El presidente Nelson dedica el Templo de Syracuse, Utah

El Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, dedicó el Templo de Syracuse, Utah, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el domingo 8 de junio de 2025. Este es el vigésimo cuarto templo dedicado en Utah (el Templo de Salt Lake y el Templo Rock Canyon, Provo, Utah, están en renovación) y el templo número 206 de la Iglesia.

“Esta es la Casa del Señor”, dijo él, “está llena de Su poder. Aquellos que viven Sus leyes mayores tienen acceso a Su poder mayor. El poder de Dios nos ayuda a crecer a través de las pruebas de la vida, en lugar de ser derrotados por ellas”.

El presidente Nelson estuvo acompañado por su esposa, Wendy; el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, Mary; el élder Kevin R. Duncan, Director Ejecutivo del Departamento de Templos, y su esposa, Nancy; y el élder Hugo E. Martínez, de la Presidencia del Área Utah, y su esposa, Nuria.

En sus palabras previas a la oración dedicatoria, el presidente Nelson comparó la ciudad del nuevo templo con Siracusa, en Italia, donde el apóstol Pablo “estuv[o]… tres días” (Hechos 28,12) de camino a Roma.

“De manera similar, esta zona de la viña del Señor situada en Syracuse, Utah, es importante para el Señor. Se la conoce por producir jóvenes valientes, familias fuertes y santos que están dispuestos a dejar que Dios prevalezca en su vida”.

El presidente Nelson prometió varias bendiciones conforme los Santos de los Últimos Días locales asistan y adoren en el nuevo templo, entre ellas paz, protección y revelación personal.

“A medida que busquen sinceramente a Jesucristo, lo encontrarán aquí, en Su santa casa. Aquí sentirán Su misericordia. Aquí encontrarán respuestas a sus preguntas más inquietantes. Comprenderán mejor el gozo de Su Evangelio”, dijo él.

El presidente Nelson también hizo hincapié en las bendiciones que los templos hacen posibles mediante la restauración del Evangelio de Jesucristo:

“¡Somos un pueblo muy bendecido! Piensen en cómo su vida es diferente gracias a la restauración del Evangelio de Jesucristo. Sin ella, no tendríamos conocimiento de la plenitud del Evangelio, ni ordenanzas del sacerdocio, ni templos.

“Sin embargo, gracias a la restauración del sacerdocio, ¡ustedes y yo podemos ser sellados a nuestros seres queridos por toda la eternidad! ¡Piensen en cuán maravilloso es eso! ¡Cada uno de nosotros puede ser investido con el poder de Dios! Cada uno de nosotros puede recibir el don y la ministración del Espíritu Santo. Podemos tener ángeles que velen por nosotros. Gracias al Espíritu del Señor, nunca tenemos que sentirnos solos”.

El presidente Nelson anunció el Templo de Syracuse, Utah, durante la Conferencia General de abril de 2020. El 12 de junio se llevó a cabo la ceremonia de la palada inicial y el programa de puertas abiertas del templo concluyó el sábado 31 de mayo de 2025.

Además del nuevo templo en Syracuse, los templos que actualmente están en funcionamiento en el estado se encuentran en American Fork (Mount Timpanogos), Bountiful, Brigham City, Cedar City, Draper, Layton, Logan, Manti, Monticello, Ogden, Orem, Payson, Provo (Centro de la Ciudad de Provo), Saratoga Springs, South Jordan (Jordan River y Oquirrh Mountain), St. George (Red Cliffs y St. George), Taylorsville, Tooele (Deseret Peak) y Vernal. Los templos en construcción en Utah se encuentran en Ephraim, Heber Valley, Lindon y Smithfield. El Templo Rock Canyon, Provo, Utah y el Templo de Salt Lake están actualmente en renovación. Los templos de Lehi, Price y West Jordan se anunciaron en 2024. En abril de 2025 se anunció un templo en Spanish Fork.

En Utah viven más de 2,2 millones de Santos de los Últimos Días, aproximadamente dos tercios de la población del estado, que es de 3,5 millones de personas.

Los Santos de los Últimos Días adoran en los templos por varias razones: para sentir el amor y la paz de Dios, para aprender más sobre el plan de Dios para Sus hijos y el Evangelio de Jesucristo, para hacer promesas a Dios y a su esposo o esposa, y para unir a las familias en esta vida y en la venidera mediante ordenanzas sagradas.