El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo, que durante nueve días ofreció cuatro conciertos en Filipinas, hizo exactamente lo que se proponía: difundir la esperanza que hace posible el Salvador del mundo.
“Esta es una gira mundial y nuestro objetivo principal es llevar un mensaje de esperanza en Jesucristo”, dijo el presidente del Coro, Michael O. Leavitt. “No conozco muchos países alrededor del mundo en los que ese sea un mensaje más importante —o, si se me permite, un mensaje mejor recibido— que en Filipinas. Este es un país que es 97 % cristiano, y están dispuestos a hablar de ello, y desean hacerlo”.
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La visita a Filipinas fue la segunda de la gira mundial “Esperanza” del Coro, la cual dio inicio en junio de 2023 en México.
El presidente Leavitt dijo que los conciertos en Filipinas fueron un éxito en varios aspectos. Se fortalecieron las relaciones con el gobierno y los líderes interconfesionales. Un concierto fue para líderes empresariales, otro se centró en la música sagrada con líderes interconfesionales, y los dos últimos fueron para una audiencia general, uno de los cuales se transmitió en todo el país para llegar a todas las islas.
“Mantuvimos una conversación muy amplia con prácticamente todo el país”, dijo el presidente Leavitt. Los miembros de la presidencia del Coro se reunieron con el presidente de Filipinas, Ferdinand Romuáldez Marcos Jr., y con miembros de su gabinete, así como con el embajador de los Estados Unidos. “Desarrollamos relaciones muy importantes para el futuro. Recibieron un homenaje del Senado filipino, el primer coro fuera de Asia al que le ocurre eso. Así que hemos sido aceptados, nos hemos comunicado y hemos tenido un diálogo que será continuo”, dijo Leavitt.
El Coro también procuró llegar a la nueva generación en Filipinas. Unos cincuenta jóvenes se presentaron con la popular cantante y compositora Ysabelle Cuevas y cantaron “If You Believe”, una canción sobre la creencia en Jesucristo.
“Cantar con el Coro del Tabernáculo siempre ha sido un sueño para mí, así que todo lo de anoche fue perfecto”, dijo Cuevas. “Me imaginaba al Padre Celestial hablándome mientras ensayaba las canciones y mientras intentaba averiguar cómo hacer que el Espíritu tome el mando y me saque a mí y a mi ego de las actuaciones. Cada vez que entono la canción, siempre parece que Él me está hablando, [diciéndome] que, si creo, ‘puedo hacerlo por ti’”.
L. Whitney Clayton, Setenta Autoridad General emérito que sirve como primer consejero de la presidencia del Coro del Tabernáculo, dijo que los líderes del Coro saben que los jóvenes son el futuro de la fe.
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“Reconocemos allá donde vamos, estemos en Salt Lake o en Manila, que los jóvenes de la Iglesia son el futuro de la Iglesia”, dijo Clayton. “Hemos tenido representantes aquí, representantes aquí hablando con ellos, reuniéndose con ellos, trabajando con ellos, planeando cómo llegar a ellos durante los conciertos, y esa colaboración temprana ha dado enormes dividendos. Ha hecho posible que los líderes del Coro y, en particular, la dirección artística, tuvieran una idea de lo que les llegaría al corazón. El concierto ha realizado una maravillosa labor para romper una brecha generacional, en muchos aspectos mejor de lo que hemos hecho en el pasado”.
“La fe de los filipinos hace que eso sea mucho más fácil”, agregó Clayton. Desde la década de 1960 hasta la actualidad, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pasó de tener un miembro nativo de la Iglesia a más de 853 000 en 2024.
“Los jóvenes de aquí están creciendo con un testimonio”, dijo Clayton. “Están sucediendo cosas buenas en sus hogares, y con el tiempo, como hemos visto esta semana, la influencia de estos jóvenes seguirá creciendo. Lo que ha sucedido en sesenta años aquí en Filipinas es milagroso. Lo que sucederá en los próximos sesenta años será increíble”.
El Coro también procuró hablar a los filipinos en su idioma, y las personas lo apreciaron. El Coro entonó varias canciones en tagalo.
“¿Cuántos años practicaron eso?”, reflexionó el famoso presentador de televisión Paolo Abrera, quien, junto con su esposa Suzi ayudaron a presentar los conciertos. “La dicción era perfecta; era como si hubiera un coro filipino detrás de nosotros. Fue increíble. Realmente conmovió el corazón de la audiencia; creo que todos lo sentimos. Que un grupo como este, que no es de Filipinas, cante en nuestra lengua materna de manera que, si cerraras los ojos, jurarías que hay filipinos. En ese momento, eran filipinos de corazón”.
José Manuel G. Romuáldez, embajador de Filipinas en Estados Unidos, estuvo de acuerdo.
“[Cantar en tagalo] toca el corazón de los filipinos”, dijo el embajador Romuáldez. “Somos personas a las que les encanta la música. La música que el Coro del Tabernáculo ofreció hoy fue absolutamente fantástica […]. [El Coro del Tabernáculo] son embajadores de buena voluntad para la Iglesia”.
La próxima parada del Coro en su gira mundial “Esperanza“ será en Florida y Georgia, Estados Unidos, para los conciertos del 5 al 12 de septiembre de 2024.
“Creo que ese mismo sentimiento de unidad cultural y unidad en nuestro mensaje volverá a surgir”, dijo el presidente Leavitt. “Las personas de esa región serán bendecidas enormemente por nuestra visita”.