Un año sin igual: La Iglesia registra un crecimiento mundial sin precedentes

El panorama religioso del mundo está experimentando un cambio interesante. En los Estados Unidos, por ejemplo, la disminución de personas que se identifican como cristianas parece estar estabilizándose. Varios autores y periodistas de medios como el New York Times o Vanity Fair han señalado que la fe está recuperando adeptos.

En este contexto, llegan noticias alentadoras sobre el crecimiento acelerado de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Una época extraordinaria de crecimiento de la Iglesia

Al dirigirse a los nuevos líderes de misión este verano en el Centro de Capacitación Misional de Provo, el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ofreció una importante reseña del reciente crecimiento de la Iglesia. El apóstol dijo que, en 2024, 308 000 personas se unieron a la Iglesia: un aumento de alrededor de 50 000 más que en 2023 y el mayor número de conversos en un cuarto de siglo.

El élder Cook dijo a los líderes de misión que, desde el 1 de junio de 2024 hasta el 31 de mayo de 2025, los bautismos de conversos fueron los más altos de cualquier período de doce meses en la historia de la Iglesia. Cada región del mundo experimentó un aumento de al menos un 20 % en los bautismos de conversos en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período de 2024.

Lo mismo ocurre un mes después. En los últimos doce meses hasta el 30 de junio de 2025, la Iglesia tuvo más bautismos de conversos que en cualquier otro período de doce meses en los 195 años de historia de la religión.

“Es extraordinario”, dijo el élder Cook. “Sorprendentemente, cada Área del mundo está encontrando a estos conversos de maneras que se adaptan a las necesidades y circunstancias singulares de su región específica del mundo. ¡Ver este progreso me llena de entusiasmo, y espero que también a ustedes les resulte emocionante! Este es un momento bendito y sin precedentes para servir como líder de misión. Ustedes tienen la oportunidad especial de ser parte de algo significativo e histórico. ¡Qué gran bendición!”.

El élder Cook también señaló que los nuevos miembros de la Iglesia asisten a los servicios de adoración semanales en mayor proporción. Además, dijo que los esfuerzos por volver a hacer participar y enseñar a las personas a las que se enseñó anteriormente condujeron a casi 40 000 de los bautismos del año pasado: un número que ha experimentado un crecimiento en los últimos años gracias a los avances tecnológicos.

Durante el seminario anual, los nuevos líderes de misión reciben una capacitación exhaustiva centrada en preparar a los misioneros jóvenes para invitar a otras personas a “venir a Cristo”. Los apóstoles hacen hincapié en ayudar a los demás a comprender la doctrina de Cristo y a tener experiencias espirituales poderosas que los ayuden a mantenerse activos y participar en la Iglesia. El aumento sostenido de bautismos a nivel mundial valida estos esfuerzos.

“Agradecemos al Señor por permitirnos ser testigos de Su mano en estos extraordinarios resultados”, dijo el élder Cook. “Él es la razón de este crecimiento significativo”.

Historias personales

Este crecimiento es extraordinario, no por los números sino por las vidas individuales que cambian para bien por medio del Evangelio de Jesucristo. Esto se puede ver en diversas historias personales publicadas recientemente en el canal principal de Instagram de la Iglesia.

Alphanso, un liberiano que se mudó a los Estados Unidos en 2017, conoció a dos misioneros en un colegio universitario comunitario en San Diego, California. Ellos le presentaron la Iglesia.

“Nunca antes había tenido una relación personal con Dios”, dijo Alphanso, “pero algo en cuanto a lo que me comunicaron me pareció real, como si tuviera un propósito”.

Asistir a la iglesia lo ancló a su nueva fe.

“Cuando empecé a ir a la iglesia, era diferente. A la gente realmente le importaba. Me preguntaban cómo me sentía. Me sentí tenido en cuenta de una manera que no había experimentado antes”, dijo Alphanso. “Aprendí a orar. Empecé a sentir una fortaleza tranquila, como si ya no estuviera solo. Desde entonces, mi fe se ha convertido en parte de quién soy. Me mantiene centrado; me recuerda lo que importa, como la familia, el servicio y el llegar a ser mejor”.

Idrienne, una abogada de Washington D. C., creció asistiendo a una iglesia no confesional con su madre. Al entrar en la edad adulta, comenzó una búsqueda “agotadora” por encontrar una nueva iglesia. Buscaba un lugar con personas de su edad, un lugar donde pudiera servir y un lugar donde el Evangelio de Cristo fuera parte de la vida cotidiana.

