En estos dias donde la ansiedad se incrementa, ¿cómo puede uno encontrar paz?. Aún más, ¿cómo debería uno comprender la historia del racismo en los Estados Unidos con una mirada actual?
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días aconsejó a los estudiantes de la Universidad Brigham Young (BYU) de Provo, Utah, Estados Unidos sobre estos temas durante un devocional a todo el campus el 27 de octubre de 2020.
“La impactante muerte de George Floyd producida por la policía en Minessota en mayo pasado seguramente fue el detonante de estas protestas a nivel nacional y su ímpetu avanzó bajo el mensaje ‘Black Lives Matter’", dijo el presidente Oaks. “¡Claro, que las vidas de las personas de raza de color importan! Esa es una verdad eterna que todas las personas razonables deben apoyar”.
- BYU Devo - Oaks
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El presidente Oaks repitió varias enseñanzas recientes que compartió el Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, relacionadas con el racismo:
- “Dios no ama a una raza más que a otra”.
- “El agrado o desagrado con Dios depende de su devoción a Dios y Sus mandamientos, y no el color de su piel”.
- "Debemos edificar puentes de cooperación en lugar de paredes de segregación”.
- “¡Cualquiera de nosotros que tenga prejuicios contra otra raza necesita arrepentirse!”
- Los Santos de los Últimos Días deben “[poner] el ejemplo de abandonar las actitudes y acciones de prejuicio” y “[promover] el respeto hacia todos los hijos de Dios”.
Estas aclaraciones proféticas pueden, como dijo el presidente Oaks, ayudarnos a arrepentirnos, a cambiar y a mejorar.
“Solo el evangelio de Jesucristo puede unir y traer paz a las personas de todas las razas y nacionalidades”, dijo. “Aquellos que creen en ese Evangelio – sin importar nuestro origen – deben unirse en amor unos por otros y por el Salvador Jesucristo”.
El presidente Oaks mencionó que los esfuerzos de hoy para eliminar de nuestra historia a personajes asociados con la esclavitud podrían “no lograr nada más que someterse a la causa de la corrección política”. En cambio, el presidente Oaks alienta a buscar “inspiración, educación y el pensamiento claro.” En su discurso, él relata un reciente e inesperado encuentro con algunas de las palabras de Winston Churchill en 1940.
Alguna vez, Churchill fue una voz minoritaria en Gran Bretaña, él advirtió de las maldades del gobierno nazi en Alemania. Más Adelante, después de que muchas de sus predicciones se cumplieron, se convirtió en el Primer Ministro. Algunos de sus colegas en el gobierno querían castigar a aquellos que ignoraron las advertencias y al hacerlo, contribuyeron a la falta de preparación de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, Churchill vio este enfoque como locura.
“Hay muchos que quisieran realizar una investigación en la Cámara de los Comunes sobre la conducta de los gobiernos — y los parlamentos… durante los años que antecedieron a esta catástrofe. Ellos buscan enjuiciar a aquellos responsables por la guía de nuestros asuntos. Esto también sería un proceso loco y pernicioso… de esto estoy muy seguro, de que, si abrimos una disputa entre el pasado y el presente, encontraremos que hemos perdido el futuro”.
Ésto, dijo el presidente Oaks, es un importante juicio para los momentos que vivimos hoy.
“Los predecesores de muchos americanos con diferentes antecedentes hicieron grandes sacrificios para establecer esta nación”, dijo. “Cualesquiera que sean esos sacrificios — de libertad, de propiedad, incluso de la vida — honrémoslos por lo que han hecho por nosotros y dejemos de pelear por el pasado. Nuestro deber es unirnos y mejorar el futuro que compartimos”.
Refiriéndose a varias porciones difíciles de la Biblia hebrea y el Nuevo Testamento cristiano, el presidente Oaks nos advirtió sobre utilizar estándares contemporáneos para juzgar estos escritos sagrados.
“Usando definiciones actuales, algunos podrían llamar a estas acciones divinas y principios proféticos de racistas, pero Dios, quien es un Padre amoroso a todas las naciones, tribus y etnias, no puede ser tildado de racista por sus relaciones con Sus hijos”, dijo el presidente Oaks. “A menudo las razones que tiene para Su plan no nos son conocidas ni comprendidas por los mortales. ‘Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos’ dijo a través del profeta Isaías, ‘ni vuestros caminos mis caminos’ (Isaías 55:8).”
En lo relacionado con los desafíos por el COVID-19 y el incremento de ansiedad, el presidente Oaks continuó dirigiendo a los estudiantes hacia el Salvador del mundo. Al igual que lo hizo en su discurso el 29 de junio en la Universidad BYU – Hawai, el presidente Oaks dijo que en BYU y en otros lugares del Sistema Educativo de la Iglesia, aumentan los números de estudiantes que buscan ayuda o servicios de salud mental.
El presidente Oaks aconsejó a los estudiantes que sin importar la causa de la ansiedad, que su “primera línea de defensa siempre es la fe en el Señor Jesucristo. Confiamos en Sus promesas de paz y en la purificación que Su expiación hacen posibles. En lugar de que nos arrastre la ansiedad y el temor que es una característica de esta generación, confíen en las promesas de un Padre Celestial amoroso. Confíen en el consejo de Su amado Hijo, un Salvador que nos ha asegurado que ‘si estáis preparados, no temeréis’ (Doctrina y Convenios 38:30). El Señor prometió que, en medio de las destrucciones y tragedias profetizadas, Él protegerá a los rectos”.
Lea el texto completo del discurso del presidente Oaks, titulado “Racismo y otros desafíos”. (proximamente)