El presidente Oaks honra la vida del exsenador Orrin G. Hatch

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, dijo que el exsenador de Utah y expresidente pro tempore [provisional] del Senado de los Estados Unidos, Orrin G. Hatch, vivió una vida digna de los “más altos honores”.

El líder de la Iglesia pronunció esas palabras el viernes 6 de mayo de 2022, en el funeral de quien fuera senador del estado de la colmena durante cuarenta y dos años. El servicio fúnebre se llevó a cabo en un instituto de religión de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días adyacente a la Universidad de Utah.

El presidente Oaks dijo que él y el senador Hatch, quien era Santo de los Últimos Días, fueron amigos cercanos durante cincuenta años. Se conocieron en la Universidad Brigham Young (BYU) en la década de 1970. El presidente Oaks dirigía BYU y Hatch estaba considerando presentarse como candidato para el Senado de los Estados Unidos.

“Lo que nos hizo acercarnos fueron las antiguas raíces pioneras en común de nuestras familias en la misma zona deshabitada de Utah”, dijo el presidente Oaks. “Tanto la familia Hatch como la familia Oaks llegaron a lo que ahora es Vernal en 1879”.

Ahora, cinco décadas después, “Orrin y yo nos reunimos para lo que me gusta llamar la graduación de Orrin G. Hatch de la vida terrenal, con los más altos honores”, dijo el presidente Oaks.

Los otros discursantes del servicio fúnebre fueron Mitch McConnell, líder de la minoría del Senado de los Estados Unidos; Gordon H. Smith, exsenador de los Estados Unidos; Scott Anderson, director ejecutivo de Zions Bank, y dos de los hijos del senador Hatch. Los nietos del senador Hatch cantaron un himno que él escribió en 1998 titulado “No Empty Chairs” [No hay asientos vacíos]. La primera y la última oración las ofrecieron el reverendo France Davis, de la Iglesia Bautista El Calvario, y Richard E. Marriott.

También estuvo presente un grupo de más de una decena de senadores y representantes actuales y anteriores de los Estados Unidos, así como tres miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles: el presidente M. Russell Ballard, el élder Quentin L. Cook y el élder D. Todd Christofferson.

Citando un artículo de un periódico, el presidente Oaks dijo: “El mayor legado de Hatch no es que haya servido cuarenta y dos años en el Senado de los Estados Unidos; sino que fue un legislador eficaz […]. Se puede afirmar que Utah y los Estados Unidos nunca han visto antes a un líder como Orrin Hatch y es poco probable que se vuelva a ver a alguien como él”.

El presidente Oaks también habló de la realidad de la resurrección y de la naturaleza eterna de la vida.

“Para el senador Hatch y para todos los Santos de los Últimos Días que comprenden el plan de Dios, la muerte no es más que un paso inevitable para pasar de un lugar a otro en el maravilloso viaje infinito prescrito por Dios, nuestro Padre Eterno, el cual es posible gracias a la expiación de nuestro Salvador y Redentor Jesucristo”, dijo el presidente Oaks. “Como apóstol de Jesucristo, testifico de la veracidad de la prometida resurrección universal de la muerte. Para todos nosotros, la resurrección del cuerpo a un estado perfecto es real y cierta. ¡Qué significativa certeza! ¡Qué gloriosa realidad!”.