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Nota de prensa

El élder Neil L. Andersen llega a la nueva generación en Filipinas

El Apóstol comienza un ministerio de nueve días

“Me encanta estar aquí. Hay algo en el espíritu de ustedes que nos ensancha el alma. Creo que es por su corazón y espíritu, por su fe y su testimonio”, dijo Kathy Andersen, esposa del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles. “Aunque no los conozcamos a cada uno personalmente, sentimos un gran amor por ustedes”.

Esas palabras se pronunciaron en una conferencia de estaca en Ciudad Quezón, parte de Metro Manila, el domingo 17 de febrero de 2024. El élder Andersen, acompañado por la hermana Andersen, pasó el fin de semana enseñando a los Santos de los Últimos Días conforme daba comienzo a un ministerio de nueve días en este país del sudeste asiático. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es relativamente joven en Filipinas; sin embargo, es una de las áreas de crecimiento más rápido de la Iglesia en el mundo, con más de 850 000 miembros y 128 estacas (cada una similar en tamaño a una diócesis).

En la conferencia de estaca, el élder Andersen compartió su testimonio: “[Dios] recompensará a todas las buenas personas en todas partes y a todos los que crean en Él. Pero no nos equivoquemos. Esta, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es donde Su sacerdocio ha sido restaurado”, dijo. “Nuestra condición de miembros en este, Su Evangelio restaurado, será una gran insignia de honor cuando crucemos al otro lado del velo. Sé que esto es verdad; sé que Él vive. Sé que Él es nuestro Salvador y Redentor”.

El Apóstol se reunió con los jóvenes y los jóvenes adultos solteros para responder a sus preguntas y darles guía. Primero se reunió el sábado con los jóvenes adultos solteros de San Pablo, Filipinas, una ciudad a unos 80 kilómetros (50 millas) al sur de Manila.

Una de las preguntas giró en torno a cómo manejar la presión de servir en misiones, casarse y obtener formación académica.

“No lo llamemos presión; llamémoslo ‘altas expectativas’”, dijo el élder Andersen. “Tengo setenta y dos años y todavía tengo algunas presiones. El Presidente de la Iglesia podría decirme: ‘Neil, hay algunas cosas que podrías hacer mejor’. Esa es una expectativa del profeta del Señor. Pero está bien. Sé que el Padre Celestial me ama. Sé que no soy todo lo que puedo ser. Y no voy a alcanzarlo todo en esta vida. Pero puedo elevarme por encima de lo que soy”.

En respuesta a otra pregunta, el élder Andersen aconsejó a los jóvenes adultos solteros que “sean muy pacientes con los demás y muy rigurosos con ustedes mismos”.

“Yo no sé cuál será el destino de otra persona”, dijo, “pero sé por mí mismo que debo tomar en serio mi propia vida. Qué don tan asombroso nos ha dado el Señor de escoger [cómo viviremos]”.

Una de las jóvenes adultas solteras, Cyra Andal, de San Pablo, dijo que aprender del élder Andersen fue “una experiencia muy buena”. Otra de ellas, Keona Aranguren, de San Pablo, aseguró que escuchar a un Apóstol “dio mucho consuelo a mi corazón” y valor para seguir adelante “a pesar de los desafíos que enfrento”.

El domingo, el élder Andersen se reunió con un grupo de hombres y mujeres jóvenes después de la conferencia de estaca en Ciudad Quezón.

Immanuel Ruis pidió consejo al élder Andersen en cuanto a cómo perdonar a los demás cuando es difícil hacerlo. El élder Andersen respondió: “En el proceso del perdón, no permitan que esto corrompa su corazón. Traten de enfocarse en cómo piensa el Salvador. Las personas hicieron muchas cosas en Su contra; sin embargo, cuando estaba en la cruz, ¿qué fue lo que dijo?: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’. Y eso es lo que ustedes tienen que decir”.

Al reflexionar sobre la respuesta del élder Andersen, Immanuel dijo: “Lo que aprendí de eso es que se trata de cómo perdonamos [a los demás] en términos de ser más como Jesucristo”.

En una reunión con líderes en la ciudad de San Pablo, el élder Andersen expresó gratitud por su servicio.

“No podemos agradecerles lo suficiente. Ustedes son los que sostienen la Iglesia de Jesucristo”, afirmó el élder Andersen. “Ustedes son los que hacen que los barrios funcionen y las estacas funcionen, y ayudan a los demás a tener fe en Jesucristo y en Su plan eterno. Los amamos por ello. Agradecemos a sus cónyuges y a sus hijos por todos los sacrificios que ellos hacen por el reino de Dios en la tierra. Dejo con ustedes mi testimonio firme y seguro de que Jesús es el Cristo. Él vive. Ha resucitado. Y ciertamente lo volveremos a ver”.

En las reuniones que se llevaron a cabo el sábado, el élder Andersen estuvo acompañado por el élder Carlos G. Revillo Jr., Segundo Consejero de la Presidencia del Área Filipinas, y su esposa, Marie. El domingo, el élder Yoon Hwan Choi, Primer Consejero de la Presidencia del Área, y su esposa, Bon, estuvieron con el élder y la hermana Andersen.

El ministerio del élder Andersen durante la próxima semana incluirá varias visitas a organizaciones humanitarias con las que la Iglesia colabora. También se reunirá con un prominente periodista y con líderes cívicos, y ministrará a las personas y a las familias. Concluirá su viaje a Filipinas acompañando al Coro del Tabernáculo y a la Orquesta de la Manzana del Templo al comienzo de su gira mundial en Filipinas.

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