Pocatello ahora alberga el templo dedicado N.°170 de la Iglesia

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Por Ryan Jensen, Church News

POCATELLO, Idaho

En los días previos a la dedicación del Templo de Pocatello, Idaho, el presidente M. Russell Ballard estaba en su oficina en medio del regreso de un viaje ministerial a las Islas Británicas y su primera oportunidad de dedicar un templo en dos años.

A los 93 años, el presidente Ballard parecía tan emocionado como siempre por la oportunidad de compartir el mensaje del evangelio restaurado de Jesucristo y las bendiciones que provienen de los templos.

“Estar involucrado y comprometido de alguna manera con un nuevo templo que se va a dedicar es un momento maravilloso”, dijo. “Es una bendición que tengamos otro templo más cerca de las personas para que puedan realizar esta obra en ambos lados del velo”.

“Todo eso es una preparación para el tiempo de la Segunda Venida”, dijo el presidente Ballard. “Preparando al mundo para ese día en que el Salvador regresará”.

Church News Jóvenes del área de Pocatello fueron invitados a seguir al Salvador como su héroe

Aumentar la fe en el Salvador por medio del templo

 
Después de un comienzo ventoso y lluvioso del día, la calma llegó justo cuando la primera sesión dedicatoria del Templo de Pocatello, Idaho estaba programada para comenzar el domingo por la mañana.

Al presidente Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, se unió el élder Neil L. Andersen, también del Cuórum de los Doce Apóstoles, para declarar por terminado el nuevo templo.

En tres sesiones, el Templo de Pocatello, Idaho se dedicó el domingo, 7 de noviembre. Cuando comenzó la primera sesión, el presidente Ballard dirigió un grupo que incluía al élder Andersen y su esposa, la hermana Kathy Andersen, hacia la esquina suroeste del templo para sellar ceremonialmente la piedra angular.

Antes de colocar un poco de mortero alrededor de la piedra angular, el presidente Ballard mencionó algunos de los contenidos de la caja dentro de la piedra angular. Se incluyeron la autobiografía del presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, y un libro de sus enseñanzas. También se colocó en el interior un juego de escrituras que fue marcado con los versículos favoritos de los estudiantes del último año de la escuela secundaria en el distrito del templo.

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El élder S. Gifford Nielsen, Setenta Autoridad General y presidente del Área Norteamérica Central de la Iglesia, y el élder Gary B. Sabin, Setenta Autoridad General, y su esposa, la hermana Valerie Sabin, también colocaron parte del mortero.

El presidente Ballard habló del perdurable simbolismo de las piedras angulares, como lo enseñó el presidente Gordon B. Hinckley, y dio testimonio del Salvador como la principal piedra angular. “Puedo decir que saber que Jesús es la piedra angular principal me da fuerza y ​​un mayor deseo de amarlo y servirlo lo mejor que puedo cada día”, dijo el presidente Ballard.

 
Impacto personal para un apóstol

Aunque el élder Andersen participó en la dedicación por invitación del presidente Ballard, los sentimientos personales de gratitud por un templo en Pocatello, su ciudad natal, fueron evidentes.

“Generaciones de devotos Santos de los Últimos Días han sido una parte importante de esta área”, dijo. “Han vivido el Evangelio, enseñado a sus hijos y compartido el Evangelio con sus amigos y vecinos. Han sido notables en su disposición a vivir la ley del diezmo y a enviar a sus hijos en misiones. El distrito del templo de Pocatello incluye la ciudad de Pocatello, pero también los pequeños pueblos y comunidades agrícolas que rodean la ciudad. Juntos, han construido un entorno justo para una hermosa Casa del Señor”.

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Criado en una pequeña granja en las afueras de Pocatello, el élder Andersen dijo que su juventud en el área “me permitió ver y aprender de los verdaderos discípulos de Jesucristo. Cuán feliz estoy de que el Señor decida bendecir a esta comunidad con Su templo sagrado. Para las generaciones futuras, traerá las ordenanzas y el valor para seguir al Salvador”.

Dijo que el templo tiene características que le recuerdan los alrededores de Pocatello. “Los techos grandes y amplios en el salón celestial que se elevan tres o cuatro pisos me recuerdan que — viven en Pocatello, y el cielo es alto y las montañas están afuera y es un lugar realmente hermoso. Y tenerlo aquí arriba mirando hacia el valle es extraordinario”.

Ministrar a los miembros mediante la dedicación del templo

Cuando el presidente Ballard y el élder Andersen hablaron, sus mensajes se sintieron como una ministración individual para algunos de los asistentes.

“Lo que sentí fue paz”, dijo Amy Bowie, quien asistió a la dedicación con su esposo, su hijo y su sobrina. “Sentí el Espíritu y sentí que el Espíritu Santo testificaba que lo que [el presidente Ballard] estaba diciendo era verdad y que estábamos en el lugar correcto”. Más que tener un sentimiento reconfortante y tranquilizador, Bowie dijo que también sintió la importancia de las familias y su naturaleza eterna mientras el presidente Ballard hablaba.

