Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Sudán del Sur saben sobre el poder de la oración y la fe.
En 2013, cuando la guerra civil se extendió por su país, unos 2,2 millones de sudsudaneses huyeron a países vecinos como Sudán, Uganda, Etiopía, Kenia y la República Democrática del Congo para salvarse de la guerra. La Oficina de Asuntos Religiosos del gobierno dejó de funcionar durante el conflicto, lo que impidió a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días solicitar el registro anual requerido.
La aprobación para que la Iglesia estuviera en el país venció, dejando a los Santos de los Últimos Días sin una Iglesia registrada.
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A medida que los vientos de paz comenzaban a levantarse una década más tarde, también lo hacían los fieles anhelos de los santos locales. En agosto de 2023, el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, visitó Kenia. Mientras estaba en Nairobi, un grupo de santos refugiados de Sudán del Sur que vivían con miembros locales de la Iglesia se reunieron con él y con el presidente del Área África Central, el élder Ian S. Ardern, y su consejero, el élder Thierry Mutombo.
Esos jóvenes dijeron a los líderes de la Iglesia que querían servir en misiones. Desde entonces, cuatro han recibido llamamientos misionales, uno a Zimbabue y tres a Uganda.
“Me conmovió la fe de estos jóvenes de Sudán del Sur; su fe es de la que mueve montañas”, dijo el élder Rasband. “Su dedicado servicio inspirará y bendecirá a ellos y a su familia para siempre. Predicar el Evangelio de Jesucristo, del Príncipe de Paz, les ayudará a ser mejores embajadores de la paz en su preciada patria”.
Casi al mismo tiempo, varios santos de Sudán del Sur y el asesor legal del Área comenzaron a trabajar para restaurar el estatus legal de la Iglesia. Mientras trabajaban para lograr esto a principios de este año, una conferencia telefónica ordinaria se convirtió en una apasionada súplica por el restablecimiento de la Iglesia de Jesucristo en Sudán del Sur.
Ismail Lazaro Zangbayo, quien organiza reuniones de adoración en su hogar, dijo a los líderes de Área en la llamada telefónica que los santos anhelaban que la Iglesia regresara a su país.
“Las personas aquí han quedado traumatizadas por la guerra y el Evangelio es lo único que las sanará completamente”, dijo.
Al concluir la reunión, Zangbayo volvió a mencionar esto en la última oración.
“Sabemos que incluso cuando los lamanitas y los nefitas [en el Libro de Mormón] lucharon, lo único que les brindó paz fue vivir el Evangelio de Jesucristo”, oró Zangbayo. “Sabemos que podremos hallar paz de nuevo en esta tierra solo por medio del Evangelio de Jesucristo, para que no haya más deseos en el corazón de los hombres de luchar unos contra otros. Sabemos que nos bendecirás con lo que buscamos y que restablecerás la Iglesia en Sudán del Sur”.
A los pocos días, esa oración fue contestada. Los funcionarios gubernamentales expresaron su voluntad de renovar el estatus legal de la Iglesia de una manera mucho más sencilla de lo que se esperaba.
“Parecía demasiado bueno para ser verdad, pero lo era”, dijo el élder Jeffrey N. Redd, asesor legal adjunto del Área.
El 7 de febrero de 2024, se renovó el estatus legal de la Iglesia en Sudán del Sur y, tres meses después (el 26 de mayo de 2024), ochenta y dos Santos de los Últimos Días se reunieron en el Hotel Radisson Blu en Juba para la reorganización de la Rama Juba. Algunos habían viajado largas distancias. Por ejemplo, varios santos que anteriormente habían huido al norte, a Sudán, habían regresado recientemente a Sudán del Sur debido al conflicto en su país vecino.
“Durante muchos años he orado para ver este día”, dijo Rina Regina mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. “Ahora mis hijos pueden ser bautizados”.
Rebecca Amet expresó sentimientos similares.
“El amor me llevó a esta Iglesia, el amor me ha mantenido en esta Iglesia”, dijo Amet. “Dios ha hecho algo bueno por mi familia hoy; ahora pueden ser bautizados”.
No se han efectuado bautismos en Sudán del Sur desde que comenzó la guerra civil.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días recibió estatus legal en Sudán del Sur por primera vez en 2009. El regreso de la Iglesia llega en un momento importante. Más de la mitad de los once millones de habitantes del país son menores de dieciocho años.
El élder Redd dijo: “El Señor ha abierto y continúa abriendo muchas puertas para los santos de Sudán del Sur. Estas personas buenas y fieles están bendiciendo a su país”.