Libertad de religión es un derecho humano fundamental que protege la conciencia de todas las personas. Permite pensar, expresar y actuar de acuerdo a lo que creemos profundamente. Pero en todo el mundo esta libertad está erosionando. Iglesias, organizaciones religiosas e individuos encuentran un aumento en restricciones al participar en la plaza pública, expresan sus creencias o sirven en la sociedad. Pero hay mucho que los miembros de la Iglesia y personas de buena voluntad pueden hacer para preservar y fortalecer la libertad religiosa.
La libertad religiosa o libertad de conciencia, es fundamental para la salud de una sociedad diversa. Permite diferentes religiones y creencias florecer. Libertad religiosa protege los derechos de todos los grupos e individuos, incluyendo los más vulnerables, ya sea religioso o no.
- Libertad religiosa en la sociedad
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| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
La libertad religiosa es parte de las enseñanzas y la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La iglesia tiene un compromiso especial a la libertad religiosa. Durante casi 200 años líderes Mormones han enseñado la importancia de la libertad religiosa para todos: "reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde, o lo que deseen."
La religión tiene un lugar vital en la sociedad. Para ejercer su influencia positiva, personas y organizaciones religiosas necesitan espacio físico, social y legal para practicar su religión. Toda voz legal debe de tener audiencia en la plaza pública; ni voces religiosas ni seculares deben silenciarse. La religión no es sólo adoración privada; se trata de una expresión pública sobre cuestiones sociales y morales.
Libertad religiosa es tanto un deber como un derecho. Civilidad y libertad religiosa dependen mutuamente y forman una obligación mutua basada en la dignidad de cada persona. Personas y organizaciones religiosas son responsables de presentar puntos de vista en una manera razonable y respetuosa.