El presidente Nelson rededica la Casa del Señor en Washington, D.C.

La Casa del Señor en Washington, D.C., fue formalmente rededicada el domingo 14 de agosto de 2022.

“Te pedimos que aceptes esta casa como nuestra ofrenda a Ti y a tu Hijo como un lugar digno de Tu Santa habitación”, oró el presidente Russell M. Nelson de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. “Y te pedimos que… hagas [de esta casa] un refugio para todos los que entren en sus recintos. Bendice a todos los que pisan estos terrenos, sea cual sea el propósito, para que sientan Tu presencia y se vayan con un renovado sentido de esperanza y un mayor deseo de acercarse a Ti y a Tu Hijo”.

La oración dedicatoria del domingo por la mañana del Profeta, fue la Piedra Angular de una renovación de cuatro años de este templo que se completó por primera vez en la capital de la nación en 1974. (Vea los detalles de la renovación). La dedicación convierte al templo en un lugar de adoración para los Santos de los Últimos Días que califica para una recomendación para el templo.

“Hoy, estamos siempre agradecidos por el libre ejercicio de la religión garantizado por la Constitución inspirada de los Estados Unidos de América”, oró el profeta. “Estamos agradecidos por esa Constitución y por los líderes de esta gran nación, pasada, presente y futura. Por favor, bendícelos con el deseo de hacer lo correcto”.

Continuó: “Somos conscientes de los muchos embajadores y diplomáticos que vienen a esta gran ciudad de muchas naciones del mundo. Oramos para que los bendigas a ellos y a todos Tus hijos con el deseo de buscarte y guardar Tus mandamientos. Bendice a Tus hijos del convenio para que sean faros de luz espiritual y justicia para el mundo entero”.

En comentarios antes de la oración dedicatoria, el presidente Nelson

enseñó a los Santos de los Últimos Días que “los templos y los convenios del templo siempre han sido importantes para Dios y Su pueblo del convenio. Piénsenlo: Adán y Eva, Abraham y Sara, Lehi y Saríah [del Libro de Mormón] todos hicieron convenios con Dios como lo hacemos hoy”.

El patrón antiguo está conectado con los tiempos modernos a través de la construcción de templos de los Santos de los Últimos Días del siglo XIX en Ohio, Illinois y Utah, dijo el profeta . Hoy, la Iglesia de Jesucristo tiene 167 templos en funcionamiento y otros 51 en construcción.

“Cada templo es un símbolo de nuestra membresía en la Iglesia, una señal de nuestra fe en la vida después de la muerte y un paso sagrado hacia la gloria eterna para nosotros y nuestras familias”, dijo el presidente Nelson. “Les prometo que si dedican tiempo a estar en el templo con regularidad, su vida cambiará. Bendecirá a sus familias, fortalecerá su fe y les abrirá las ventanas de los cielos”.

Otros líderes que hablaron en la sesión dedicatoria del domingo por la mañana fueron el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y la hermana Amy A. Wright, de la Presidencia General de la Primaria. También hablaron Bill Marriott Jr. y su hermano Dick, de Marriott International.

El domingo se celebraron otras dos sesiones dedicatorias. El presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero del presidente Nelson, dirigió la segunda sesión. El presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero, dirigió la tercera sesión. Además de sus propios comentarios, ambos leyeron la misma oración preparada por el presidente Nelson.

El presidente Oaks dijo que la adoración que ocurre dentro de los templos “está centrada en Jesucristo. Todo lo que se aprende y se hace aquí depende de Él. … Aquí en Su casa, tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo, que, entre otros significados, se refiere a Su obra. Todos los que vienen aquí participan en esa obra salvadora”.

Además, dijo el presidente Oaks, la enseñanza que se ofrece dentro de los templos es “el conocimiento más importante que podemos aprender en la vida terrenal. Ese es el conocimiento de la eternidad: quiénes somos, el propósito de nuestra experiencia terrenal, qué debemos hacer aquí y adónde estamos destinados a ir después de esta vida terrenal”.

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, también habló el domingo por la tarde.

En la sesión final, el presidente Eyring dijo que todo lo que se hace en un templo está diseñado para llevar “nuestros corazones a amar a nuestro Padre Celestial y al Señor Jesucristo”, inspirar asombro en la Creación y ayudarnos a sentir el amor que Dios tiene por cada persona.

El presidente Eyring dijo que los Santos de los Últimos Días que adoran con frecuencia en los templos sentirán un mayor amor y fe en sus familias, un mayor poder espiritual en tiempos difíciles y la seguridad del perdón y un cambio positivo.

“A medida que vamos fielmente al templo, podemos recordar mejor los convenios que hacemos allí”, dijo el presidente Eyring. “Con ese recuerdo, seremos más capaces de vencer las tentaciones y de sobrellevar nuestras pruebas”.

El domingo por la noche también hablaron el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, el Obispo Presidente Gérald Caussé y el élder Kevin R. Duncan, director ejecutivo del Departamento de Templos.

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Mientras el presidente Nelson y su esposa, la hermana Wendy Nelson, caminaban por los terrenos del templo el sábado, el profeta comentó sobre la excelente artesanía del renovado templo.

“Solo pensar en la magnificencia del trabajo que se ha hecho embelleciendo, renovando este templo. Estamos muy agradecidos”, dijo. “Este templo se mantendrá en pie por otra generación o dos antes de que tenga que ser rehecho”.

Los Santos de los Últimos Días locales dijeron que están ansiosos por volver a adorar en el Templo de Washington D.C.

“Es un fin de semana glorioso”, dijo Carolyn Colton, una de las muchas voluntarias que ayudaron durante la jornada de puertas abiertas de dos meses. “Estoy emocionado de que se convierta nuevamente en una casa de adoración. Realmente he extrañado poder ir al templo cuando quiero”.

Algunos dijeron que sienten la luz del templo, la luz de Jesucristo, extendiéndose por el área.

“Siento el poder del templo recorriendo la ciudad”, dijo Chase Kimball, bisnieto de Spencer W. Kimball (quien dedicó el templo en 1974) y obispo del Distrito 3 de Washington D.C. “Incluso las personas que son solo amigos, solo conocidos de nosotros como miembros de la Iglesia, pueden sentir un espíritu especial que está aquí en este momento”.

“Creo que [esta Casa del Señor es] una bendición para toda la región”, agregó Alvin Jackson, presidente de la Estaca Norte de Jóvenes Adultos Solteros de Washington D.C. “Este lugar será un refugio en los últimos días para las personas que buscan esperanza o guía o seguridad. … Representa a Jesucristo. Y necesitamos mucho más de Él en nuestras vidas para ayudar a sanar a esta nación, a este país y a este mundo en general”.