Un domingo, asistió a una congregación de Santos de los Últimos Días.

“La calidez y la amabilidad de la congregación me llegaron al corazón”, dijo Idrienne. “Por primera vez, sentí que había encontrado lo que estaba buscando. Me prometí a mí misma que si volvía a tener ese sentido de pertenencia, seguiría adelante. Y así fue”.

Se puso en contacto con los misioneros y finalmente se bautizó.

“Al reflexionar sobre dónde comencé, perdida y buscando, y ver dónde estoy ahora, rodeada de amor, siento que es un verdadero regalo”, dijo Idrienne. “Mi vida, la familia de Cristo que he encontrado y las relaciones que he cultivado son parte de un trayecto que continúa desarrollándose. No lo cambiaría por nada”.

Tras mudarse a Utah, Ali sintió curiosidad por saber cómo la creencia en Jesucristo influía en la vida de sus nuevos amigos y cómo se comparaba eso con sus propias creencias.

“Recuerdo haber asistido a la Iglesia por primera vez, donde sentí el Espíritu Santo de una manera que no había sentido antes”, dijo Ali. “Me ablandó el corazón y, aunque no lo entendía todo, me abrió la puerta a algo nuevo”.

Si bien su recorrido no estuvo exento de dificultades, Ali dijo que no se arrepiente.

“Elegir seguir a Jesucristo es la mejor decisión que he tomado, y me ha llevado a una comprensión más profunda del amor de Dios”, dijo. “Sé que mi trayecto es solo el comienzo y estoy entusiasmado por seguir aumentando mi fe y servir a Jesucristo”.

“Lo mejor está por llegar”

Más de 195 años después de su fundación, la Iglesia de Jesucristo sigue creciendo y procurando difundir luz y esperanza. En la actualidad, la Iglesia tiene más miembros (17,5 millones), misioneros (80 000), congregaciones (31 670), misiones (450) y templos (382) que nunca. La Iglesia participa en más proyectos humanitarios que nunca (lo que incluye 1450 millones de dólares estadounidenses en gastos de esa índole tan solo en 2024). Además, continúa conectando a la familia humana mundial por medio de los servicios genealógicos gratuitos de FamilySearch, que ahora tiene en sus archivos más de 20 mil millones de nombres e imágenes que permiten búsquedas.

De importancia adicional es el creciente número de jóvenes adultos que participan. Este florecimiento se puede ver en la actividad del Sistema Educativo de la Iglesia. La Iglesia tiene un programa de Seminario (educación religiosa para adolescentes) e Instituto (educación religiosa para adultos) en todo el mundo. En el año escolar 2023–2024, las inscripciones en Seminario e Instituto alcanzaron máximos históricos: 427 642 alumnos de Seminario y 384 095 alumnos de Instituto.

“Se escuchan algunas narrativas que dicen: ‘Ah, la gente está perdiendo la fe’ o ‘No están participando en la iglesia’, pero actualmente asiste a Seminario el porcentaje más alto en la historia de la Iglesia. Eso también se aplica a Instituto”, dijo el élder Clark G. Gilbert, comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia.

Este crecimiento, añadió él, no se da solo en África.

“Está aquí mismo, en los Institutos de los Estados Unidos: la Universidad de Utah, la Universidad Estatal de Arizona [y otros]. Los Institutos en los Estados Unidos están creciendo”, dijo el élder Gilbert.

También hay un crecimiento significativo en las tres universidades de la Iglesia. A partir del otoño de 2024, cada institución de educación superior registró tasas récord de inscripción. BYU–Idaho tuvo su clase inscrita más numerosa (22 904).

¿A qué se debe este crecimiento y actividad? El élder D. Todd Christofferson dijo que se trata de la obra que Dios está haciendo en los corazones humanos.

“El Señor está obrando; el Espíritu está obrando en esta generación, y ellos lo sienten”, dijo el élder Christofferson. “La mitad de los obreros del Templo de Rexburg, Idaho, son estudiantes de BYU–Idaho. Ese es solo un indicador que muestra lo que está sucediendo en la vida espiritual de ellos […]. Creo que se están volviendo al Señor. Su fe está creciendo; responden al Espíritu y a las impresiones espirituales”.

Mirando hacia el futuro de la religión, los creyentes de todo el mundo pueden encontrar gran consuelo en las palabras del presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, quien nos recuerda: “Lo mejor está por llegar”.