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“Es por eso que estamos aquí”, dijo. “Esta vida mortal no es nuestro verdadero hogar. Estamos aquí para estar juntos por la eternidad”. Dijo que le conmovió el testimonio del presidente Ballard sobre la importancia de su propia familia. “Incluso en comparación con todo el trabajo que ha hecho en su apostolado”, dijo Bowie, “él siente que lo más importante que ha hecho es casarse con su esposa, criar a sus hijos y dirigir una familia”.

Una experiencia única en un templo

Kate George es de Spanish Fork, Utah, pero ahora vive a una cuadra del nuevo templo en Pocatello y vio cada paso de su construcción. “Observamos todo el proceso”, dijo. “Fue increíble”.

El domingo, el papel de George pasó de ser espectadora a participante mientras cantaba como parte del coro en la segunda sesión dedicatoria. “Cantar allí dentro fue increíble”, dijo. “Se me hizo un nudo en la garganta y me emocioné un poco, no me lo esperaba”.

Después de semanas de practicar con el coro y tener experiencias espirituales con ellos, la intensidad del Espíritu Santo tomó a George un poco desprevenida. “Estábamos cantando ‘Our Prayer to Thee’ [Nuestra oración a ti], que fue escrita por el presidente Nelson, justo antes de la oración dedicatoria”, dijo. “Al final, sentí el Espíritu tan fuerte en esa sala. Sentí que había algo más que nosotros cantando”.

Cantar en un coro para la dedicación de un templo es una oportunidad poco común, pero está lejos de ser una en la que los cantantes busquen ser el centro de atención, explicó George. “Cuando me llamaron por primera vez”, dijo, “me dijeron, ‘Por favor, sepa que esto no es una presentación; este es su regalo para su Padre Celestial’. Eso me encanta. No fue una presentación; fue un regalo”.

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Cuatro generaciones después

El anuncio de la construcción de un templo en Pocatello puede haber sorprendido a algunas personas, pero Ken Satterfield no estaba entre ellos. El nieto de A.Y. Satterfield, Ken Satterfield sabía que su familia quería donar parte de su propiedad para la construcción de un templo. La hermana de Ken Satterfield, Lois Spencer, recuerda el día del anuncio. “Cuando lo anunciaron, lo primero que hicimos fue subir al auto y conducir hasta aquí”, dijo. “Y el templo está casi exactamente donde estábamos. Es un sueño hecho realidad”.

Su padre, Charles Satterfield, había querido ver un templo construido en Pocatello y no estaba satisfecho con la idea de que Idaho Falls, Idaho, sería el templo más cercano a la ciudad que él llamaba hogar. “Mi papá no paraba de decir que necesitábamos un templo en Pocatello”, recordó. “Por supuesto, construyeron el de Idaho Falls, y él decía que todavía no estaba en Pocatello”.

Pasaron veinticinco años después del fallecimiento de Charles Satterfield antes de que se diera la primera palada del templo que tanto anhelaba. “Cuando mi padre vivía, siempre quiso dar un terreno para que la Iglesia pudiera construir un templo aquí”, dijo.

Lamentablemente para Lois Spencer, no solo su padre no pudo estar aquí para la dedicación. Su hermano Ken falleció hace un año sin poder ver la finalización del templo de cuatro generaciones para la familia Satterfield. “Ojalá mi hermano hubiera estado aquí”, dijo entre lágrimas frías y barridas por el viento en la ladera de Pocatello. Pero creo que sí estuvo. Lo sentí aquí”.

Incluso a la edad de 82 años, para Spencer, estar en el templo no es raro, y espera poder servir en uno más cerca de su casa. “Fui obrera del templo en Idaho Falls durante siete años”, dijo. “Y espero que me pidan que trabaje aquí. Mis padres siempre trabajaron en el templo y es un honor”.

Ese sentimiento de honor proviene de cumplir con la responsabilidad de acercar a las personas al Señor en ambos lados del velo. “Satisface una necesidad”, dijo. “No te das cuenta hasta que estás realmente ahí dentro y piensas, ‘¡Vaya!, realmente puedo hacer la obra del Señor de esta manera’”.

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Encontrar la fe juntos

La comunidad interreligiosa de Pocatello es diversa, pero no está dividida. El respeto entre los diferentes líderes de la iglesia se vio fácilmente en la primera palada del templo cuando ocho representantes de las iglesias de la zona participaron en la ceremonia.

Consciente del hecho de que esas iglesias han estado involucradas en actividades del templo como la primera palada y la casa abierta, el presidente Ballard dijo que este es un patrón visto en todo el mundo.

“Su sola presencia traerá paz. Sabemos esto por nuestra experiencia en todo el mundo”, dijo. “Las personas que no son miembros de la Iglesia vendrán y visitarán el sitio del templo. … Vendrán aquí, sentirán la paz y el amor de Dios”.

