Continúan las labores humanitarias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Turquía y Siria cinco meses después de los terremotos del 6 de febrero de 2023 que azotaron ambos países. Estos esfuerzos ahora se están ampliando en Turquía con el lanzamiento de nuevos proyectos. La Iglesia continúa coordinando esta labor con las autoridades turcas a través de AFAD, la agencia gubernamental de gestión de desastres de Turquía.
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El gerente de Bienestar y Autosuficiencia del Área Europa Central, Christian Ottiker, subraya que “tras los devastadores terremotos que azotaron en Turquía y Siria en febrero de 2023, nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de aliviar el sufrimiento, mantener la dignidad humana e infundir esperanza a todos los afectados. En coordinación con el gobierno y con la ayuda de muchas otras organizaciones de socorro, aceptamos la responsabilidad de brindar ayuda a las comunidades destrozadas. Bajo la dirección de la Presidencia del Área Europa Central de la Iglesia, seguimos comprometidos a permanecer junto al pueblo de Turquía, tendiendo una mano de ayuda en el trayecto hacia la sanación y la restauración”.
Uno de los nuevos proyectos consiste en distribuir agua embotellada a las poblaciones afectadas por los terremotos. Resulta una ayuda muy necesaria debido a la infraestructura destruida y a las altas temperaturas típicas del verano. Se distribuirán un total de cinco millones de botellas de 1,5 litros a lo largo de dos meses. El 19 de junio de 2023, se cargó el primero de seis camiones diarios con 16 800 botellas de agua en la ciudad de Malatya, donde hay una fuente natural de agua de manantial. Estos camiones entregarán el agua embotellada en diferentes almacenes de AFAD ubicados en las cuatro ciudades que se encuentran en las principales zonas afectadas: Adiyaman, Hatay, Kahramanmaras y Malatya. A partir de allí, el agua será distribuida a los campamentos donde miles de familias viven actualmente.
En el mes de junio también se inició un nuevo proyecto para distribuir 100 000 cajas de alimentos y 200 000 kits de higiene. Seguirá el mismo sistema de distribución a las zonas afectadas a través de las instalaciones locales de AFAD en esas áreas. El primer camión, cargado con 2184 cajas de alimentos, partió en la primera semana de julio. Los camiones que llevan los kits de higiene pueden llevar hasta 3000 unidades cada uno.
Todos los artículos se están adquiriendo y comprando localmente, lo cual permite que la economía local se recupere y esto, a su vez, permite que más personas estén trabajando de nuevo. El élder y la hermana Huber, voluntarios de servicio que han estado coordinando la labor en el país, comentaron que “dado que muchas personas no solo han perdido sus hogares y posesiones, sino también sus empleos, era importante que les brindáramos nuevas oportunidades laborales siempre que fuera posible. Por lo tanto, al hacer el pedido de agua, tomamos en cuenta a una empresa que se vio afectada y dañada por el terremoto. La empresa ha reparado los daños, ha contratado a más personas y está muy agradecida por el gran pedido de la Iglesia. Esto ha ayudado a la empresa a sobrevivir”.
Las cajas de alimentos incluyen algunos artículos básicos como azúcar, sal, arroz, diferentes tipos de frijoles, trigo bulgur, pasta, mermelada, aceite de girasol y pasta de tomate. Los kits de higiene incluyen jabón, detergente, papel higiénico, artículos sanitarios, artículos de higiene y ropa interior para hombres y mujeres, entre otros artículos. Cada día, los centros de llamadas establecidos por AFAD en las cuatro ciudades principales reciben solicitudes que provienen de manera regular de cada campamento de tiendas de campaña y de contenedores en las respectivas zonas vecinas y coordinan las entregas de estos artículos en las siguientes 24 horas.
La Iglesia también ayudó a donar ropa nueva para niños, una costumbre relacionada con la celebración de Bayram, o Fiesta del Sacrificio, que es una de las festividades islámicas más antiguas en Turquía. Esta fiesta conmemora la historia del profeta Ibrahim (Abraham) que demostró obediencia a Dios al aceptar sacrificar a su hijo. Entonces, Dios le envió un carnero para que lo sacrificaran en su lugar. La Fiesta del Sacrificio se celebra unos setenta días después de la Fiesta del Ramadán y, con el tiempo, en Turquía se ha convertido en una celebración familiar; en lugar de sacrificar animales, las personas hacen donaciones a los pobres y a las organizaciones benéficas.
También es costumbre ponerse la mejor ropa durante esta festividad y, tradicionalmente, los niños esperan recibir un nuevo conjunto de ropa como regalo. Debido a la destrucción causada por los terremotos, la mayoría de las familias no tenían los recursos para comprar esa ropa. Los líderes de la Iglesia del Área Europa Central decidieron ayudar y han proporcionado 50 000 bolsas que incluían ropa en ocho tallas, tanto para niños como para niñas.
La preparación, clasificación y distribución de estas prendas se llevó a cabo con la ayuda de voluntarios de servicio de la Iglesia y miembros de la Iglesia que viven en Turquía. Se terminó todo a tiempo, ya que la fiesta se celebró este año el 28 de junio. El élder Rubén V. Alliaud, segundo consejero de la Presidencia del Área Europa Central, participó en la distribución de la ropa para los niños.
