Historia

Nilda Rodríguez: mujer, madre y maestra mormona

Nilda Antonia Rodriguez nació el 5 mayo del 1959 en la ciudad de Santo Domingo en la República Dominicana, es la  hija menor de doce hermanos del matrimonio de Daniel Rodriguez y Asunción Martinez. Nilda creció en un hogar humilde de valores muy profundos y muchos hermanos que la cuidaron y la protegieron. Desde muy temprano, aceptó el desafío que su padre le lanzaba de leer diariamente los titulares del periódico como si ella fuera lectora de noticias, convirtiéndose esta actividad en unos de los pasatiempos nocturnos favoritos de la numerosa familia.

Estudió magisterio en el Politécnico Félix Evaristo Mejía y se recibió de una licenciatura en pedagogía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); también realizó una maestría en gestión de centros educativos, ha trabajado por más de treinta años como educadora en diferentes centros de enseñanza de Santo Domingo y actualmente labora como sub-directora en la escuela José Francisco Peña Gómez.  Por estos aportes, se ha ganado el cariño de miles de niños los cuales aún con el paso del tiempo recuerdan de manera afectiva a su dulce y exigente "Profe Nilda".

El día 20 de noviembre de 1980 a la edad de 21 años contrajo matrimonio con Jesús Alberto Gómez con quien procrearía cuatro hijos: Carlos Alberto, Ronniel De Jesús, Aneudys Rafael y Albeñil Yari. Nilda crió sus hijos en los parámetros del amor y la rectitud compartiendo tiempo de calidad e integrándose a las actividades que ellos desarrollaban, aun cuando tuvo que enfrentar ser el único pilar de la familia debido a la muerte de su esposo.

Desde muy joven, tuvo la oportunidad de desarrollar su fe en Jesucristo al participar en diferentes grupos religiosos, siendo de esa manera parte activa de los movimientos juveniles de su comunidad. El día 20 de noviembre de 1989 aceptó hacer convenios con Dios al bautizarse en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, momento desde el cual ha estado dedicada al servicio de su Salvador y Su obra, sirviendo como líder dentro de la organización por más de 20 años ininterrumpidos y donde actualmente presta un valioso servicio como Coordinadora Nacional del Programa Nacional de Alfabetización de la Iglesia en el país y representante ante el estado en lo concerniente al Plan Nacional de Alfabetización "Quisqueya Aprende Contigo".

Por medio de su servicio desinteresado, se ha ganado el respeto de su familia, sus compañeros de trabajo, vecinos y hermanos en la iglesia. Una de sus escrituras favoritas se encuentra Isaías 55:8-9: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. Este versículo de escritura ha fortalecido su fe, la cual ha sido su sostén para sobrepasar los desafios sin murmurar ni desmayar.

"Mami es una madre excepcional y muy trabajadora. Siempre estuvo dedicada a educar y a velar por sus hijos. Cuando éramos pequeños, jugaba a la pelota con nosotros y nuestros amigos, de hecho nuestra casa era el punto de encuentro de todos los niños de esa parte del barrio. Ella ha sido la líder espiritual de la familia y aún sigue ayudando y velando por sus hijos. Lo que ella ha logrado en su vida en sentido general, con su profesión, su servicio en la iglesia y su influencia en su familia y en la sociedad, ha sido una fuente de inspiración. Ha hecho que nos esforcemos para vivir a la altura del legado que nos ha dado", son las palabras de Carlos Alberto, su hijo mayor.

Por su parte, su hijo Ronniel, dice: "Mami es un diccionario, siempre que encuentro una palabra que desconozco, aunque parezca increíble, siempre tiene una respuesta, aún cuando dice: "yo creo"... al final termina siendo eso que ella decía creer que era. Aparte de que cuando me da un mandato, consejo o instrucción, para mí es un mandamiento, ya que por experiencia pude aprender que para que mis días se alarguen aquí en la tierra, tengo que honrarla y todo lo que me dice es literalmente para mi bien siempre." 

Otro de sus hijos, Aneudys, la describe como "una persona muy inteligente, me encanta hablar con ella, pues es de ese tipo de personas que te enseñan cada vez que abre la boca, me enseñó desde pequeño que yo tenía la capacidad de expresar  mis puntos de vista, y que como un hijo de Dios tenía el potencial de ser y lograr cualquier cosa que me propusiera en la vida; es de carácter firme y ternura infinita, por lo que puedo decir que es una gigante de 5' 2” de estatura, La amo."                     

Según Albenil Yaris, la menor de la familia y la única hembra, "Mami, es mi mayor inspiración, mi norte, mi mejor amiga; ella es dedicada por completo a sus hijos, a la iglesia y a todo lo que hace. Me siento más que agradecida de saber que ella es mi madre, la admiro por su fortaleza, su deseo de superación, a pesar de las circunstancias que ha tenido que pasar. Siempre recuerdo que a mis amigas les encantaba hablar con mi mamá para que ella las aconsejara, y ellas me expresaban lo dichosa que era yo por tenerla como madre. El legado que ella me ha dado ha sido inmenso y me sigue enseñando cada día; ella es lo máximo y la amo."

En estos momentos Nilda está disfrutando de una de las facetas más felices de la maternidad que es la de ser abuela y confía en poder compartir muchos años más de vida con la hermosa familia que Dios le ha ayudado a criar.

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