Líderes de la Cruz Roja Estadounidense visitan los sitios humanitarios de la Iglesia

Cuatro líderes de la Cruz Roja Estadounidense (ARC, por sus siglas en inglés) visitaron la Manzana de Bienestar y el Almacén Central del Obispo en Salt Lake City el martes 19 de agosto de 2025. Vinieron para aprender más sobre el servicio humanitario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y para fortalecer los lazos con los líderes de la Iglesia.

“Quienes lideran misiones de ayuda humanitaria, como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, son cruciales para la Cruz Roja, ya que dan impulso a nuestra labor a través del voluntariado, brindan una capacidad de respuesta inmediata en momentos de crisis y dan apoyo a los servicios de donación de sangre que salvan vidas”, dijo Trevor Riggen, presidente de Servicios Humanitarios de la Cruz Roja Estadounidense. “Estamos profundamente agradecidos por la sincera generosidad de la Iglesia, que nos ayuda a garantizar nuestra capacidad para cuidar de los necesitados cuando sucede algo impensado”.

Otras tres personas de la División Suroeste y de las Montañas Rocosas de la ARC se unieron a Riggen: Chad Priest, vicepresidente de la división; Steven Greimann, vicepresidente de recaudación de fondos de la división; y Jennifer Alt, directora de filantropía de la división.

Esta visita de los líderes de la Cruz Roja se produjo doce días después del anuncio de que la Iglesia donará 5,1 millones de dólares estadounidenses para apoyar los esfuerzos clave de la ARC. Esto incluye programas de donación de sangre (que están recibiendo equipos para nuevos centros de donación) y proyectos de apoyo a tratamientos contra la anemia falciforme.

La Iglesia es el mayor patrocinador de las campañas de donación de sangre de la ARC. Los Santos de los Últimos Días han donado más de 1,3 millones de unidades de sangre, lo que ha salvado innumerables vidas. Además, los fondos de la Iglesia han dado apoyo a ocho centros móviles de donación de sangre, numerosos vehículos de emergencia comunitarios que entregan sangre que salva vidas de forma inmediata y equipo médico que mantiene las estanterías abastecidas.

“Nuestra colaboración con la Cruz Roja Estadounidense continúa siendo una poderosa expresión de la fe en acción”, dijo Blaine R. Maxfield, director gerente de Servicios de Bienestar y Autosuficiencia. “Cada acto de servicio, ya sea una donación de sangre o las respuestas ante desastres, ofrece alivio, sanación y esperanza a los hijos de Dios. Trabajar con la Cruz Roja Estadounidense nos permite atender situaciones urgentes mientras seguimos el ejemplo del Salvador de cuidar de los necesitados. Juntos podemos elevar a las comunidades de manera más eficaz”.

La Iglesia y la Cruz Roja Estadounidense

La Iglesia de Jesucristo y la Cruz Roja Estadounidense han trabajado juntos desde finales del siglo XIX. La fundadora de la Cruz Roja Estadounidense, Clara Barton, y Emmeline B. Wells, de la Sociedad de Socorro de la Iglesia, comenzaron a mantener correspondencia sobre la ayuda humanitaria durante la guerra entre España y Estados Unidos.

La Iglesia organizó su primera campaña de donación de sangre a la ARC en 1996 y es el mayor contribuyente individual a las campañas de donación de sangre de la Cruz Roja Estadounidense. Anualmente, los Santos de los Últimos Días donan aproximadamente 97 000 unidades de sangre en miles de campañas. En las últimas tres décadas, la Cruz Roja Estadounidense ha recolectado más de un millón de unidades a través de unas 37 000 campañas organizadas por la Iglesia.

Estas contribuciones están en consonancia con las labores filantrópicas mundiales de la Iglesia por ayudar a los necesitados, que el año pasado superaron los 1450 millones de dólares estadounidenses.

La donación de 5,1 millones de dólares de este año a la Cruz Roja Estadounidense da continuidad a un legado de generosidad. El año pasado, la Iglesia contribuyó con 7,35 millones de dólares para apoyar iniciativas de donación de sangre y otros programas de la Cruz Roja Estadounidense. A principios de este año, la Iglesia donó 1,2 millones de dólares para ayudar en las labores de socorro por los incendios forestales del sur de California, proporcionando alimentos, refugio y apoyo emocional. Recientemente, la Iglesia ayudó a la Cruz Roja Estadounidense en las labores de socorro por las inundaciones en Kerrville, Texas.