El papa Francisco hizo una histórica visita a Canadá, del 24 al 29 de julio de 2022, a fin de brindar cuidado pastoral a la comunidad católica de Canadá y “escuchar y dialogar con los pueblos indígenas […] y tratar el impacto de la colonización y la participación de la Iglesia católica en el funcionamiento de las escuelas residenciales en todo Canadá” (“Un camino histórico de sanación y reconciliación”).
La Sala de prensa de Canadá invitó a Santos de los Últimos Días a compartir lo que han aprendido acerca de “Caminar juntos”, el tema de la visita del papa.
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Espíritu de reconciliación
Anne Wildcat, Santo de los Últimos Días y miembro de la Nación Ermineskin Cree, en Maskwacis, Alberta, formó parte del comité de planificación de la visita papal a Maskwacis. Wildcat dijo: “Fue un gran honor que el papa Francisco escogiera mi nación originaria para ofrecer una disculpa en nombre de la Iglesia católica romana a los indígenas […] sobrevivientes”.
Wildcat explicó además: “Mi esperanza es que […] todos aceptemos el espíritu de reconciliación […], amor y perdón”.
Espíritu de sanación
Eileen Bell, directora de redes sociales del Consejo de Comunicaciones de Canadá de la Iglesia, declaró: “El día en que [el papa Francisco] llegó a Canadá, parecía muy frágil. Me preocupaba que el riguroso calendario de los días siguientes lo afectara”.
Bell continuó: “Al día siguiente […] en Maskwacis, donde ofreció su disculpa […], el papa Francisco fue capaz de ponerse de pie y hablar con voz fuerte, y recuerdo haber pensado en cómo Dios lo estaba sosteniendo para brindar consuelo a aquellos que habían venido en busca de sanación”.
Espíritu de servicio y amor
Don Jaffray, especialista de acercamiento interconfesional Santo de los Últimos Días de Edmonton, Alberta, ayudó a coordinar a más de ciento cincuenta voluntarios en tres eventos que se llevaron a cabo durante dos días en Alberta. Jaffray dijo: “No hay palabras para expresar mi gratitud a todos aquellos que ayudaron a que esta semana de sanación fuera más fácil para nuestros amigos católicos e indígenas”.
Jan Oviatt, una voluntaria Santo de los Últimos Días en el servicio de peregrinación de Lac St. Anne, se sintió emocionada por las muchas historias que escuchó. La conmovió en particular Alfred W. Joseph, quien ofreció la última oración durante el servicio. “Me mostró su libro de oración, escrito en su idioma”, dijo Oviatt. “Me dijo que también era sobreviviente y que había hecho votos a una edad temprana para […] ser una buena persona”.
Espíritu de aprendizaje
Ken Sisler, miembro de la Estaca Barrie, Ontario, dijo: “La visita del papa Francisco me ha hecho pensar en mi propia vida [y] mis disculpas, en el perdón y la reconciliación. Tengo que trabajar esas áreas. Me sentí motivado a donar al Fondo de Sanación y Reconciliación de la arquidiócesis local en Toronto’”.
Espíritu de esperanza en el futuro
En la última etapa de la visita papal, durante su parada en Iqaluit, Nunavut, el papa Francisco dijo: “Estamos aquí con el deseo de emprender juntos un camino de sanación y reconciliación que, con la ayuda del Creador, puede ayudarnos a arrojar luz sobre lo sucedido y a superar el oscuro pasado” (“El papa Francisco, en Iqaluit, condena las escuelas internados, llama a los jóvenes a ‘venir a la luz’ de Cristo”).