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Por Sydney Walker, Church News
Los líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están “muy conscientes” de los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo, dijo Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro.
“He tenido la oportunidad de estar en muchas, muchas reuniones, observar y deliberar en consejo con el Cuórum de los Doce Apóstoles y la Primera Presidencia, y con el presidente [Russell M.] Nelson de manera individual, y puedo decirles, uno a uno, que ellos están comprometidos en ayudar a las mujeres a lograr su potencial”, dijo.
El presidente Nelson ha suplicado a las mujeres de la Iglesia que estudien sobre el poder del sacerdocio y que conozcan los “tesoros espirituales” que les pertenecen. En la conferencia general de octubre 2019, él enseñó: “Los cielos están abiertos de igual manera para las mujeres que han sido investidas con el poder de Dios que procede de sus convenios del sacerdocio como para los hombres que son poseedores de dicho sacerdocio”.
Unos días antes del 179 aniversario de la organización de la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham habló en el podcast de Church News sobre la influencia de las mujeres Santos de los Últimos Días y su papel vital en traer a otros al Salvador.
“Yo sé que, si podemos aprovechar el poder de las mujeres de la Sociedad de Socorro, ningún poder sobre la tierra puede detener esta buena obra”, declaró la presidenta Bingham.
“Mi mensaje a todas mis hermanas que puedan preguntarse cuál es su lugar en la Iglesia, es afirmar totalmente que su lugar es en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días compartiendo sus talentos, tiempo y habilidades para elevar y bendecir a otros a su alrededor”.
Alivio físico y espiritual
En la primera reunión de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo el 17 de marzo, 1842, la presidenta Emma Smith declaró: “Haremos algo extraordinario”.
Actualmente, la Sociedad de Socorro es una de las organizaciones de mujeres más grandes, antiguas y diversas a nivel mundial. Lo que inició como una pequeña reunión en la tienda de ladrillos rojos en Nauvoo, Illinois, ahora incluye a 7.5 millones de mujeres en 220 países.
Como lo refleja el nombre de la organización, “uno de los propósitos principales es brindar alivio al sufrimiento, ya sea físico o espiritual”, dijo la presidenta Bingham. “Y ese es el poder para hacer el bien que responsabilidad de todas las hermanas de la Sociedad de Socorro”.
En los inicios de su historia, la Sociedad de Socorro escribió y publicó “Woman’s Exponent” (Exponente Femenina), un periódico hecho por mujeres para mujeres el cual promovía la unidad explicaba Principios del Evangelio y tenía una influencia sobre el movimiento en favor del sufragio en los Estados Unidos.
Debido a que en sus comunidades había muchas madres y bebés que fallecían al momento del nacimiento, la Sociedad de Socorro envió mujeres a escuelas de medicina en el este de los Estados Unidos para que se convirtieran en médicos, enfermeras y parteras. Más adelante, ellas iniciaron el primero hospital de maternidad en Utah.
La presidenta Bingham también describió los primeros esfuerzos de la Sociedad de Socorro por cultivar, cosechar y almacenar trigo, el cual alimentó a los sobrevivientes del terremoto de San Francisco en 1906 y que se vendió al gobierno de los Estados Unidos para aliviar la escasez después de la Primera Guerra Mundial.
Recientemente, en mayo y junio 2020, más de 57,500 voluntarias alrededor del Estado de Utah confeccionaron casi 6 millones de mascarillas para ayudar a los trabajadores de salud que se encontraban en primera línea ante el COVID-19. Alrededor del mundo se llevaron a cabo esfuerzos similares de confeccionar mascarillas.
Y actualmente, la Sociedad de Socorro patrocina programas para aliviar la desnutrición infantil en varios lugares y promover la alfabetización entre las mujeres; el segundo, ello lo señaló durante un mensaje en el Día Internacional de la Mujer.
Las hermanas de la Sociedad de Socorro bendicen a familias y comunidades, así como a individuos, dijo la presidenta Bingham. “Una de las fortalezas de la organización es el cuidado de unos a otros al asegurarse que cada mujer tenga un lugar seguro donde pueda encontrar apoyo y ánimo mientras aprende y progresa”.
