El Departamento del Templo ha publicado la siguiente declaración:
Después de un breve cierre al originarse la pandemia del COVID-19, los templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzaron a reanudar sus operaciones en mayo de 2020. Desde entonces, se están efectuando ordenanzas en los templos según lo permiten las condiciones locales y las pautas de salud y seguridad gubernamentales. Seguimos haciendo funcionar los templos de manera segura y cautelosa, y estamos haciendo seguimiento de los efectos de la variante ómicron. Los protocolos de salud y seguridad pueden seguir adaptándose según lo requieran las condiciones locales.
Estamos agradecidos por la bendición de tener templos alrededor del mundo que siguen funcionando durante la pandemia. Debido a que los templos aún no pueden funcionar a pleno rendimiento y para permitir el distanciamiento físico en las áreas de ordenanzas, los horarios de las citas para las ordenanzas son muy limitados. Apreciamos la paciencia y la comprensión de todos quienes se ven afectados. Pedimos a los participantes del templo que sigan todos los protocolos de salud y seguridad, y que no asistan al templo si tienen síntomas del COVID-19 o han estado expuestos al virus recientemente.
A fin de ayudar a todos a asistir al templo mientras el aforo esté limitado, animamos a los miembros de la Iglesia a programar citas con mucha antelación, considerar la posibilidad de participar en cada ordenanza del templo y cancelar tan pronto como sea posible las citas que no puedan cumplir para que otras personas puedan asistir.
Los líderes y el personal de la Iglesia están trabajando para ampliar el rendimiento a fin de que más participantes puedan asistir al templo tan pronto como sea posible y seguro. También estamos mejorando el sistema de reservación de citas del templo basándonos en los comentarios recibidos. El bienestar de los miembros de la Iglesia y el deseo de ser buenos ciudadanos guían cada decisión en relación con los templos. Deseamos que todos disfruten de las bendiciones de servir y adorar en la Casa del Señor.