La Iglesia de Jesucristo dona 5,1 millones de dólares a la Cruz Roja Estadounidense

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donará 5,1 millones de dólares a la Cruz Roja Estadounidense para apoyar iniciativas cruciales, entre las que se incluyen los programas de donación de sangre (que recibirán equipos para nuevos centros de donación) y programas de apoyo al tratamiento de la anemia de células falciformes.

“Mediante nuestra colaboración, estamos aumentando las donaciones de sangre, avanzando en el tratamiento de la anemia de células falciformes y fortaleciendo nuestra capacidad de bendecir millones de vidas”, declaró Blaine Maxfield, director administrativo de los Servicios de Bienestar y Autosuficiencia. “Al unir nuestros esfuerzos, extendemos el amor del Salvador a los necesitados”.

La donación de este año proporciona equipo adicional para la extracción de sangre y apoya la captación de donantes relacionados con el tratamiento de la anemia de células falciformes. El equipo de recolección de sangre incluye dispositivos para la recolección de plaquetas y máquinas para la recolección de glóbulos rojos. La donación también ayudará a aumentar la cantidad de unidades compatibles de sangre disponibles para los pacientes con anemia de células falciformes.

“La donación de la Iglesia apoyará los esfuerzos e iniciativas de la Cruz Roja en Utah y en todo el país”, dijo Heidi Ruster, directora ejecutiva de la Cruz Roja Estadounidense de la región de Utah/Nevada. “Pero esta colaboración va mucho más allá de la financiación. Es un testimonio de nuestra dedicación compartida a servir y apoyar a los necesitados”.

Además de las donaciones monetarias, desde 2017, la Iglesia de Jesucristo ha proporcionado donaciones en especie, tales como kits de ayuda para casos de catástrofe; ha realizado miles de campañas de donación de sangre; y ha movilizado a miles de voluntarios.

Una colaboración centenaria

La Iglesia de Jesucristo y la Cruz Roja Estadounidense han estado vinculadas desde finales del siglo XIX. La fundadora de la Cruz Roja Estadounidense, Clara Barton, y Emmeline B. Wells, de la Sociedad de Socorro, comenzaron a mantener correspondencia sobre la ayuda humanitaria durante la guerra entre España y Estados Unidos. La Iglesia organizó su primera campaña de donación de sangre en 1996 y es el mayor contribuyente individual a las campañas de donación de sangre de la Cruz Roja Estadounidense. Anualmente, los Santos de los Últimos Días donan aproximadamente 97 000 unidades de sangre en miles de campañas. En las últimas tres décadas, la Cruz Roja Estadounidense ha recolectado más de un millón de unidades a través de unas 37 000 campañas organizadas por la Iglesia.

Estas contribuciones están en consonancia con los esfuerzos filantrópicos mundiales de la Iglesia, que el año pasado superaron los 1450 millones de dólares, por ayudar a los necesitados.