No hay ‘atajos espirituales’ en las obras de rectitud de Dios, dice el élder Bednar

Download Photo

Al llevar a cabo las obras de rectitud de Dios “no hay atajos espirituales ni soluciones rápidas”, dijo el élder David A. Bednar, quien pidió prudencia al usar herramientas tecnológicas contemporáneas como la inteligencia artificial.

“Las innovaciones como la inteligencia artificial tienen el potencial de (1) ayudarlos a recibir bendiciones magníficas y (2) disminuir y limitar su albedrío moral”, dijo el miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles el martes 23 de enero de 2024, durante un devocional en la Universidad Brigham Young.

“Por favor, no permitan que la supuesta precisión, velocidad y comodidad de las tecnologías modernas los inciten a evitar o evadir las obras de rectitud que invitan a su vida las bendiciones que necesitarán”, dijo.

Para aclarar el significado y la importancia de la “obra” o las “obras” de Dios, el élder Bednar compartió varios ejemplos, usos y significados de la palabra “obra” y sus derivados de las más de 1100 veces que se encuentran en las Escrituras en inglés.

“Obrar es esencial para nuestro progreso espiritual”.

En ocasiones, la palabra “obra” en las Escrituras describe acciones y actividades para hacer o realizar algo; otras veces se refiere al propósito de Dios o a una meta por lograr, dijo él. Luego, abordó cuatro maneras en que obrar es vital para el progreso espiritual individual de los hijos de Dios.

1. La obra de Dios nos ayuda a progresar

“La obra de Dios se centra en el progreso y la exaltación de Sus hijos (véase Moisés 1:39). Nuestra obra como hijos e hijas de Dios es amarlo y guardar Sus mandamientos (véase Doctrina y Convenios 11:20)”, dijo.

Download Photo

La obra de Dios es más que sus creaciones ilimitadas en la tierra y en los cielos: “cada faceta de la obra de Dios está diseñada para ayudar a progresar y bendecir a Sus hijos e hijas”, dijo el élder Bednar.

“Nuestra capacidad particular de obrar y crear es significativa en lo espiritual precisamente porque es fundamental en el plan del Padre y constituye una de las máximas expresiones de nuestro potencial divino”, dijo.

2. Al hacer Su obra, aprendemos de Él y nos volvemos más semejantes a Él

Obrar nos ayuda a aprender, enseñó el élder Bednar, y, como Santos de los Últimos Días y discípulos de Cristo, somos llamados a ayudar en la obra de Dios. El albedrío dado por Dios nos permite actuar por nosotros mismos, y cada acto de servicio desinteresado nos ayuda a aprender y a llegar a estar más cerca de Dios, y a ser más semejantes a Él, enseñó el élder Bednar.

“Obrar es una manifestación de amor”, dijo él. Hacer la obra de Dios por medio de Su inspiración cambia el corazón y la mente, y nos santifica.

“Literalmente, somos las maravillas de la obra maravillosa de Dios: las razones de Su plan eterno y del sacrificio expiatorio infinito y eterno de Su Hijo Unigénito”.

“A medida que cada uno de nosotros obra en la vida terrenal para lograr los propósitos de Dios, nos preparamos para recibir bendiciones eternas. Literalmente, somos las maravillas de la obra maravillosa de Dios: las razones de Su plan eterno y del sacrificio expiatorio infinito y eterno de Su Hijo Unigénito”, dijo.

3. Nuestra fe en Cristo nos conduce a acciones de rectitud

La fe en Jesucristo es un principio de acción y de poder en todos los seres inteligentes, dijo el élder Bednar.

Tener fe en Cristo significa que utilizamos nuestro albedrío para “actuar y seguirlo a Él, vivir Sus enseñanzas, guardar Sus mandamientos, unirnos a Él mediante convenios, confiar en Sus promesas y aceptar con mansedumbre Su voluntad y Sus tiempos para nuestra vida”.

El élder Bednar dijo que este principio de acción y de poder “sugiere un modelo continuo de obra espiritual que es una expresión fundamental de confianza en Él y una fuente de aprendizaje y progreso. Por estas razones, obrar es esencial para nuestro progreso espiritual”.

Dejar las cosas para más adelante o ser ocioso, perezoso, negligente, temeroso y apático son los opuestos a la verdadera fe en Cristo, que conduce a acciones de rectitud, dijo.

“Los fieles discípulos de Cristo obran ‘anhelosamente consagrados’ a una causa buena, y hace[n] muchas cosas de su propia voluntad y efectua[n] mucha justicia; “porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios agentes” (Doctrina y Convenios 58:27–28).

Para aprender lo que Dios desea que sepamos y lleguemos a ser, debemos “seguir adelante” y actuar en lugar de simplemente esperar que suceda algo bueno, dijo.

Download Photo

4. Obrar nos ayuda a reconocer y apreciar nuestra dependencia de Dios

“Nuestra limitada capacidad mortal es completamente insuficiente para alcanzar nuestras posibilidades eternas; necesitamos y dependemos de la gracia, la fortaleza, la inspiración y los medios que solo el Señor puede proporcionar”, explicó el élder Bednar.

No podemos llevar a cabo la obra de Dios por nosotros mismos, dijo. Pero los Santos de los Últimos Días que están cumpliendo con sus deberes tienen “derecho a recibir ayuda sobrenatural del Espíritu Santo”. Las enseñanzas del rey Benjamín que se encuentran en Mosíah 4:19, en El Libro de Mormón, nos recuerdan que todos somos mendigos y dependemos de Dios para todo lo que necesitamos. “Por lo tanto, obrar nos ayuda a ‘conf[esar] su mano en todas las cosas’ (Doctrina y Convenios 59:21) y a ‘vivi[r] cada día en acción de gracias por las muchas misericordias y bendiciones que [Dios] confiere sobre [n]osotros’” (Alma 34:38).

Download Photo

Una invitación y una promesa

La conversión continua, el llegar a ser un discípulo devoto, la revelación personal y la búsqueda de dones espirituales apropiados requieren “una obra centrada y prolongada”, dijo el élder Bednar. Enseñó que no obtenemos esas bendiciones únicamente por medio de nuestras obras personales, sino mediante la voluntad, el tiempo y las tiernas misericordias de Dios.

Con espíritu de oración, invitó a que “consideren las maravillas de Dios” y a que “estudien, mediten y pongan en práctica en su vida la magnífica exhortación del profeta José Smith: ‘¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de retroceder. ¡Valor […], e id […], adelante a la victoria! ¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría!’” (Doctrina y Convenios 128:22).

Como conclusión, el élder Bednar prometió que aquellos que respondan con fe a su invitación “serán bendecidos con ojos para ver, oídos para oír y un corazón para entender su lugar y funciones como ‘maravillas de Dios’ (Job 37:14) en esta obra maravillosa y prodigio de los últimos días”.