La Iglesia también lanzó un nuevo proyecto que tiene como objetivo proporcionar 5000 equipos de aire acondicionado que se instalarán en los contenedores habilitados como vivienda, que son las casas provisionales de muchas familias. Las temperaturas se elevan hasta los 40-50 grados centígrados durante el verano, por lo que las condiciones dentro de estas viviendas temporales también son extremas. El poder bajar la temperatura permite que las familias vivan y descansen por la noche. AFAD también encargará 50 000 equipos de aire acondicionado y se espera que la instalación la realice el proveedor local Beko junto con otras empresas. Este proyecto se completará en las próximas semanas.
Otro nuevo proyecto patrocinado por la Iglesia fue la construcción y distribución de 50 contenedores habilitados como vivienda para el personal médico y de salud que actualmente trabaja en el hospital principal de Antakya, en la zona de Hatay. Estos contenedores especiales incluyen dos dormitorios individuales, dos baños y un equipo de aire acondicionado. El proyecto se está llevando a cabo en colaboración con el Ministerio de Salud de Turquía y se completará a mediados de julio.
Actualmente están a punto de terminarse otros proyectos de ayuda iniciados por la Iglesia unos días después de los terremotos. El último hospital móvil, de los cinco proporcionados por la Iglesia, se instaló en la ciudad de Altinözü, provincia de Hatay, y abrió sus puertas el 22 de junio de 2023. Los otros cuatro están ubicados en la ciudad de Erzin, la ciudad de Payas y la ciudad de Yayladagi (que están también en la provincia de Hatay), y en la ciudad de Oğuzeli, en la provincia de Gaziantep. El personal médico que trabaja en esos hospitales móviles trabajaba originalmente en hospitales de las zonas afectadas que ya no están operativos debido a los daños que han sufrido. Cuando ya no se necesiten estos hospitales móviles de emergencia, se almacenarán en una instalación central de Turquía y estarán listos para ser enviados a otras zonas del país, según sea necesario.
Hay otro proyecto que está a punto de completarse y que consiste en el suministro de 500 contenedores habilitados como viviendas para los desplazados por los terremotos. Ya se han instalado 434 unidades en varios campamentos alrededor de Antakya y las unidades restantes se instalarán a lo largo del mes de julio de 2023. Estos contenedores se utilizan para albergar a las familias en mejores condiciones y reemplazan progresivamente los campamentos de tiendas de campaña.
Además, recientemente se terminó la rehabilitación del hospital “Dr. Ersin Arslan Education and Research” en la ciudad de Gaziantep. El hospital resultó gravemente dañado por los terremotos y la mayor parte tuvo que ser evacuada. Otros hospitales de la zona estaban totalmente sobrecargados de pacientes. Tras una invitación de Rahma Worldwide, una ONG que también presta asistencia y ayuda en todo el mundo, los líderes del Área local de la Iglesia decidieron proporcionar los fondos para ayudar a reconstruir y renovar la primera y segunda planta subterráneas del hospital, a fin de que pudiera acoger y tratar la afluencia adicional de pacientes. Antes de los terremotos, el hospital realizaba unas 2000 admisiones diarias, una cantidad que se duplicó después del terremoto.
Tras un mes de trabajo, el 22 de junio de 2023 se inauguró la nueva área del hospital que incluye dos niveles más. El director de salud de la provincia, el Dr. Ümit Mutlu Tiriaki, expresó su agradecimiento a Rahma Worldwide y a la Iglesia por esta importante donación. Las empresas locales que participaron en la obra de construcción también se mostraron sumamente agradecidas por la oportunidad de reanudar su propio negocio y proporcionar oportunidades de empleo muy necesarias en la zona.
El élder Ruben V. Alliaud, de la Presidencia del Área Europa Central, expresó profunda gratitud por la oportunidad de ser testigo personal del compromiso inquebrantable de la Iglesia de ayudar a las víctimas de los devastadores terremotos. Durante la inauguración de la nueva área reconstruida del hospital de Gaziantep, el élder Alliaud hizo hincapié en que “esta ayuda compasiva ejemplifica la dedicación de la Iglesia a seguir las enseñanzas de Jesucristo, las cuales exhortan a todos a cuidar de los necesitados. Mediante esos esfuerzos, la Iglesia sigue demostrando su misión sincera de brindar alivio y esperanza a quienes afrontan adversidades”.
Servicios humanitarios de la Iglesia de Jesucristo
Los Servicios Humanitarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días alivian el sufrimiento, fomentan la autosuficiencia y brindan oportunidades de servicio. Siguen la admonición de Jesucristo de alimentar al hambriento, dar de beber al sediento, acoger al forastero, cubrir al desnudo y visitar al enfermo y afligido.
La ayuda humanitaria de la Iglesia es posible gracias a las generosas donaciones y al voluntariado de los Santos de los Últimos Días y los amigos de la Iglesia. Los voluntarios aportan más de seis millones de horas de trabajo cada año para apoyar las iniciativas de bienestar.
La Iglesia patrocina proyectos de ayuda y desarrollo en más de 180 países y territorios, y brinda ayuda sin tener en cuenta la raza, la afiliación religiosa ni la nacionalidad. La ayuda se basa en los principios fundamentales de la responsabilidad personal, el apoyo de la comunidad, la autosuficiencia y la sustentabilidad.
Los proyectos en Turquía y Siria son financiados en parte por LDS Charities Australia.