El presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, compartió el siguiente mensaje en sus redes sociales el 4 de abril de 2024.
Queridos hermanos, hermanas y amigos, cuán agradecido estoy de que podamos ver, escuchar o asistir a la conferencia general de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días este fin de semana. Sé que las Autoridades Generales y los Oficiales Generales de la Iglesia que nos hablarán se han preparado cuidadosamente para enseñarnos lo que el Señor quiere que enseñen. Te animo a que veas cada sesión, y estes preparado para tomar nota de las impresiones espirituales que recibas.
Para cada uno de nosotros, el tiempo avanza. Como muchos de ustedes saben, me estoy acercando a mi cumpleaños número 100. Aunque mi cuerpo me recuerda todos los días que tiene casi un siglo de antigüedad y siendo sinceros no sé a dónde se han ido los años. Simplemente han pasado volando.
Como líderes mayores de la Iglesia, somos llamados a servir por el resto de nuestras vidas, a menudo mucho más allá de la “edad de jubilación”. Esto significa que es posible que veas a algunos de nosotros hablar mientras estamos sentados durante la conferencia general, o pregrabar nuestro mensaje para compartirlo en el momento apropiado, o incluso necesitar un poco de ayuda para llegar y pararnos de nuestros asientos en el centro de conferencias.
Desde mi punto de vista, esto es motivo de celebración. Doy gracias al Señor todos los días por el privilegio de seguir aquí con ustedes. Aprecio trabajar junto a colegas que están consagrando su vida al servicio de nuestro Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo, a pesar de los dolores y achaques que vienen con la avanzada edad. No tengo palabras para expresar lo agradecido que estoy por los fuertes colegas en los que puedo apoyarme de muchas maneras mientras nos esforzamos por servir al Señor.
Que cada uno de nosotros, independientemente de nuestras circunstancias individuales, prestemos atención con el corazón y mente abiertos a lo que escuchemos este fin de semana para que el Señor pueda continuar guiando a cada uno de nosotros en nuestros caminos individuales.
¡Feliz conferencia general, mis queridos hermanos y hermanas!