El obispo Caussé destaca el poder del servicio ante líderes mundiales

Al dirigirse a líderes de los sectores empresarial, gubernamental y comunitario de todo el mundo reunidos el 7 de mayo de 2025 en Salt Lake City, el Obispo Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días destacó el valor profundo e interconectado del servicio. El obispo Gérald Caussé dijo que ayudar a los demás es un principio fundamental para el bienestar individual y una fuerza impulsora para construir comunidades y organizaciones fuertes y prósperas.

“Si el servicio aún no es un valor fundamental en su organización, los animo a que lo hagan parte de esta”, dijo el obispo Caussé durante la cumbre de comercio internacional “Crossroads of the World” en el Zions Bancorporation’s Technology Center de Salt Lake City. “El servicio no solo beneficia a la comunidad, sino que también fortalece a las empresas y otras organizaciones”.

El obispo Caussé, quien habló en esta conferencia el año pasado, citó a los primeros pioneros de Utah como un ejemplo del modo en que el apoyo y el servicio mutuos son esenciales para la supervivencia y el éxito. Conectó esa experiencia con la actualidad, destacando las altas tasas de voluntariado y donaciones benéficas de Utah como evidencia del perdurable legado de servicio.

“No es coincidencia que Utah sea un estado líder en crecimiento económico y también en servicio voluntario”, dijo. “Estos dos factores están conectados. Los valores que las personas desarrollan a través del servicio, que a menudo comienzan a una edad temprana, continúan durante su vida profesional, impulsando el trabajo arduo, la dedicación y la innovación”.

Servicio en la Iglesia de Jesucristo

Un enfoque similar en el servicio se puede encontrar en muchos lugares y comunidades religiosas de todo el mundo, dijo el obispo Caussé, incluso en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Damos y servimos porque nos esforzamos por seguir el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo”, dijo. “Cuando los discípulos de Cristo preguntaron una vez: ‘Pues, ¿qué haremos?’ Jesús respondió: ‘El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo’. Creemos que esa misma instrucción se aplica a Sus discípulos en la actualidad. Con tantas personas en el mundo que carecen incluso de lo básico, tenemos la responsabilidad de compartir las bendiciones que disfrutamos”.

El obispo Caussé compartió detalles del resumen de Cuidar de los necesitados de 2024 de la Iglesia (publicado por primera vez en marzo), que describe el gran esfuerzo de la Iglesia por llevar a cabo los mandamientos de Cristo de amar a Dios y servir al prójimo.

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El resumen destaca el compromiso de la Iglesia con el bienestar, la autosuficiencia, la ayuda humanitaria, la ayuda en casos de emergencia y el servicio voluntario. Muestra gastos por un total de 1450 millones de dólares. La Iglesia proporcionó ayuda en 192 países y territorios, mostrando su alcance mundial. Eso incluyó 3836 proyectos de ayuda humanitaria. Los miembros de la Iglesia ofrecieron 6,6 millones de horas de servicio voluntario en las instalaciones de bienestar y autosuficiencia de la Iglesia, en misiones de servicio y en proyectos de servicio a la comunidad, demostrando su dedicación al cuidado de los hijos de Dios.

El obispo Caussé se centró en tres temas clave del resumen de Cuidar de los necesitados: cómo la Iglesia ayuda a los necesitados, fomenta la autosuficiencia y brinda oportunidades de servicio.

Ayudar a los necesitados

Dijo que la Iglesia brinda cuidado y recursos a personas y familias que afrontan dificultades. Esta ayuda incluye el apoyo inmediato que se ofrece dentro de las congregaciones locales por medio de los líderes, las labores de ministración, las ofrendas de ayuno, y el alcance más amplio del sistema de bienestar de la Iglesia para proveer para las necesidades básicas. Además, incluye la amplia ayuda humanitaria que se brinda a las comunidades de todo el mundo, abordando necesidades críticas tales como alimentos, refugio, atención médica y ayuda en casos de desastre.

Fomentar la autosuficiencia

La autosuficiencia va más allá de la ayuda inmediata y se centra en facultar a las personas para que lleguen a ser independientes y resilientes, dijo el obispo Caussé. Basados en las lecciones aprendidas durante la Gran Depresión, los esfuerzos de la Iglesia en este ámbito tienen el objetivo de abordar los efectos negativos de la dependencia al proporcionar recursos y oportunidades para la educación, el desarrollo de habilidades y el empleo. Iniciativas como BYU–Pathway Worldwide, el programa de préstamos del Fondo Perpetuo para la Educación, los centros de empleo y los grupos de autosuficiencia están diseñados para dotar a las personas de las herramientas que necesitan para superar los desafíos y construir un futuro sostenible para ellas y sus familias.

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Proporcionar oportunidades de servicio

“Las oportunidades de servir realzan la función vital del servicio en sí”, dijo el obispo Caussé, “no solo para quienes lo reciben, sino también para quienes lo dan”. La Iglesia busca activamente crear oportunidades para que las personas de todas las edades participen en el servicio significativo, y considera que es una poderosa fuerza para bien que eleva tanto al que da como al que recibe. Algunos ejemplos incluyen las labores de respuesta ante desastres, las campañas de donación de sangre y la plataforma SirveAhora, que conecta a los voluntarios con las necesidades de la comunidad. Al fomentar la participación activa en el servicio, la Iglesia cultiva la compasión, fortalece a las comunidades e infunde el amor por ayudar a los demás, especialmente en la nueva generación.

“Estoy especialmente complacido de ver que tantos jóvenes participan”, dijo. “De hecho, una tendencia interesante es el aumento de los clubes de SirveAhora en las escuelas secundarias, generalmente iniciados por unos pocos estudiantes a quienes les importa el servicio y luego invitan a sus amigos a unirse”.

El obispo Caussé reconoció que muchos de los asistentes a la cumbre ya conocen el valor del servicio y les agradeció la poderosa diferencia que marcan en el mundo.

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“Por mucho que deseara que pudiéramos alimentar a todos los niños hambrientos, albergar a todas las personas necesitadas y cuidar de todos los enfermos, sabemos que la Iglesia por sí sola no puede hacer tanto”, dijo el obispo Caussé. “Pero cuando muchas organizaciones y personas comparten el mismo compromiso de servir a los demás, el efecto combinado puede llegar mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros podría hacer solo”.

Para concluir, citó un pensamiento del profeta y Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson: “Nuestro gozo es brindar ayuda a otras personas; hacer un esfuerzo concienzudo por preocuparnos por los demás tanto o más que por nosotros mismos”.

“Creo que también es la clave para edificar comunidades y sociedades fuertes y prósperas”, agregó el obispo Caussé.