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Nota de prensa

Se inaugura un centro de respuesta ante emergencias en Barbados

Este nuevo recurso, respaldado por el Programa Mundial de Alimentos y la Iglesia, mejora la preparación y la respuesta ante desastres

Justo a tiempo para el comienzo de la temporada de huracanes en el Atlántico en 2025, que comenzó el 1 de junio, ha empezado a funcionar un nuevo centro de respuesta ante emergencias en el Caribe. El lunes 26 de mayo de 2025 se inauguró oficialmente el Centro Regional de Logística y Centro de Excelencia del Caribe en el Aeropuerto Internacional Grantley Adams de Barbados. 

Este centro cuenta con una ubicación estratégica para reducir los tiempos de respuesta a siete días, tiene capacidad para 1300 palés y cuenta con 112 metros cúbicos de almacenamiento en frío.  

Refiriéndose a la respuesta ante desastres, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, dijo: “Si hay que esperar a que [los suministros] lleguen desde Panamá, hay una distancia de 1900 kilómetros (1200 millas). Si hay que traer [suministros] desde Miami, la distancia es de 2400 kilómetros (1500 millas) […]. Esta es una solución perfecta”. 

Mottley continuó: “Este [centro] salvará vidas. Seamos muy claros: se trata de hacer llegar alimentos y suministros mucho más rápido a quienes los necesitan”.  

Esta iniciativa marca un hito significativo en la colaboración, que ya dura once años, entre el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Las organizaciones se han comprometido a mejorar la preparación y la respuesta ante desastres en el Caribe, una región que con frecuencia sufre el impacto de desastres naturales. El WFP y la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres (CDEMA, por sus siglas en inglés) supervisan el centro, con un apoyo significativo del Programa Mundial de Alimentos de EE. UU. (2,3 millones de dólares) y de la Iglesia (2 millones de dólares). 

Lola Castro, directora regional del WFP para América Latina y el Caribe, dijo que el nuevo centro será de gran ayuda para las víctimas de desastres. 

“Hay algo que me impide dormir por las noches: después de un huracán o un terremoto, ¿cuánto tiempo van a estar las personas bajo el agua, sin refugio, sin cama o sin poder comer?”, dijo Castro. “¿Cuántos días vamos a dejar que estén ahí, especialmente las mujeres y los niños? Este centro será la solución. Con este centro, solo tendrán que esperar veinticuatro, cuarenta y ocho o setenta y dos horas para recibir refugio, filtros de agua y comida”. 

Un doble propósito para la resiliencia regional 

El centro cumplirá dos funciones fundamentales: 

  1. Almacén logístico: actúa como un almacén central para guardar materiales, equipos y suministros de socorro en caso de desastre, lo que facilita una respuesta rápida a los desastres naturales en todo el Caribe. 
  2. Centro de excelencia: funciona como centro de capacitación para mejorar la capacidad de respuesta en casos de desastre por parte de los organismos nacionales de gestión de desastres y las organizaciones de labor humanitaria. Los talleres y simulacros fomentarán la innovación y el intercambio de conocimiento, y dotarán a los equipos de socorro de competencias básicas. 

El élder Claude Gamiette, Setenta de Área de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hizo hincapié en el profundo compromiso de la Iglesia con la labor humanitaria. 

“La Iglesia quiere ayudar a todas las personas. Todos somos hijos del Padre Celestial y el mandato de la Iglesia es hacer lo que Cristo haría”, dijo el élder Gamiette. “La preparación no solo nos permite responder a nuestras necesidades, sino también a las necesidades de los demás. Cuanto mejor preparados estemos, mejor podremos servir a los demás”. 

La primera ministra Mottley expresó su gratitud al Gobierno de Barbados, al Programa Mundial de Alimentos, a la Iglesia de Jesucristo y a otras entidades por su papel en el desarrollo del centro. También destacó el enfoque filantrópico que la Iglesia adopta para satisfacer las necesidades humanitarias. 

“No hemos aprovechado lo suficiente la importancia de la filantropía, ya sea que provenga de fuentes como esta maravillosa Iglesia, que sigue considerando que su misión evangélica no solo consiste en alimentar las almas de su gente, sino también en garantizar que los cuerpos de las personas se mantengan a salvo”, afirmó Mottley. “Ruego que otros sigan el ejemplo [de la Iglesia] y ayuden al Programa Mundial de Alimentos a llenar este almacén”. 

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Representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas se toman una foto juntos después de la inauguración del Centro Regional de Logística y Centro de Excelencia del Caribe en Christ Church, Barbados, el lunes 26 de mayo de 2025. © 2025 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.
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Ubicación estratégica e impacto en el mundo real

“La capacidad de ubicar bienes y equipos antes de un desastre no tiene precio”, agregó Wilred Abrahams, ministro del Interior, Información y Asuntos Públicos de Barbados. “Tras un desastre, no es el momento de comenzar a organizarse. Se deben coordinar y poner en marcha las políticas [y] los procedimientos con anterioridad, y se debe saber exactamente lo que hay disponible para poder responder de inmediato. Y este [centro] es una parte fundamental de esa tarea”. 

El centro se construyó en Barbados debido a su clima y su ubicación geográfica ideales, ya que se encuentra estratégicamente cercano a los posibles eventos relacionados con el clima para el almacenamiento y la distribución eficientes de materiales esenciales. 

Elizabeth Riley, directora ejecutiva de CDEMA, señaló que esta agencia se ha activado en diecinueve ocasiones en los últimos veinticinco años, el ochenta y cuatro por ciento de ellas debido a peligros meteorológicos. Mencionó el huracán Beryl del año pasado, la tormenta más temprana registrada, como ejemplo de las incertidumbres del cambio climático y las complejidades logísticas que presenta. Antes incluso de que finalizara oficialmente su construcción, ya se utilizaron partes del centro para ayudar a los residentes afectados por el huracán Beryl en Carriacou y la isla Unión. 

Con una capacidad para 1300 palés y con 112 metros cúbicos de almacenamiento en frío, el centro puede reducir los tiempos de respuesta en siete días porque ubica con antelación los suministros cerca de zonas de alto riesgo, lo que evita retrasos en el abastecimiento. El Centro de Excelencia, que se encuentra dentro del Centro Regional de Logística, mejorará la preparación y respuesta ante desastres en el Caribe. Albergará instalaciones de capacitación, y reunirá a organismos nacionales de gestión de desastres, organizaciones de labor humanitaria y expertos en logística a fin de intercambiar prácticas, mejorar la coordinación y desarrollar capacidad de respuesta. Los talleres y simulacros fomentarán la innovación y el intercambio de conocimientos, y dotarán de competencias esenciales a los equipos de socorro. 

En palabras de Castro, este centro es “más que un almacén”. Y concluyó diciendo: “Es un lugar donde todos los países de la región, todos los [colaboradores] del Caribe, pondrán los activos que ayudarán a salvar vidas”. 

El acto inaugural concluyó con el descubrimiento de una placa y una recepción. 

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