Resúmenes de los discursos de la Sesión de mujeres de la Conferencia General de abril de 2022

La Sesión de mujeres de la Conferencia General de abril de 2022 contó con cinco discursantes. A continuación se encuentran los resúmenes de cada discurso.

Presidente Dallin H. Oaks: Mensaje de introducción de la Primera Presidencia

En breves palabras, para iniciar la sesión, el presidente Oaks dijo que las sesiones del sábado por la noche de la conferencia general tienen una historia de diferentes propósitos y audiencias.

“Esta noche, esa historia se amplía al embarcarnos en un nuevo propósito y procedimiento para el futuro cercano”, dijo el presidente Oaks. “El evangelio de Jesucristo no cambia. La doctrina del Evangelio no cambia. Nuestros convenios personales no cambian. Pero, con el curso de los años, las reuniones que llevamos a cabo para transmitir nuestros mensajes sí cambian, y es muy probable que continúen cambiando con el tiempo”.

Esta sesión se centrará, agregó, en los asuntos que conciernen a las mujeres Santos de los Últimos Días.

“Lo que estamos iniciando aquí responde a los recursos de comunicación que actualmente están al alcance de los miembros y los líderes de la Iglesia del Señor en todo el mundo”, dijo el presidente Oaks. “La doctrina del evangelio de Jesucristo es para todos; ese es nuestro principal motivo y de ahí el alcance de esta difusión. Honramos a las hijas de Dios en esta sesión especial al concentrarnos en los asuntos que les conciernen a ellas y a sus organizaciones”.

El presidente Oaks concluyó invocando una bendición “sobre las líderes de estas organizaciones y sobre las fieles mujeres y jovencitas que prestan servicio al Señor en estas organizaciones y en su vida personal”.

Hermana Susan H. Porter: Lecciones junto al pozo

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Hace cinco años, cuando la hermana Porter, de la Presidencia General de la Primaria, lloró la muerte de su esposo, rogó a Dios que le diera guía. Unas semanas después, una pintura de la mujer samaritana junto al pozo con Jesús le llamó la atención. “Eso es lo que deberías hacer”, le dijo el Espíritu Santo. Ella dijo que se le estaba invitando a venir a Jesús y aprender.

La hermana Porter compartió tres lecciones que está aprendiendo al seguir ese consejo: 1) Nuestro pasado y presente no determinan nuestro futuro; 2) tenemos el poder de hacer el bien; y 3) aun los pequeños actos de bondad son significativos.

“Aunque se sientan solas cuando rujan las tormentas de la vida, ustedes pueden irradiar una luz en medio de la oscuridad de la incomprensión, la confusión y la incredulidad”, dijo la hermana Porter. “Su luz de la fe en Cristo puede ser firme y segura, y conducir a quienes las rodean al amparo y la paz. Hermanas, los corazones pueden cambiar y las vidas ser bendecidas conforme ofrezcamos una pizca de sal, una cucharadita de levadura y un rayo de luz”.

Hermana Rebecca L. Craven: Hacer lo que más importa

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La hermana Craven, de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, dijo: “Ser un discípulo de Jesucristo implica algo más que tener esperanza o creer. Exige esfuerzo, movimiento y compromiso”. Ella invitó a las mujeres a “hacer brillar nuestra luz del Evangelio en todo el mundo al dar un paso al frente y destacarnos”.

La hermana Craven animó a las mujeres a centrarse en cosas esenciales que brindan gozo duradero. Haciéndose eco de algunos de los consejos de la hermana Porter, la hermana Craven instó a las mujeres a ver un significado más profundo en lo que pueda parecer, a nivel individual, pequeñas ofrendas de servicio.

“No subestimemos nuestra capacidad de hacer las cosas que más importan”, dijo la hermana Craven. “Nuestro legado divino nos da valor y confianza para hacer y ser todo lo que nuestro amoroso Padre Celestial sabe que podemos ser”.

Presidenta Jean B. Bingham: Los convenios con Dios nos fortalecen, nos protegen y nos preparan para la gloria eterna

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La Presidenta General de la Sociedad de Socorro de la Iglesia (quien concluirá su servicio el 1 de agosto de 2022; véase este artículo) comparó los convenios que los Santos de los Últimos Días hacen con Dios en los templos con escalar rocas. En el rápel, dijo ella, el tornillo de anclaje debe fijarse con seguridad y se debe confiar en un compañero de escalada que aplique tensión a la cuerda al descender.

“Con Jesucristo como nuestro anclaje y compañero perfecto, tenemos la seguridad de Su amorosa fortaleza durante las pruebas y de una liberación futura por medio de Él”, dijo la hermana Bingham. “El equipo espiritual que nos protege de quedar quebrantados contra las rocas de la adversidad son nuestro testimonio de Jesucristo y los convenios que hacemos”.

La hermana Bingham dijo que nunca estamos fuera del alcance sanador del Salvador. Pero, recalcó, “cada uno de nosotros debe ponerse el arnés y asegurarse de que los nudos estén bien hechos. Debemos elegir estar anclados al Salvador, estar unidos a Él por nuestros convenios”.

Élder G. Dale. Renlund: “Su naturaleza divina y destino eterno”

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El élder Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, invitó a las mujeres a centrar su vida en Jesucristo y a recordar las verdades fundamentales que se encuentran en el lema de las Mujeres Jóvenes de la Iglesia.

“La doctrina profunda que se enseña en el lema de las Mujeres Jóvenes es importante para las mujeres jóvenes, pero se aplica a todos, incluyendo a aquellos de nosotros que no somos mujeres jóvenes”, dijo del élder Renlund.

La primera oración del lema recuerda a las mujeres que son hijas de padres celestiales. Este, dijo el Apóstol, es una de las creencias distintivas de la Iglesia. Dijo que lo que se sabe acerca de la madre celestial se resume en este ensayo sobre temas del Evangelio. “Una vez que hayan leído lo que se encuentra allí, sabrán todo lo que yo sé sobre el tema”, dijo del élder Renlund. “Ojalá supiera más. Es posible que ustedes también sigan teniendo preguntas y quieran hallar más respuestas. El procurar más entendimiento es una parte importante de nuestro desarrollo espiritual, pero, por favor, sean prudentes. La razón no puede reemplazar la revelación”.

El élder Renlund mencionó otros aspectos del lema de las Mujeres Jóvenes: la naturaleza divina de las mujeres, nuestro destino eterno, la importancia de llegar a ser como Jesús, la necesidad de ser siempre testigos de Dios y el don de la superación personal diaria.

“Todos los miembros de la Iglesia son necesarios como testigos de Dios”, dijo. “Imaginen un partido de fútbol en el que solo el portero protege la portería. Sin la ayuda de los demás jugadores del equipo, ese portero no podrá defender adecuadamente la portería y el equipo siempre perderá. De igual manera, se nos necesita a todos en el equipo del Señor.

El Apóstol animó a las mujeres a centrarse en la expiación de Cristo, la cual permite que todas las personas podamos “arrepentirnos, aprendamos de nuestros errores y no ser condenados por ellos”.

“Nuestro Padre Celestial desea que ustedes se conviertan en Sus herederas y reciban todo lo que Él tiene”, concluyó del élder Renlund. “Él no puede ofrecerles más, no puede prometerles más. Él las ama más de lo que ustedes saben y quiere que sean felices en esta vida y en la vida venidera”.