“Las mujeres que pertenecen a la Sociedad de Socorro se sirven unas a otras de formas asombrosamente variadas”, dijo. “Gracias a su fe en Jesucristo, ellas siguen Su ejemplo de amar y elevar a los que las rodean. Y gracias a su comprensión del Plan de Salvación de nuestro Padre Celestial, ellas buscan ayudar a otros a comprender su valor divino, que todos somos hijos de Dios. …
“Sin importar a donde voy alrededor del mundo, desde Escocia hasta Sudáfrica, o de Chile hasta la República Checa, o a Filipinas o a Farmington, Utah, yo sé que puedo contar con que las mujeres de la Sociedad de Socorro me van a dar la bienvenida como su hermana. Lo he sentido alrededor del mundo”.
‘Las necesitamos’
Al reconocer que hay muchas mujeres jóvenes que se siente inquietas e inseguras sobre su participación en la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham dijo que ella tiene un mensaje de dos palabras para ellas: “Las necesitamos”.
“Necesitamos su energía y sus talentos, su fe, su creatividad, su impulso, su conocimiento”, dijo.
Eviten la distracción del pensamiento de que la Sociedad de Socorro es para “señoras mayores”, fue el consejo de la presidenta Bingham. “En realidad es para cada mujer desde los 18 hasta los 108 y aún mayores. Puede ser tan relevante, tan divertida y vigorizante, como reconfortante y da la seguridad del valor individual”.
Yo pienso que uno de los beneficios más maravillosos de la participación en la Sociedad de Socorro es la oportunidad de tener amigas de todas las edades y de todos los ámbitos de la sociedad”, dijo y agregó que “aprendemos unos de otras y nos fortalecemos unas a otras al compartir nuestros testimonios y talentos”.
Para las que tienen dificultad para encontrar su lugar en la Sociedad de Socorro, la presidenta Bingham dijo: “A menudo, nos sentimos que necesitamos tener algo que nos brinde dirección. No es así. Utilicen su propia iniciativa, su propia inspiración, su propia revelación personal para encontrar formas de bendecir”.
Ella agregó: “Recibir revelación personal es “fundamental”. Es esencial para tomar decisiones y saber cómo seguir adelante, aún en medio de dificultades”.
“Hay tantas cosas en este mundo que nos pueden distraer, desviar y engañar si es que no nos dirigimos hacia la fuente de la perfecta verdad. Somos nuestros propios agentes, así que cuando los profetas nos dan dirección, podemos preguntarle a Dios y conocer la verdad por nosotras mismas”.
La voz de las mujeres
Debido a que la presidenta Bingham, así como otras mujeres líderes han participado en varios consejos con el liderazgo mayor de la Iglesia, ella dijo que “sin falta ellos piden y consideran con seriedad nuestros aportes”.
“He visto muchas cosas cambiar debido a que las mujeres comparten su perspectiva ante esos consejos. … Es agradable poder ser abiertas y francas y poder compartir y sentir que mi perspectiva es valiosa y comprendida y que se actúe sobre ella. Eso es algo que espero que toda mujer pueda experimentar en sus oportunidades de liderazgo en la Iglesia”.
Las mujeres Santos de los Últimos Días tienen un “potencial sin explotar” para liderar, elevar, amar y fortalecer a otros, dijo la presidenta Bingham. “Cuando nos olvidamos de nosotras mismas y nos ponemos a trabajar, como dicen, lograremos cosas que nunca imaginamos. …
“He visto a mujeres y hombres trabajar juntos para lograr hacer una diferencia, para cambiar vidas, para fortalecer el bien en el mundo. Y sé que este es nuestro mandato, y necesitamos tomar la decisión de hacerlo. Podemos lograrlo. Yo sé, sin duda, que esta es la obra del Señor. No es la obra de los hombres. Nuestro Padre Celestial nos permite ayudarnos unos a otros para que podamos crecer y llegar a ser más como Él”.
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