Palada inicial del Templo de Austin, Texas

El élder Michael A. Dunn, Segundo Consejero de la Presidencia del Área Norteamérica Suroeste, presidió en la palada inicial del Templo de Austin, Texas.

El élder Dunn dio la bienvenida a los líderes locales de otras religiones que asistieron a la palada inicial. “Ustedes nos honran con su presencia”, les dijo. “Queremos que sepan que creemos que esta es la Casa del Señor y que no es nuestra solamente, también es de ustedes”.

Glen Hancock, miembro de una congregación local de Santos de los Últimos Días, hizo eco de esas palabras. “Esperamos que el sentimiento en esta comunidad sea que este templo es de todos”, dijo él. “Después de todo, todos somos hijos del mismo Dios”.

En la oración dedicatoria que se ofreció al final de sus palabras, el élder Dunn dijo: “Ayúdanos, como pueblo, a continuar manteniéndonos firmes en tierra santa, para acercarnos al cielo, así como el cielo se acerca a nosotros en la forma de este magnífico Templo de Austin, Texas”.

Allie LaFeber, una joven discursante de la Estaca Round Rock, contó que su hermano, mayor que ella, murió de cáncer antes de que ella naciera. Ella creció escuchando historias sobre él, guardando en su corazón la esperanza de que algún día lo va a conocer.

“Gracias a la Expiación del Salvador y a la perspectiva eterna que nos dan los templos, sé que podemos vivir juntos como familias con nuestro Padre Celestial”, dijo LaFeber.

El Templo de Austin, Texas, que el presidente Nelson anunció en abril de 2022, se construirá en un terreno de 4,3 hectáreas (10,6 acres) adyacente a un centro de reuniones existente ubicado en 1801 E. Park Street, Cedar Park, Texas. Los planes contemplan un templo de una sola planta de aproximadamente 2800 metros cuadrados (unos 30 000 pies cuadrados).

Además del Templo de Austin, Texas, el estado de la Estrella Solitaria tiene otras ocho Casas del Señor en funcionamiento, en construcción o anunciadas. Se trata de los templos de Dallas, Fort Worth,  Houston, Houston Texas South, Lubbock, McKinney, McAllen y San Antonio. 

Ubicado en la parte central del sur de los Estados Unidos, Texas recibió a los misioneros de la Iglesia de Jesucristo, por primera vez, en 1843. En 1898, unos trescientos miembros de la Iglesia se asentaron en tierras compradas por la Iglesia en el noreste de Texas, que más adelante se convirtieron en la colonia de Kelsey.

La Iglesia en Texas ha crecido rápidamente en las últimas décadas, con más de 132 000 Santos de los Últimos Días en 1985, que llegaron a ser poco más de 210 000 en el año 2000. En Texas residen actualmente más de 385 000 miembros de la Iglesia en aproximadamente unas 750 congregaciones.

Los Santos de los Últimos Días adoran en los templos por varias razones: para hacer promesas sagradas a Dios, para aprender más sobre el plan de Dios para Sus hijos y la función central de Jesucristo en ese plan, y para unir a las familias por la eternidad.