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Nota de prensa

El élder Rasband brinda información actualizada sobre las labores de socorro por los terremotos de Turquía y Siria desde Alemania

Hasta la fecha, la Iglesia de Jesucristo ha aportado más de 13,5 millones de dólares estadounidenses en ayudas a las víctimas del terremoto.

MÚNICH — Más de 170 hombres y mujeres jóvenes y matrimonios mayores, todos ellos misioneros voluntarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se congregaron en un centro de reuniones de los Santos de los Últimos Días en las afueras de Múnich.

Los misioneros sirven en la Misión Alpina de habla alemana y estaban allí por dos razones. La primera era escuchar a un apóstol de Jesucristo, el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, que hizo escala en Múnich como parte de su ministerio en cuatro países de Europa y África. La segunda razón era atender a su petición de voluntarios.

“Amamos a Dios y amamos a nuestros semejantes y esta es una manera de demostrarlo”, dijo el élder Rasband.

Después de dirigirse a los misioneros, el élder Rasband los acompañó afuera, donde se habían colocado tres tiendas de campaña blancas para protegerlos de los cielos nublados.

En el interior de estas tiendas comenzó a desarrollarse una gran actividad y el élder Rasband trabajó codo con codo con los élderes y las hermanas —el título formal que usan los misioneros durante su servicio de dieciocho a veinticuatro meses a tiempo completo—, doblando y metiendo toallas en bolsas en una línea de montaje humana en la que los productos finales estaban cuidadosamente empacados en bolsas de higiene llenas de artículos esenciales. En otro lugar, los misioneros estaban apilando cajas en palés y cargándolas en un camión, la mayoría de ellas destinadas a ayudar a los sobrevivientes del terremoto de Turquía y Siria.

“Vamos a llevarlas al consulado turco para que puedan enviarlas a los lugares donde más se necesitan”, explicó el élder Rasband.

“Hasta la fecha, la Iglesia ha aportado 13,5 millones de dólares estadounidenses entre dinero y bienes para ayudar en esta labor de socorro”.

Como parte de este proyecto del lunes se crearon 2532 kits de higiene, más otros 2500 que hicieron los miembros de la Iglesia que se reunieron en Fráncfort.

La Iglesia ha brindado apoyo a través de veinte proyectos de socorro.

El élder Rasband explicó que en Turquía la Iglesia de Jesucristo está trabajando con AFAD (la agencia nacional de gestión de desastres) para entregar 50 000 cajas de alimentos y 50 000 kits de higiene a las familias afectadas. La Iglesia también está ayudando a conseguir cuatro clínicas médicas móviles que se ubicarán en lugares clave del desastre.

“Todo se remonta a nuestra creencia en que debemos cuidar de los hijos del Padre Celestial”, dijo el élder Rasband.

En colaboración con Catholic Relief Services y Save the Children, la Iglesia de Jesucristo está trabajando para proporcionar reparaciones de viviendas, servicios de protección infantil y atención psicosocial a los necesitados.

También se están llevando a cabo o se han terminado otros proyectos de ayuda a través de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), Project HOPE, MedGlobal y Rahma Worldwide. International Medical Corps, Mercy Corps, ADRA, ShelterBox, CARE y NuDay Siria están llevando a cabo labores similares en Siria.

El élder Rubén V. Alliaud, que actualmente presta servicio en la Presidencia del Área Europa Central, acompañó al élder Rasband e indicó que entre las contribuciones se incluyen alimentos, tiendas de campaña, cobijas [mantas], suministros médicos, artículos para el cuidado de niños, sillas de ruedas, generadores eléctricos, calentadores, abrigos y pequeñas clínicas médicas móviles.

“Esto es parte de quiénes somos como discípulos de Jesucristo. Nos afligimos con los afligidos y lloramos con los que lloran”, dijo el élder Alliaud.

Proyectos de ayuda humanitaria en Europa

Mientras hablaba a los misioneros, el élder Rasband dijo que el proyecto forma parte de un esfuerzo mucho más grande.

El élder Rasband explicó que los Santos de los Últimos Días europeos han llevado la iniciativa en la respuesta humanitaria de la Iglesia al conflicto armado en Ucrania y ahora a los terremotos de Turquía y Siria. Sus esfuerzos abarcan un amplio abanico de actividades de servicio que va desde el alojamiento de familias de refugiados en sus hogares hasta el transporte de cargamentos de artículos de primera necesidad a Ucrania.

“Mi corazón se regocija cuando pienso en cómo los [Santos de los Últimos Días] alemanes, los [Santos de los Últimos Días] polacos… todos estos países de Europa están dando refugio a familias, madres y niños que salen de Ucrania”, dijo el élder Rasband al pedir a los misioneros que expresaran su gratitud a los miembros de la Iglesia de sus congregaciones locales.

“Cuando regresen a sus ramas y barrios, díganles que expresé mi amor y aprecio por ellos a ustedes”.

En Múnich, voluntarios Santos de los Últimos Días han brindado apoyo activamente a Ukraine Flüchtlingshilfe Landshut, una organización sin fines de lucro. Los Santos de los Últimos Días pusieron a su disposición sus centros de reuniones para usarlos temporalmente como centros logísticos para refugiados.

Los miembros de la Iglesia de tres congregaciones de Múnich están organizando envíos mensuales de camiones con artículos que necesitan urgentemente los Santos de los Últimos Días ucranianos. En un envío reciente, la Iglesia y las donaciones privadas financiaron la adquisición de generadores eléctricos. Al comienzo del conflicto armado en 2022, se realizaron envíos quincenales que se fueron ajustando gradualmente hasta llegar al actual envío mensual. Los artículos son entregados por voluntarios Santos de los Últimos Días en Ucrania.

El líder local de los misioneros, Scott Naatjes, presidente de la Misión Alpina de habla alemana, indicó que el apoyo de los miembros de la Iglesia a los refugiados también se extiende a las comunidades persa y afgana, a quienes los Santos de los Últimos Días han abierto sus brazos para ayudarlos a integrarse en los países de acogida.

“La agitación en lugares como Afganistán ha abierto y ablandado aún más el corazón hacia los muchos inmigrantes y refugiados que se congregan en estos países para estar a salvo. Los miembros y los misioneros han trabajado juntos para recolectar y distribuir ropa, alimentos y artículos de primera necesidad. También enseñan clases tanto de alemán como de inglés, y han llevado a cabo noches de celebraciones y juegos”, dijo el presidente Naatjes.

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