En una conferencia católica en Roma, el presidente Oaks ofrece cuatro maneras de fortalecer la libertad religiosa

En la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma el miércoles 20 de julio de 2022, a solo un par de millas del Vaticano, el presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pidió un esfuerzo global para proteger la libertad religiosa de todas las personas.

Esta fue la segunda vez en tantos años que un líder de la Iglesia de Jesucristo fue invitado a hablar en la Cumbre de Libertad Religiosa de Notre Dame. El élder Quentin L. Cook participó  el año pasado en la conferencia en Indiana.

El Primer Consejero de la Primera Presidencia de la fe dijo que la libertad religiosa enfrenta serios desafíos en todo el mundo. Estos incluyen el secularismo, el autoritarismo, la corrección política  y el deterioro de las actitudes hacia la religión.

La libertad religiosa exige unidad entre las denominaciones, dijo el presidente Oaks.

"Cuando los líderes unen fuerzas para enfrentar los desafíos de la libertad religiosa, no necesitan examinar las diferencias doctrinales o identificar sus muchos elementos comunes de creencia", dijo durante el discurso de apertura del día. "Todo lo que es necesario para la unidad es nuestra convicción compartida de que Dios nos ha mandado amarnos unos a otros y nos ha concedido libertad en asuntos de fe".

El presidente Oaks dijo que la libertad religiosa está en el ADN de la Iglesia de Jesucristo. Citó la famosa declaración de José Smith de 1843 de que estaba "listo para morir en la defensa de los derechos de un presbiteriano, un bautista o un buen hombre de cualquier otra denominación; porque el mismo principio que pisotearía los derechos de los Santos de los Últimos Días pisotearía los derechos de los católicos romanos, o de cualquier otra denominación".

"Con el amor y el respeto mutuo que enseñan los mandamientos divinos", dijo el presidente Oaks, "necesitamos encontrar maneras de aprender unos de otros y reforzar los compromisos comunes que nos mantienen unidos y promover sociedades pluralistas estables. Debemos caminar hombro con hombro a lo largo del camino de la libertad religiosa para todos, sin dejar de ejercer esa libertad para perseguir nuestras creencias distintivas".

El presidente Oaks ofreció cuatro sugerencias para ayudar a que esto suceda.

1. Reconocer que nos necesitamos unos a otros y que todos estamos sujetos a la ley

"En las respuestas al gobierno, debemos recordar el encargo de Jesús de 'rendir [dar] ... al César las cosas que son del César'", dijo el presidente Oaks. "Incluso los derechos religiosos no pueden ser absolutos. En una nación con ciudadanos de muchas creencias religiosas diferentes o incredulidades, el gobierno a veces debe limitar los derechos de algunos a actuar de acuerdo con sus creencias cuando hacerlo es necesario para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de todos".

Cuando no estamos de acuerdo con los demás, debemos tratar de entender sus preocupaciones y experiencias, dijo.

"Nada de esto requiere ningún compromiso de nuestros principios religiosos fundamentales, sino más bien un examen cuidadoso de lo que es realmente esencial para nuestro libre ejercicio de la religión, en contraste con lo que otros creyentes consideran realmente esencial para sus creencias", dijo el presidente Oaks.

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2. Instar a la tolerancia religiosa

A menudo, las violaciones más graves de la libertad religiosa provienen de la persecución religiosa. A veces esta es una religión persiguiendo a otra. Pero la experiencia, como la influencia de la importante declaración de libertad religiosa de la Iglesia Católica de 1965 "Dignitatis Humanae", muestra que los líderes y las instituciones pueden ayudar a evitar la persecución religiosa.

"Esperamos y oramos para que los deberes religiosos de los líderes religiosos los inclinen a oponerse al uso de la coerción apoyada por el estado o la religión sobre los temas sagrados de la elección y la actividad religiosa", dijo el presidente Oaks. "Además, nosotros, que vivimos bajo leyes que promueven la libertad religiosa, debemos usar nuestros poderes persuasivos para alentar la libertad religiosa para aquellos que no son tan favorecidos".

3. Deja que el mundo sepa del bien que hace la religión

Es más probable que las personas apoyen la libertad religiosa si saben cómo la religión beneficia a la sociedad.

"Como Jesús enseñó: 'Que brille tu luz ante los hombres, para que vean tus buenas obras y glorifiquen a tu Padre que está en los cielos'", dijo el presidente Oaks. "A medida que más de nuestro servicio beneficie genuinamente a la sociedad y esté claramente motivado por nuestras creencias religiosas, esto será reconocido por el público en general".

Mencionó parte del bien hecho por la Iglesia de Jesucristo en 2021, incluido el voluntariado durante 6.8 millones de horas y dar 80 millones de libras de alimentos a los hambrientos.

"Tales esfuerzos personales son una importante manifestación pública de la motivación religiosa que impulsa la asistencia humanitaria: una ofrenda de libre albedrío, nacida del amor a Dios y al prójimo", dijo el presidente Oaks.

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4. Unirse y encontrar un terreno común para defender y promover la libertad religiosa

"Este no es un llamado a compromisos doctrinales", dijo el presidente Oaks. "Sino más bien, una súplica por la unidad y la cooperación en la estrategia y la defensa hacia nuestro objetivo común de libertad religiosa para todos".

Citando al élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, el presidente Oaks dijo: "La libertad religiosa es tanto un deber hacia los demás como un derecho para uno mismo. ... Ganamos libertad apoyando la libertad de aquellos que consideramos nuestros adversarios. Cuando vemos que nuestros intereses están ligados a los intereses de todos los demás, entonces comienza el verdadero trabajo de la libertad religiosa".

Lea las palabras completas del presidente Oaks: "Buscando la libertad religiosa en todo el mundo".