La pastora Jacqueline Thomas organizó la iglesia Praise Temple of God en Pocatello hace casi dos décadas. Como parte de la comunidad interreligiosa, tuvo muchas experiencias con miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días antes de la construcción del templo. “Veo el ADN de Dios en todo lo que hacen”, dijo sobre los miembros de la Iglesia. “Veo su gozo, amor y paz cuando me encuentro con sus miembros y misioneros”.

La pastora Thomas fue una de los líderes de las iglesias locales invitados a participar en la primera palada del templo de Pocatello. Se mudó a Ohio mientras se construía el templo, pero regresó a la casa abierta del templo. Ella todavía tiene la pala utilizada en la primera palada y atesora los recuerdos que representa.

Los líderes de otras iglesias en el área como la pastora Thomas tenían formas específicas en las que asistían a los eventos del templo, pero los miembros de esas iglesias también tenían sus propias preguntas. Por ejemplo, la cantante del coro Kate George tuvo la oportunidad de responder a las preguntas de sus vecinos. “Muchos de mis vecinos no son miembros”, dijo. “Al ver cómo se construía este edificio, tenían muchas preguntas”.

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Una vez que el templo estuvo abierto al público, George invitó a los vecinos a unirse a ella para un recorrido especial como parte de la casa abierta. “Fue una experiencia increíble poder responder a tantas preguntas”.

Los jóvenes llevan la antorcha

El mensaje del presidente Ballard en la dedicación también resonó en una audiencia más joven. Will Leavitt, un joven de 16 años de Pocatello, dijo que aprendió mucho del presidente Ballard sobre la perspectiva eterna. “Hay un plan para nosotros, y Él ha hecho un plan para todos y cada uno de nosotros”, dijo Leavitt. “Él no nos puso aquí sin ninguna razón. Hay un plan eterno”.

Escuchar a un apóstol hablar sobre el plan del Padre Celestial le dio a Leavitt un impulso espiritual y lo hizo salir del templo con una gran sonrisa y un paso animado. “Me siento muy edificado”, dijo Leavitt. “Me siento muy bien con toda la experiencia. Estoy tan feliz. Fue una experiencia realmente feliz. Realmente sentí el Espíritu”.

Gavin Permann, del cercano Rockland, dijo que el templo y lo que representa lo ayudarán a cumplir sus sueños. “Una de mis metas es permanecer en la Iglesia, ir a una misión y tener una familia en el templo”, dijo Permann. “El presidente Ballard dijo que si me mantengo en el sendero y sigo haciendo las cosas que necesito, esas cosas sucederán en mi vida”.

Miles de jóvenes del distrito del templo llevaron amigos a la casa abierta del templo en sesiones especiales en las que solo podían participar los jóvenes. El resultado de esta oportunidad única fue un sentimiento de unidad entre los jóvenes que crecerán cerca y servirán en el nuevo templo. Charlie McKee fue uno de los que asistió al grupo de jóvenes. “Hay algo en el hecho de estar en el templo con otros jóvenes que trajo un espíritu diferente al salón”, dijo McKee. “Me encantó”.

Siguiendo adelante

Mientras servía como presidente de misión en Toronto, Ontario, en 1974, el presidente Ballard asistió a la dedicación del Templo de Washington D.C. Dijo que recuerda la gran bendición que fue para los miembros que anteriormente tuvieron que hacer un viaje de dos días para asistir al templo en otro lugar.

La clave para mantener el interés personal y la emoción de asistir al templo fue fácil de identificar para el presidente Ballard.

“Bueno, será mejor que hagan su trabajo de historia familiar”, dijo. “Si se mantienen trabajando en la historia familiar, entonces querrán tener un pie en el templo porque recibirán las impresiones y la guía del otro lado”.

Cabe destacar

Otros cinco templos también sirven a miembros en Idaho. Idaho Falls, Boise, Rexburg, Twin Falls y Meridian tienen templos. Se anunciaron dos templos más de Idaho en las conferencias generales de abril y octubre de este año para Burley y Rexburg (el segundo templo de la ciudad).

Con la dedicación del nuevo Templo de Winnipeg, Manitoba en Canadá el fin de semana pasado, este será solo el segundo templo dedicado en 20 meses. El próximo templo programado para ser dedicado es en realidad la rededicación del Templo de Mesa, Arizona, que tendrá lugar el domingo, 12 de diciembre.

Además del élder Andersen, otros líderes de la Iglesia pasados ​​y presentes también han llamado hogar a Idaho. La presidenta Camille N. Johnson, actual presidenta general de la Primaria, nació y se crió en Pocatello. Ella compartió sus sentimientos sobre tener un templo allí en la publicación de Instagram de septiembre (en inglés) cuando asistió al día asignado para los medios de comunicación y el comienzo de la casa abierta del templo.

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