La Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha anunciado la fecha ceremonia de la palada inicial del Templo de Cali, Colombia. La ceremonia se llevará a cabo el sábado 1 de marzo de 2025. El élder Jorge T. Becerra, presidente del Área Sudamérica Noroeste de la Iglesia, presidirá el evento.
La asistencia a esta ceremonia será solo por invitación. Se comunicarán detalles adicionales a medida que se acerque la fecha de la palada inicial.
El Templo de Cali, Colombia, estará en un terreno de 3.14 acres en La Flora en Cali, Colombia. Los planes contemplan un templo de un solo piso de aproximadamente 9,500 pies cuadrados.
El presidente Nelson anunció este templo durante la Conferencia General de abril de 2021.
"Mantengan sus convenios y bendiciones del templo en primer plano en la mente y el corazón. Sean fieles a los convenios que han hecho", dijo entonces.
El Templo de Cali, Colombia, es el tercer templo anunciado del país. Los otros templos en funcionamiento o anunciados en Colombia están en Bogotá, Barranquilla y Medellín.
Colombia fue dedicada para la predicación del Evangelio por el élder Spencer W. Kimball, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en mayo de 1966. Después de que se creó una misión allí en 1971, el crecimiento de la Iglesia en el país se aceleró enormemente. Casi 12 000 Santos de los Últimos Días residían en Colombia cuando se organizó su primera estaca (un grupo de varias congregaciones) en 1977.
Hoy en día, Colombia es el hogar de más de 215 000 Santos de los Últimos Días en casi 260 congregaciones.
Los Santos de los Últimos Días consideran cada templo una Casa del Señor y el lugar de adoración más sagrado de la tierra. Los templos son diferentes de los centros de reuniones (capillas). Todas las personas son bienvenidas a los servicios de adoración dominicales y a otras actividades entre semana en los centros de reuniones locales. El propósito principal de los templos es que los miembros fieles de la Iglesia de Jesucristo participen en ceremonias sagradas, tales como matrimonios, que unen a las familias para siempre, o bautismos por representante a favor de antepasados fallecidos que no tuvieron la oportunidad de ser bautizados en vida.