Cuando el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, trabajaba como piloto para Lufthansa, a veces se encontraba con personas que temían volar.
Dijo que algunas de las razones por las que las personas temen volar, entre ellas, la turbulencia, falta de control, informes de los medios de comunicación y experiencias pasadas, son similares a las razones por las que los jóvenes temen su futuro hoy en día.
El Apóstol, que no es ajeno al miedo ya que fue refugiado de la Segunda Guerra Mundial en dos ocasiones, enseñó a casi 13 500 jóvenes adultos solteros reunidos en el Centro de Conferencias de Salt Lake City el domingo 4 de agosto de 2024 a superar sus temores haciendo de Jesucristo el centro de su vida.
“Jesucristo y Sus enseñanzas son la respuesta”, dijo el élder Uchtdorf, quien estuvo acompañado en la transmisión del devocional por su esposa, la hermana Harriet Uchtdorf. “Jesucristo es su fortaleza”.
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
- YSA-Devotional
1 / 2 |
Las palabras del élder y la hermana Uchtdorf culminaron una conferencia de tres días para jóvenes adultos solteros que tuvo como lema: “Reunidos en Cristo”.
Para guiarlos en su trayecto, el élder Uchtdorf sugirió a esos adultos solteros que acudan a la guía de su religión para tomar decisiones, que se encuentra en el librito “Para la Fortaleza de la Juventud”.
Aunque la guía está diseñada para adolescentes, el élder Uchtdorf les recordó a esos jóvenes de 18 a 35 años que los principios del folleto son eternos y no caducan en la edad adulta.
“Podríamos haberlo titulado ‘Para la fortaleza de todos’. ¡Es para ustedes! Es para mí. Es para todos”, dijo él. “Jesucristo es la fortaleza de la juventud. Él es la fortaleza de los jóvenes adultos, Él es la fortaleza de todos nosotros. Como ya han descubierto, su necesidad de la fortaleza del Salvador no cesa repentinamente cuando cumplen 18 años. En todo caso, la necesitan más a medida que la vida se vuelve más complicada y sus responsabilidades aumentan”.
El élder Uchtdorf dijo que lleva consigo un ejemplar de bolsillo de “Para la Fortaleza de la Juventud” dondequiera que va. Dijo que ayuda a las personas que no son miembros a entender los valores de la Iglesia.
Entre quienes han recibido sus folletos se encuentran embajadores y senadores, líderes cívicos y religiosos, y madres y padres comunes y corrientes.
En su mensaje, la hermana Uchtdorf reflexionó sobre cómo una época difícil de su pasado la ayuda a ver el enorme potencial de los jóvenes adultos solteros de la actualidad. Su padre murió de cáncer cuando ella tenía doce años. Su hogar era un lugar de “sufrimiento, tristeza y desesperanza”.
Ocho meses después, dos misioneros Santos de los Últimos Días llamaron a su puerta y le dejaron un Libro de Mormón a su madre.
“Durante las dolorosas últimas semanas de la vida de mi padre, a menudo me apoyaba en la ventana de nuestro departamento orando fervientemente al cielo para recibir ayuda y guía de Dios”, dijo la hermana Uchtdorf. “Y los misioneros nos trajeron las respuestas de Dios. El mensaje del Plan de Salvación, el plan de felicidad, era hermoso y muy poderoso. Trajo esperanza y luz de vuelta a nuestro hogar. Cuando aceptamos el Libro de Mormón, este alivió nuestro dolor, y sanó la desesperación y tristeza causada por la muerte de mi padre”.
Luego, dijo a los jóvenes adultos que pueden tener la misma influencia transformadora en la vida de los demás.
“Son los elegidos de nuestros días, quienes por palabra y acciones enseñan y viven el mensaje del Evangelio dondequiera que estén”, dijo la hermana Uchtdorf. “Para este propósito, fueron puestos en su ciudad, escuela o trabajo y en su familia. No se olviden, tienen el potencial de ser ángeles de gloria para aquellos que están justo a su lado. Ustedes representan a La Iglesia de Jesucristo y son líderes poderosos al proclamar el mensaje del Evangelio con su buena vida y valiente testimonio”.
Al concluir sus palabras, el élder Uchtdorf también recordó a la audiencia su potencial divino.
“Mis queridos jóvenes amigos, ustedes fueron creados para volar con las águilas y alcanzar alturas celestiales. Ustedes son hijos amados de Dios Todopoderoso. Fueron hechos para volar”, dijo. “La hermana Uchtdorf y yo los amamos. Estamos agradecidos por su deseo de servir a Dios y a sus semejantes, de estar reunidos en Cristo.
“Es mi ferviente oración, mi profundo deseo, que su corazón y su mente se llenen de gozosa esperanza y que su alma rebose de fe en Jesucristo”.