“El Cordero de Dios” procura difundir la esperanza de Jesucristo en la época de Pascua de Resurrección

La primera experiencia de Rob Gardner en escribir música sobre la vida de Jesucristo se produjo a finales de la década de 1990. Su presidente de misión en Francia le encargó que compusiera una obra de 45 minutos para ayudar a ampliar el atractivo de su mensaje del Evangelio.

La experiencia fue maravillosa, pero Gardner solo pudo dedicar unos diez minutos a la Expiación que Cristo llevó a cabo al final de Su vida.

Durante la siguiente década, en la mente de Gardner se filtraron pensamientos sobre hacer más y “contar la historia de una manera que aún no había visto después de mil veces”.

La epifanía llegó en 2009. Gardner llevaba cuatro meses en un programa de posgrado en música para películas y televisión en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles. Mientras estudiaba con alumnos talentosos y trabajaba con algunos de los mejores músicos del mundo, encontró su idea: contar la historia del Salvador del mundo a través de los ojos de las personas que lo rodeaban.

Gardner envió un correo electrónico a la Orquesta Sinfónica de Londres, famosa por sus bandas sonoras en “Star Wars”, “Indiana Jones”, “Harry Potter” y otras películas, sobre la grabación de la música que escribiría. Dijeron que tenían algunas fechas disponibles seis meses después, y él escribió para esa fecha límite.

Así nació el oratorio “El Cordero de Dios”.

Apropiadamente, esta producción sobre los últimos días de la vida de Cristo hasta Su Resurrección trata, de principio a fin, sobre la esperanza que se encuentra solo en Cristo.

“No me gustaría nunca que nadie se desanimara, incluyéndome a mí, por seguir escribiendo algo que no llega rápidamente”, dijo Gardner. “[Seis meses] parece poco tiempo, pero pasaron meses sin que yo tuviera una sola idea. En realidad, no fue hasta [unos meses] antes de la fecha límite que realmente comencé a hacer grandes avances. Fue realmente difícil”.

“El Cordero de Dios” transmite esperanza incluso en los momentos más oscuros de la vida de Cristo.

“Quería asegurarme de que en cada momento de oscuridad también hubiera un rayo de esperanza”, dijo Gardner. “El momento más oscuro de todos sería la Crucifixión, y también deseaba la esperanza más brillante en ese momento”.

La canción en esa parte del programa se llama “Aquí hay esperanza”.

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Desde que “El Cordero de Dios“” se presentó por primera vez en Arizona (el estado natal de Gardner) en septiembre de 2010, muchas personas de diferentes religiones en todo el mundo, y algunas sin religión, han quedado cautivadas por su belleza y luz. Desde la primera actuación, dijo Gardner, la gente ha estado pidiendo interpretarla ellos mismos en todo el mundo. Publicaron la música para permitir que las personas lo hicieran; sin embargo, no publicaron las pistas orquestales grabadas.

“Siempre he sentido que un coro con un piano es más poderoso que un coro con una pista digital detrás”, dijo Gardner. “Requería que todos estos grupos vayan más allá de lo que normalmente harían y busquen en la comunidad músicos que toquen instrumentos, que sean o no de su religión, o que no sean proclives a ofrecerse como voluntarios”.

Esto generó un desafío similar al que experimentó Gardner al escribir el “El Cordero de Dios”.

“Fue como decir: ‘Vamos a tener que subir nuestro nivel, vamos a tener que esforzarnos y hacer que esto sea algo real para interpretarlo’”, dijo. “Desde el principio, hubo personas que empezaron a interpretarlo, y yo empecé a ir por invitación suya para experimentarlo con ellos, y se convirtió en algo viral bastante rápido”.

Gardner estima que cada año más de 4000 artistas de todo el mundo participan en representaciones producidas localmente de “El Cordero de Dios” en lugares tan lejanos como Buenos Aires, Rumania y Taiwán. Estas actuaciones se dirigen a una audiencia total de más de 50 000 personas. Casi todos los artistas son voluntarios. En el próximo mes, se llevarán a cabo presentaciones en Arkansas, California, Colorado, Idaho, Indiana, Montana, Oregón, Taiwán, Washington, Wyoming y Utah, entre otros.

Una de esas actuaciones tuvo lugar en el Tabernáculo de la Manzana del Templo el viernes 22 y el sábado 23 de marzo de 2024, a cargo de Davis Interfaith Choir and Symphony [Coro y Orquesta Sinfónica Interconfesionales Davis]. El evento marcó el inicio de la Semana Santa.

“Cantar en el Tabernáculo es toda una experiencia, y dirigir este conjunto musical aquí ha sido una experiencia extraordinaria para toda la vida”, dijo Jane Fjeldsted, quien dirigió los conciertos. “La  mayor influencia que he visto ha sido el poder de esta música en las personas que la preparan y que presentan el concierto. La música es magnífica, y las personas que la interpretan y la preparan han venido con sus testimonios profundos y perdurables, su fe en Jesucristo y su amor por Él”.

Para el pastor Bernabé González, de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual de Utah, el oratorio tiene un poder especial para unir a las personas.

“Creo que todos tenemos un denominador común en todo esto”, dijo el pastor González. “Nuestro deseo de todo corazón es servir a Dios y a las personas y amar a Dios, amar a la gente, Y tenemos que demostrarlo uniéndonos”.

“Somos una iglesia, realmente, a pesar de ser iglesias diferentes, un cuerpo de Cristo”, dijo el padre Andrzej Skrzypiec, de la iglesia católica de San Olaf en Bountiful, Utah. “Eso es lo que Él deseaba, y eso es lo que celebramos aquí”.

Jack Eggington, quien narró los conciertos del fin de semana, dijo que es importante que Gardner cuenta la historia a través de los ojos de los seguidores de Cristo.

“Esto te ayuda a identificarte con las personas de la historia”, dijo Eggington. “Nos mantiene centrados, creo, en lo que es fundamental para nuestra felicidad y esperanza, cualquier esperanza que tengamos en nuestra vida, que es el Salvador”.

Gardner dijo que su mayor deseo para cualquiera que vea al “Cordero de Dios” es que salga sintiendo esperanza.

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“La esperanza es la fuerza más poderosa y esencial del universo”, dijo Gardner. “Sin ella, no tenemos motivación para levantarnos por la mañana, no tenemos imaginación de que las cosas pueden ser mejores y que la vida puede mejorar y que hay algo por lo que luchar. Lo más triste para mí siempre es cuando las personas pierden la esperanza. [Los primeros seguidores de Cristo] podrían haber perdido completamente la esperanza [por la muerte de su Mesías]. Durante tres días estuvieron pensando en ello; pero de alguna manera, no deben de haber perdido la esperanza. Eso es lo que espero para las personas, que sientan eso.

Si sienten esperanza, actuarán de la manera que sea más adecuada para ellos”.