aa36d3e9467111ec87bbeeeeac1ee10bfd1d46ee.jpeg
Nota de prensa

Las abejas y las cabras están cambiando vidas en Jordania

El proyecto de Latter-day Saint Charities fomenta la autosuficiencia

El refugiado sirio Dohad Mohamad Alsholbi se ha podido mudar con su familia de una tienda a una casa. La viuda jordana Hajar Abdullah Ali Daks ahora obtiene ingresos de la venta de leche y queso de cabra a sus vecinos. Estas son solo dos de cientos de personas cuya vida cambió después de recibir abejas y cabras, gracias a Latter-day Saint Charities y a la organización benéfica jordana Al JAHUTH.

El proyecto comenzó en 2019 y tiene como objetivo fomentar la autosuficiencia al proporcionar animales que las personas pueden utilizar tanto para alimentarse como para obtener ingresos. Latter-day Saint Charities, la organización humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, aporta el financiamiento y Al JAHUTH compra las cabras y las abejas y organiza clases de capacitación para los beneficiarios.

“Nuestra colaboración con Latter-day Saint Charities es muy importante para nosotros porque son ellos quienes gestionan los proyectos y ayudan a las personas pobres”, dijo Sana’a Mansour Al Hashem, directora ejecutiva de Al JAHUTH.

Este proyecto comenzó como algo pequeño, pero ha crecido en unos pocos años. Hay 135 hogares con 931 niños que han recibido cabras, y 105 hogares con 766 niños que han recibido colmenas. La mayor parte de los hogares tienen como cabeza de familia a mujeres viudas o mujeres abandonadas por sus esposos o cuyos esposos no pueden trabajar debido a problemas de salud. En muchos hogares hay abuelos mayores y discapacitados, por lo que miles de personas han recibido ayuda gracias a estos proyectos.

Stephen y Susan Zwahlen, representantes de Latter-day Saint Charities, señalan a Hajar Abdullah Ali Daks como una de las historias de éxito. Ella era una madre que vivía en una pequeña casa de bloques de hormigón y criaba sola a seis hijos. Recibió dos cabras y, dos años más tarde, su rebaño se amplió a seis.

“La leche, el yogur y el queso que pudo producir le generaron suficientes ingresos para poder mudarse a la casa que apuntalaba el otro cobertizo. Pudo pagar el alquiler y enviar a sus hijos a la escuela y, básicamente, cuidar de su familia”, dijo Stephen Zwahlen.

Las colmenas también han demostrado ser una manera poderosa de ayudar a las personas de Jordania a volverse autosuficientes. Al JAHUTH pudo encontrar una raza de abejas italianas más dócil, que no ataca a los niños y las mascotas, de modo que resulta más fácil criarlas cerca de las casas. Cada colmena tiene entre 35 000 y 40 000 abejas. Además de aportar las colmenas, Latter-day Saint Charities y Al JAHUTH también organizaron la capacitación para los apicultores.

“Nos enteramos de que el Centro de Extensión del Ministerio de Agricultura, que se encontraba en una zona muy desamparada de Jordania, donde hay muchos refugiados y jordanos muy pobres, les daría clases gratuitas”, explicó Susan Zwahlen.

El refugiado sirio Dohad Mohamad Alsholbi dijo que las colmenas lo han ayudado a reconstruir su vida después de mudarse a Jordania.

“Cuando llegué, la vida era muy difícil. Estaba muy deprimido”, dijo.

Alsholbi se esforzó muchísimo por aprender a trabajar con las colmenas y, en menos de dos años, sus dos colmenas se habían convertido en cuatro. También pudo comprar una máquina para separar la miel. Las ganancias de la miel le permitieron mudarse a una casa y enviar a sus hijos a la escuela.

“Descubrí que aquello podía ser una buena fuente de ingresos, gracias a Dios”, dijo. “Estoy orgulloso de tener ingresos, de tener una segunda oportunidad en la vida con las abejas. Creo en el Señor, que Él está proveyendo para mis hijos. Él me está ayudando y tengo que seguir adelante para seguir alcanzando el éxito”.

Alsholbi ahora quiere abrir una empresa que venda productos elaborados con miel y también está ayudando a capacitar a otros apicultores.

“Esas son las cosas que vemos por medio de los proyectos de Latter-day Saint Charities, que fortalecen a las organizaciones asociadas y a las comunidades, así como a los beneficiarios individuales”, dijo Stephen Zwahlen. “Vemos la luz de Cristo en los ojos de estas personas […], que son edificadas por la misma fuerza que motiva a todos los hombres a hacer el bien”.

El fundador de Al JAHUTH, el jeque Mansour Oqlah Al Hashem, dice que su fe musulmana es lo que lo motiva a ser generoso y ayudar a los demás.

“Estimo a Dios Todopoderoso y estimo [a las personas], porque Dios me ha permitido librar a esas familias necesitadas”, dijo el jeque Mansour. “Todos somos hermanos. Todos provenimos de Adán y Eva”.

Sana’a Mansour Al Hashem está de acuerdo en que la obra caritativa que su familia está realizando a través de la fundación Al JAHUTH resulta gratificante y satisfactoria.

“Cuando pongo la cabeza en la almohada, pienso que Dios está muy contento conmigo porque estoy ayudando a esas personas pobres”, dijo. “Dios nos ayudará cuando estemos haciendo cosas buenas”.

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.