que no sucede nada. “A pesar de las dificultades, ustedes siguen despertándose a las 6:30 h, leyendo las Escrituras y poniéndose la corbata o el vestido”, señaló la presidenta Freeman, “porque quiere encontrar a Cristo”.

La presidenta Freeman relató la historia de David y Goliat como un ejemplo de “creer en grande”. Valiéndose de los talentos y las habilidades con los que el Señor lo había bendecido, el joven David pudo hacer lo que ningún otro israelita tuvo el valor ni la fe de hacer: matar a Goliat, un gigante fuertemente armado, con una honda de pastor y una piedra.

“¿Cómo llegó David a tener ese tipo de creencia?”, preguntó la presidenta Freeman. “Él hizo exactamente lo que el Padre Celestial nos ha dicho que hagamos desde el principio de los tiempos”.

Pertenecer

Para responder a la pregunta: “¿Qué significa pertenecer?”, la presidenta Freeman contó la parábola del libro de Lucas, en el Nuevo Testamento, sobre el hombre que preparó una gran cena a la que convocó a sus invitados. Los que recibieron las invitaciones iniciales pusieron excusas y no asistieron, de modo que el anfitrión de la cena, que simboliza a Dios, envió a su siervo a traer “a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos” a la fiesta y a salir “por los caminos y por los vallados, y obl[igar] [a la gente] a entrar para que se llene mi casa” (véase Lucas 14).

La presidenta Freeman explicó que nosotros somos los siervos llamados por nuestro Padre Celestial para salir e invitar a los demás a disfrutar de la felicidad que está disponible en la Iglesia de Jesucristo. Citó al élder Patrick Kearon, del Cuórum de los Doce Apóstoles, quien dijo que esta es la Iglesia de gozo, esta es la Iglesia a la que pertenecemos.

La presidenta Freeman agregó: “¡Esta es la Iglesia de Jesucristo, que nos invita a vivir aventuras! Esta es la Iglesia donde las personas vienen a encontrar un sentido de pertenencia, un lugar al que pueden acudir para encontrar personas que les den la bienvenida y les muestren que pertenecen”.

Llegar a ser

Para responder a la pregunta: “¿Qué significa llegar a ser?”, la presidenta Freeman enseñó extensamente a partir de la guía Para la Fortaleza de la Juventud.

Cuando se presentó por primera vez el folleto Para la Fortaleza de la Juventud, el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, prometió que este iba a cambiar nuestra vida. El inspirado folleto ayudará a los jóvenes de la Iglesia a “vivir de una manera más elevada y santa”, explicó ella. Instó a los jóvenes a reflexionar y preguntarse si el folleto les ha ayudado a encontrar a Cristo de una manera que no lo habían hecho antes. “Eso es en lo que me gusta pensar cada vez que miro este folleto”, dijo.

La presidenta Freeman señaló que el ministerio del Salvador comenzó con una invitación a un pescador, pero ahora el mensaje del Evangelio está “llenando el mundo entero y podemos ser parte de esa increíble aventura”.

Después del devocional, Lillie Martin, una joven de la congregación de Santa Rita, quedó impresionada por las enseñanzas de la presidenta Freeman sobre la pertenencia. “Realmente no importa si todos los demás te hacen a un lado”, dijo. “Jesús tiene un lugar para ti. ¡Es maravilloso!”.

“Me gustó que se hiciera hincapié en ver la fe en Cristo como una aventura”, dijo Reid Fillmore, de la congregación de Yigo. “La fe no es solo creer. ¡Es salir y hacer!”.

Desde Guam, la presidenta Freeman viajó a las islas de Pohnpei y Chuuk, en el Pacífico occidental, para reunirse con jóvenes y jóvenes adultos, asistir a una clase de Seminario y ministrar a familias y personas. También viajó en barco a las pequeñas islas de Ramanum y Tonowas, donde se reunió con Santos de los Últimos Días y amigos de la Iglesia.