El 6 de abril de 1830 fue organizada La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Fayette, Nueva York, Estados Unidos, tal como Dios lo reveló por medio de José Smith y los profetas que le sucedieron como presidentes de la Iglesia.
La organización de la Iglesia es parte de la restauración del evangelio de Jesucristo. Se emplea la expresión “Evangelio restaurado” para destacar su restauración desde los tiempos del Nuevo Testamento (Hechos 3:21).
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Los Santos de los Últimos Días creen que la autoridad divina se perdió en la iglesia de la antigüedad tras la muerte de los apóstoles y que se requirió una restauración por intervención divina. La restauración de la autoridad del sacerdocio por medio de José Smith en la primera parte del siglo XIX fue un acto literal mediante visitas angélicas de aquellos que habían poseído la autoridad en la antigüedad.
En los primeros años de la Iglesia restaurada, José organizó un programa misional internacional y también una de las organizaciones para mujeres más grande del mundo, conocida como la Sociedad de Socorro. Supervisó la edificación de tres ciudades y dirigió la construcción de dos templos, al mismo tiempo que sufría intensa persecución a manos de las turbas locales, las cuales con el tiempo expulsaron a los miembros de la Iglesia de las tres ciudades que José estableció.
La iglesia que se estableció en 1830 actualmente es una religión global que cuenta con más de 16 millones de miembros, y José Smith mismo es considerado por los Santos de los Últimos Días el profeta preeminente de la era moderna.
“Con alegría declaramos que la Restauración prometida avanza por medio de la revelación continua. La tierra jamás volverá a ser la misma, dado que Dios ‘reunir[á] todas las cosas en Cristo’ (Efesios 1:10)”. -La Restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo, una proclamación para el mundo en el bicentenario