El año pasado, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continuó sus esfuerzos por vivir los dos grandes mandamientos.
“Amarás al Señor tu Dios” y “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, enseñó Jesús en la Biblia.
El nuevo informe anual de 2022 de la Iglesia sobre el cuidado de los necesitados muestra que este trabajo incluyó más de mil millones de dólares en gastos, 6,3 millones de horas de voluntariado y 3,692 proyectos humanitarios en 190 países y territorios.
Los más de mil millones de dólares gastados para ayudar a atender a los necesitados se destinaron a la asistencia de ofrendas de ayuno, ayuda humanitaria, bienes distribuidos desde los almacenes de los obispos y las tiendas de Deseret Industries, y operaciones como el asesoramiento de Family Services, los centros de empleo, las granjas e instalaciones para el procesamiento de alimentos.
Como la Iglesia de Jesucristo, la Primera Presidencia dijo en el informe, la fe es simplemente hacer lo que haría el Salvador del mundo.
“Como Sus seguidores, buscamos amar a Dios y a nuestro prójimo en todo el mundo”, dijo la Primera Presidencia. “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está ansiosa por bendecir a los demás y ayudar a los necesitados. Tenemos la bendición de tener la capacidad, los recursos y las conexiones globales confiables para llevar a cabo esta sagrada responsabilidad, que consideramos un gozoso privilegio”.
El informe de 48 páginas está disponible en 16 idiomas en Caring.ChurchofJesusChrist.org.
Las donaciones monetarias más grandes que la Iglesia de Jesucristo dio en 2022 incluyen $32 millones de dólares estadounidenses al Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en ingles) y $5 millones de de dólares estadounidenses al programa mundial de nutrición de UNICEF, que ayuda a los niños desnutridos.
“Jesús tiene un corazón tierno por los niños”, dijo la Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson, cuando se anunció la donación al WFP. “Llora al verlos morir de hambre. Y Él se regocija incluso con el más pequeño esfuerzo para ayudarlos”.
Otras donaciones significativas fueron $5,1 millones de dólares estadounidenses a la Cruz Roja Americana (además de más de 1 millón de unidades de sangre donada por los Santos de los Últimos Días) y otros $5 millones dólares estadounidenses a Rotary International para vacunas contra la poliomielitis y el tétanos materno y neonatal.
La Iglesia también hizo importantes contribuciones financieras para ayudar al creciente número de personas afectadas por desastres naturales y conflictos armados. Esto incluyó ayuda a los refugiados ucranianos; sobrevivientes del tsunami en Tonga; víctimas de tormentas en Kentucky, Florida y Sudáfrica; y víctimas del conflicto civil en la República Democrática del Congo.
“Es abrumador ver el amor y el deseo de ayudar”, dijo Julia, miembro de la Iglesia en Austria que ayudó a los refugiados en varios países de Europa del Este. “Los corazones de las personas se atraen unos hacia otros”.
La Iglesia ayudó a llevar electricidad a una comunidad navajo en Utah, y los miembros colaboraron con los Sijs en un proyecto de servicio en los Emiratos Árabes Unidos. Los Santos de los Últimos Días en Tennessee se unieron con la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP por sus siglas en inglés) en proyectos de servicio comunitario para madres en Memphis y aquellos que necesitan alimentos saludables en San Francisco. Y las Máquinas de Donación de Ilumina al Mundo recaudaron fondos para comprar alimentos y otros artículos para los necesitados en 28 lugares en todo el mundo.
Las 6,3 millones de horas de voluntariado donadas en 2022 incluyeron servicio en granjas, huertos, fábricas de conservas y tiendas de Deseret Industries; misiones para cuidar a los necesitados; y limpieza después de desastres naturales.
Además de los 3,692 proyectos humanitarios, JustServe.org, el portal gratuito de voluntarios en línea de la Iglesia, facilitó 16,285 nuevos proyectos de servicio y está disponible en 14 países. La herramienta conecta a las personas con oportunidades de servicio que coinciden con sus intereses y ubicación.
El Obispo Presidente de la Iglesia, Gérald Caussé, ha llamado a JustServe “un movimiento y una forma en que podemos vivir nuestros convenios” y “bendecir y fortalecer [nuestra] comunidad”.
La Iglesia de Jesucristo también continuó con sus iniciativas de administración ambiental. Desde 2018, las Oficinas Generales de la Iglesia han reducido su consumo anual de agua en 38 millones de galones. Más de 500 centros de reuniones en todo el mundo ahora tienen paneles solares. Deseret Industries procesó 73 millones de productos reciclados. El Centro de Impresión y Distribución de la Iglesia recicló casi cuatro mil toneladas de papel, metal, cartón y plástico.
“Como hijos de Dios, hemos recibido el encargo de ser mayordomos, cuidadores y guardianes de Sus creaciones divinas”, dijo el obispo Caussé en la conferencia general de octubre de 2022. “El Señor dijo que hizo responsable a todo hombre, como mayordomo de los bienes terrenales que he hecho y preparado para mis criaturas”.
La Primera Presidencia expresó su gratitud por las generosas donaciones de tiempo y dinero de los Santos de los Últimos Días y otras personas que hicieron posible esta obra de consuelo y esperanza en 2022.
“Reconocemos con gratitud el servicio desinteresado y la donación de tiempo, fondos y otros recursos de los miembros y amigos de la Iglesia mientras cuidamos colectivamente a los demás”, escribieron. “A medida que continuamos amándonos y fortaleciéndonos unos a otros a través del servicio, invitamos a todos a unirse a nosotros en este importante trabajo”.
Lea el informe anual de 2022 sobre el cuidado de los necesitados.