El élder Palmer conversa con el imán principal nacional de Ghana

El élder S. Mark Palmer, miembro de la Presidencia de los Setenta, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y su esposa Jacqueline, acompañados por la Presidencia del Área África Oeste, visitaron al imán principal nacional de Ghana, su eminencia el jeque Dr. Osman Nuhu Sharubutu, en su residencia de Acra.

Las puertas se abrieron de par en par para que el élder Palmer y otras personas pudieran conversar con el imán principal nacional de 103 años. Su bondad y cordialidad se sumaron a la cálida bienvenida con la que fueron recibidos.

Posteriormente ese día, se invitó a la delegación de la Iglesia dirigida por el élder Palmer a entrar en la Mezquita Nacional, donde cenaron con otros dignatarios islámicos. La visita concluyó con un recorrido por la hermosa mezquita, la cual fue donada por los fieles musulmanes de Turquía al pueblo ghanés hace varios años.

Como símbolo de armonía religiosa e interconfesional, la Iglesia se ha asociado con los miembros de la religión islámica en los últimos años y les ha demostrado el máximo amor y apoyo. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cree y respeta a todas las personas, independientemente de las diferencias que puedan tener con ellas, en particular en asuntos como la fe, las creencias, la adoración o la religión. Como hijos de nuestro Padre Celestial, fomentamos cualquier forma de unidad unos con otros y siempre estamos listos para colaborar mutuamente a la manera de Dios.

Como ícono del diálogo interreligioso y la armonía en Ghana, nunca supone una sorpresa que el imán principal nacional tienda siempre una mano de amistad a la Iglesia. En años pasados, cuando los musulmanes de la zona de Takoradi no podían llevar a cabo sus celebraciones, pudieron utilizar las propiedades de la Iglesia para llevar a cabo eventos. Su eminencia lleva predicando este tipo de relación durante años. Este es realmente un mensaje simbólico sobre la posibilidad de que musulmanes y cristianos vivan en paz, asentados sobre el fundamento del respeto, la cooperación y la solidaridad mutuos.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días acepta esta idea y cree que establecer una relación cordial de este tipo siempre es saludable e ideal en el plan del Salvador.