El Templo de Tokio, Japón, que abrió sus puertas por primera vez en 1980, volverá a abrirse en julio después de una extensa renovación que comenzó en septiembre de 2017. El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, rededicó el templo el 3 de julio de 2022.
Nobuko Maeda se prepara para la rededicación del templo
En 1971, Maeda conoció a los misioneros y comenzó a asistir a la clase de inglés que enseñaban.
Unos años después, como miembro de la Iglesia, Maeda asistió a una conferencia especial que tuvo lugar en el estadio Nippon Budokan, en Tokio, en la que el profeta de la Iglesia, Spencer W. Kimball, anunció los planes de construcción de un templo en Tokio.
Maeda se mudó para poder vivir cerca del sitio de construcción del templo y se casó allí después de su finalización en 1980. Maeda prestó servicio en el templo como organista hasta septiembre de 2017.
“Cada vez que oro y toco el órgano dentro del templo, recibo respuestas”, dijo Maeda.
Tiene previsto reanudar su servicio en el templo cuando este se vuelva a abrir.
Yoshikazu Yokoyama reflexiona sobre los primeros Santos de los Últimos Días
Yoshikazu Yokoyama fue bautizada en 1964.
Se está preparando para el templo reflexionando sobre el legado de los primeros miembros japoneses de la Iglesia, incluidos aquellos que en 1965 comenzaron a viajar miles de kilómetros para asistir al templo más cercano en Laie, Hawái.
En 1965 había 8892 Santos de los Últimos Días viviendo en Japón y un grupo de unos 165 miembros de la Iglesia se desplazó a Hawái en el primer viaje patrocinado por la Iglesia desde Japón. Para recaudar fondos, vendieron perlas e hicieron y vendieron una grabación musical.
En 1970, Yokoyama asistió al templo en Salt Lake City. “Fue algo tan especial que nunca lo olvidaré”, dijo.
Yokoyama cree que los viajes al templo durante los años previos a la dedicación del Templo de Tokio, Japón, prepararon a los miembros de la Iglesia para prestar servicio en el templo.
La relación de Conan Grames con el proyecto de construcción
Conan Grames sirvió como misionero de tiempo completo en Japón en 1966 y regresó en 1976 a trabajar en Tokio como joven abogado enviado por un bufete estadounidense.
En 1977, los líderes de la Iglesia le pidieron que ayudara con los asuntos legales de la construcción del templo.
Grames sintió un gran estrés al trabajar en los desafíos legales que enfrentaba el proyecto de construcción. Después de orar con preocupación, dijo que escuchó una voz de consuelo.
Se le dijo: “[Conan], este no es tu templo, este es Mi templo […] y se construirá”. Después, Grames añadió: “Aquello no iba a suceder por mí: iba a suceder porque era la Casa del Señor”.
El terreno del templo se adquirió en la primavera de 1948 para que sirviera como casa de la misión.
La casa de la misión fue dedicada al año siguiente por el élder Matthew Cowley, del Cuórum de los Doce Apóstoles, quien ofreció una bendición profética de que “algún día habr[ía] muchos edificios de la Iglesia, e incluso templos, construidos en esta tierra”.
En 1980, cuando se completó el templo, la Iglesia había crecido hasta superar los 46 000 miembros.
En la actualidad, hay tres Casas del Señor en Japón (Tokio, Fukuoka y Sapporo) y una cuarta en construcción en Okinawa.