La Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha publicado la fecha de la ceremonia de la palada inicial del Templo de San Luis Potosí, México.
La ceremonia de la palada inicial se llevará a cabo el sábado 9 de marzo de 2024. El élder Sean Douglas, Setenta Autoridad General, presidirá y ofrecerá la oración dedicatoria. La asistencia al sitio será solo por invitación.
El Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, anunció esta Casa del Señor en abril de 2022. “El ímpetu espiritual positivo aumenta a medida que adoramos en el templo y crecemos en nuestra comprensión de la amplitud y profundidad de las bendiciones que allí recibimos”, dijo, al anunciarse diecisiete templos nuevos, entre ellos el Templo de San Luis Potosí, México.
Esta nueva casa del Señor se edificará en un terreno de 1,57 hectáreas (3,87 acres). Los planes contemplan un templo de una sola planta de unos 860 metros cuadrados (9300 pies cuadrados). Este será el primer templo de la ciudad y su ubicación se anunció en octubre de 2022.
En México, hay templos dedicados en Ciudad Juárez, Colonia Juárez, Guadalajara, Hermosillo, Mérida, Ciudad de México, Monterrey, Oaxaca, Tampico, Tijuana, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz y Villahermosa. También hay templos en construcción o anunciados en Cancún, Cuernavaca, Ciudad de México Benemérito, Pachuca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Toluca,Torreón y Tula.
La predicación del Evangelio restaurado de Jesucristo en México comenzó durante la década de 1870. En 1961, se organizó una estaca (similar a una diócesis) en la Ciudad de México. En 1983, se dedicó un templo en la Ciudad de México.
En México hay más de 1,5 millones de Santos de los Últimos Días en más de 1860 congregaciones.
Los templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días difieren de los centros de reuniones o capillas, donde los miembros se reúnen para llevar a cabo los servicios de adoración dominicales. Un templo se considera una Casa del Señor, donde las enseñanzas de Jesucristo se reafirman por medio del matrimonio, el bautismo y otras ceremonias que unen a las familias por la eternidad.