El Departamento Misional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días publicó el miércoles la siguiente declaración sobre el envío de misioneros a misiones fuera de sus países de origen:
Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, muchos misioneros han aceptado reasignaciones para servir en sus países de origen debido a los desafíos que plantea el coronavirus. Estamos agradecidos por su fe y optimismo en estas circunstancias extraordinarias.
En este momento, la Iglesia ha comenzado a enviar un número muy limitado de estos misioneros a asignaciones fuera de sus países de origen. Este proceso es meditado y cauteloso. Debido a la pandemia en curso, todos los viajes de los misioneros dependen de las condiciones locales y las restricciones de los viajes aéreos, y algunos misioneros pueden no partir por varios meses. Reconocemos que las condiciones pueden cambiar rápidamente, y seguiremos vigilando de cerca los acontecimientos mundiales y haciendo los ajustes necesarios. La seguridad de nuestros misioneros y de aquellos a los que sirven es nuestra principal prioridad.
Una vez programado el viaje, las oficinas de la misión notificarán a los misioneros, quienes compartirán sus itinerarios con sus familias. Pedimos a los misioneros y sus familias que no se pongan en contacto con la Oficina de Viajes de la Iglesia, las embajadas o los cónsules sobre sus planes o documentos de viaje. Cuando viajen, se instruirá a los misioneros que sigan las pautas de salud pública establecidas para evitar la propagación de COVID-19. Después de llegar a sus nuevas asignaciones, los misioneros se pondrán en cuarentena durante el período requerido y luego participarán en actividades apropiadas a las circunstancias locales.