El presidente Russell M. Nelson, líder mundial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cumplirá 101 años el 9 de septiembre de 2025. Desde su llamamiento al Cuórum de los Doce Apóstoles en abril de 1984, ha visitado 133 países. En todo su ministerio y enseñanza, ya sea en persona o en línea, ha compartido un poderoso testimonio de Jesucristo.
En honor al cumpleaños número 101 del profeta, se invita a miembros y amigos de la Iglesia a compartir en redes sociales con la etiqueta #PresidentNelson101 las lecciones aprendidas del presidente Nelson y cómo sus enseñanzas han influido en su vida y les han acercado a Jesucristo.
A continuación, se destacan cinco de las muchas enseñanzas del presidente Nelson sobre el Salvador del mundo y el poder de Su Expiación:
Jesucristo es la fuente de la sanación
“Debido a que el Salvador se ofreció a Sí mismo como Expiación infinita, ustedes y yo tenemos la oportunidad, el privilegio, de ser perdonados cuando nos arrepentimos. También podemos acudir a Él para que sane nuestro corazón, nos dé fortaleza donde somos débiles y nos ayude a hacer cosas que simplemente no podemos hacer por nosotros mismos”. —2018 en Jerusalén.
Jesucristo es la fuente de salvación
“El llamado al apostolado es el de testificar ante el mundo en cuanto a la divinidad del Señor Jesús el Cristo. Sé que la salvación está basada en Él. Como le dijo el ángel del Señor al rey Benjamín: ‘La salvación fue, y es, y ha de venir en y por medio de la sangre expiatoria de Cristo, el Señor Omnipotente’.” —Conferencia General de abril de 1984.
Jesucristo es nuestra razón para ser optimistas
“Lo mejor está por llegar, mis queridos hermanos y hermanas, ¡porque el Salvador viene de nuevo! Lo mejor está por llegar porque el Señor está apresurando Su obra. Lo mejor está por llegar conforme volvamos por completo nuestro corazón y nuestra vida a Jesucristo”.
—Conferencia General de octubre de 2024. Enlace de Instagram aquí
Jesucristo es nuestro Maestro
“Le honramos como a la persona más importante que haya vivido sobre el planeta Tierra. Él es Jesús el Cristo, nuestro Maestro y más. […] Dondequiera que vaya, es mi llamamiento divino y mi sagrado privilegio el dar ferviente testimonio de Jesucristo. ¡Él vive! Lo amo. Me esfuerzo por seguirlo y estoy dispuesto a ofrecer mi vida a Su servicio. Como testigo especial Suyo, enseño de Él. Cada uno de ustedes tiene la responsabilidad de conocer al Señor, de amarlo, de seguirlo, de servirle, y de enseñar y testificar de Él”. —Devocional de BYU, febrero de 1992
Texto disponible en BYU Speeches
Jesucristo es nuestra esperanza para la vida después de la muerte
“Gracias a la Expiación de Jesucristo, nuestro cuerpo, corruptible en la vida terrenal, llegará a ser incorruptible. Nuestro ser físico, ahora sujeto a las enfermedades, a la muerte y al deterioro, adquiriría una gloria inmortal. Nuestro cuerpo, cuya vida se la debe a la sangre, y que va envejeciendo paso a paso, recibirá el sustento del espíritu, no envejecerá y superará los lazos de la muerte”. —Conferencia General de octubre de 1995.
Con su vida y ministerio, el presidente Nelson sigue invitando a volver el corazón a Jesucristo y a seguirlo con fe. Su ejemplo de servicio constante y testimonio inspira a millones en todo el mundo a vivir con esperanza, amor y gratitud hacia el Salvador. Como él, todos los apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son llamados como testigos especiales del nombre de Jesucristo (véase Doctrina y Convenios 107:23).