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Por Mary Richards, Church News
La transmisión del evento De Amigo a Amigo del 11 de marzo enseñó a los niños sobre su identidad divina como hijos de Dios, los pasos del plan de felicidad y la comprensión de cómo recibir revelación.
La presidenta general de la Primaria, Susan H. Porter, y sus consejeras, la hermana Amy A. Wright y la hermana Tracy Y. Browning, presentaron la transmisión — titulada “Somos Hijos de Dios” — compartiendo su amor por los niños que la veían.
“Hola, niños de todo el mundo. Bienvenidos a otro evento De Amigo a Amigo”, dijo la presidenta Porter.
La hermana Wright dijo, “Estamos tan felices de estar con ustedes hoy, para aprender más sobre Jesucristo y Su evangelio”.
Y la hermana Browning agregó, “Esperamos que sientan el amor del Padre Celestial en el programa de hoy”.
El evento De Amigo a Amigo se originó en inglés, español y portugués e incluyó un tucán parlante, comentarios de títeres, videos musicales, una abuela de un programa anterior y una adolescente que interactuó y ayudó a enseñar a los niños.
Luis, el tucán De Amigo a Amigo de noviembre de 2022, comenzó el evento de marzo cantando en un árbol con su amigo pájaro más pequeño, Gilbert. Pero cuando giró la cabeza, su pico tiró a Gilbert del árbol y cayó en manos de una adolescente, interpretada por Laura Fajardo-Riascos, de 18 años.
Luis se lamentó ante Laura de que su pico siempre le estorbaba, preparando algunas de las enseñanzas que vendrían más adelante en el programa.
Entender el plan de felicidad de Dios
En la siguiente escena, un niño y una niña — interpretados por Ethan Sandoval, de 9 años, y Silvana Cubillos, de 10 años — ingresaron al set para unirse a una mujer a la que llamaban “abuela”, que estaba recortando un gran círculo azul de papel.
La abuela — interpretada por Maria Carr — les dijo a los niños que estaba trabajando para ayudar a sus nietos a comprender mejor el plan de felicidad de Dios.
“Escogí un círculo porque al principio empezamos a vivir con nuestro Padre Celestial. Y después con el tiempo vamos a regresar a Él, a vivir con Él otra vez”, dijo, moviendo las manos alrededor del círculo.
Mostrándoles a los niños la sala de manualidades, les explicó cómo las personas vivían en el cielo con el Padre Celestial antes de vivir en la tierra.
Hicieron como si la puerta que daba al otro lado del set fuera como nacer en la tierra y recibir un cuerpo físico. La abuela llevó a los niños a través de la puerta hasta un escritorio, donde les mostró una foto de sus padres.
“En la tierra, seguimos siendo hijos de Dios, y también tenemos padres terrenales”, dijo, explicando que sus padres habían muerto y los extrañaba. “Pero estamos unidos por medio de convenios y ordenanzas y sé que vamos a estar juntos otra vez”, dijo.
Ella continuó, “La vida es difícil a veces, pero sabemos que nuestro Padre Celestial nos ama. Todos cometemos errores, pero nos podemos arrepentir por medio de Jesucristo”.
Luego, guiando a los niños a través de otra puerta del set giratorio, demostró que después de la muerte, las personas entran al mundo de los espíritus.
“Seguimos vivos, solamente sin nuestro cuerpo físico”, dijo. “Gracias a Jesucristo, todos resucitaremos. En otras palabras, Él nos ayuda a regresar a nuestro Padre Celestial”.
Volviendo al área original donde había recortado el círculo de papel azul, la abuela abrazó a los niños y les habló de lo maravilloso que sería volver al cielo.
“Estoy muy agradecida a nuestro Señor Jesucristo por todo lo que hace por nosotros. Y por eso trato de ser como Él, amando a todos y sirviendo como Él nos enseñó”, dijo.
Saber que eres un hijo de Dios
En una nueva escena con Luis, el títere tucán, Luis miró hacia arriba para ver a Laura, Ethan y Silvana, todos con picos de tucán falsos en sus rostros.
Le dijeron a Luis que sabían que había estado triste por su pico, por lo que cada uno compartió algo que amaba de él, como los efectos de sonido que puede producir y sus colores brillantes.
“Dios lo hizo hermoso”, dijo Silvana.
Laura agradeció al tucán por usar su pico para ayudarla a abrir frutas y nueces, y él respondió, “Es bonito saber que Dios creó a todos los seres vivos”.
“Todos somos hijos e hijas de Dios”, explicó Laura. “Tengo padres celestiales de mi espíritu, y padres terrenales de mi cuerpo”.
Ella habló sobre cómo las personas heredan rasgos de sus padres terrenales, como el color de los ojos, la nariz y el cabello. “También heredamos características de nuestro Padre Celestial. Él quiere que escojamos crecer como Él”.
Sentir el Espíritu
Luego, un video animado comenzó con una niña arrodillada junto a su cama para orar, pero parecía frustrada.
Le preguntó a su madre y a su padre cómo podía saber que estaba recibiendo revelación o si era solo su cerebro pensando cosas. Pero ambos padres estaban ocupados preparando la cena y ayudando a los dos hermanos de la niña.
Luego, su tía llegó a la casa para cenar. Mientras comían, la niña le preguntó a su tía cómo podía saber si estaba recibiendo una respuesta del Padre Celestial a sus oraciones.
“Cuando oro, creo que mis sentimientos lo confunden todo”, dijo la niña.
Su tía dijo que entendía: “¿Son mis sentimientos, o es el Padre Celestial que trata de decirme algo? Y el Espíritu me puede hablar de una forma distinta a otra persona”, dijo.
La tía explicó que podía saber si algo venía del Espíritu cuando sentía paz.
Ella dijo que cuando busca respuestas, lee las escrituras y las estudia en su mente, luego toma una decisión y en su oración pregunta si eso es correcto. “Si lo es, sentiré paz por medio del Espíritu Santo”, le dijo a su sobrina.
Paz en el plan de Dios
Mientras continuaba el programa, Luis el tucán le preguntó a Laura cómo sabía que era una hija de Dios.
Ella respondió que los profetas y las escrituras enseñan esta verdad. “Y cuando he orado para saber si es verdad, he sentido paz en mi corazón. A veces a eso le llamamos revelación”.
Luis dijo que eso era mucho mejor que estar frustrado por su pico.
Laura respondió que todo el mundo tiene dificultades de las que aprender. “Es parte del plan de Dios para ayudarnos a volvernos al Salvador y ser fieles y fuertes”.
Ella dijo que cualquiera puede pedirle a Dios que lo ayude y puede sentir gozo al saber que esa ayuda llegará.
Luis le preguntó a Laura qué haría diferente, ahora que sabe que es una hija de Dios.
Ella respondió, “Supongo que ahora que sé que soy Su hija, puedo llegar a ser como mi Padre Celestial más cada día. Cuando recuerdo eso no tengo tanto temor. Y me emociona guardar mis convenios bautismales. Supongo que solo quiero amar a las personas como lo hace el Salvador”.
‘Soy un Hijo de Dios’
El programa finalizó con un video montaje de niños, jóvenes y adultos de todas las edades y procedencias cantando el himno “Soy un Hijo de Dios”.
Algunos cantaron solos, otros estaban con familiares y amigos — y en ocasiones, todas las voces se unieron desde sus diferentes ubicaciones en todo el mundo.
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