Aunque palabras tales como “cuarentena”, “cerrado”, “cancelado”, “en pausa” y “pospuesto” llenan las conversaciones en todo el mundo este año, 2020 no ha sido un año inactivo en absoluto para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El nuevo coronavirus interrumpió y alteró la vida de maneras innumerables, pero muchos aspectos esenciales para la Iglesia continúan sin interrupciones.
Las labores humanitarias de la Iglesia progresaron de una manera sin precedentes. La respuesta de la Iglesia a la pandemia se convirtió en el proyecto humanitario más grande de su historia. La adoración semanal en las capillas se detuvo temporalmente en marzo; sin embargo, la cultura de la Iglesia del estudio del Evangelio centrado en el hogar ayudó a los Santos de los Últimos Días a adaptarse a adorar y a estudiar las Escrituras en casa. La mayoría de los misioneros fueron llamados de regreso a sus países de origen o se les pidió que permanecieran más tiempo en aislamiento, pero, los misioneros continúan compartiendo mensajes sobre Jesucristo en línea. Se cerraron los templos durante unos meses antes de que se iniciara una reapertura gradual, prudente y cuidadosa en mayo. Se cancelaron las reuniones en persona de las conferencias generales y otras reuniones de grandes grupos de personas, pero los mensajes de los líderes de la Iglesia han seguido llegando a los miembros de todo el mundo gracias a la bendición de la tecnología.
El apoyo humanitario en respuesta al COVID-19 y a otros desastres graves
La Iglesia ha donado dinero en efectivo y productos para apoyar a más de mil labores de socorro frente al COVID-19 en todo el mundo. Esto incluye colaboraciones con Convoy of Hope, Feeding America, Partnership with Native Americans, el Ejército de Salvación, United Way y el Programa Mundial de Alimentos. Las donaciones de alimentos también aumentaron y se distribuyeron por todos los Estados Unidos. La Iglesia también respondió a muchos desastres naturales en todo el mundo, incluidos incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos, huracanes en el sur de los Estados Unidos y Centroamérica, y tifones en Filipinas.
Mensajes de esperanza y sanación del profeta
El presidente Russell M. Nelson compartió varios mensajes de esperanza y sanación a lo largo del año, incluso una oración de gratitud e invitaciones a las personas en todo el mundo para ayudar a sanar las relaciones y las comunidades fracturadas. Su mensaje en video del 20 de noviembre fue visto decenas de millones de veces y los usuarios de las redes sociales utilizaron el hashtag #DaGracias en millones de publicaciones sobre la gratitud.
Algunas personas de otras religiones expresaron agradecimiento por el mensaje. “Vi esto como una persona de afuera, concretamente como judío”, dijo alguien que comentó en Facebook. “Estoy muy implicado en mi religión, pero quería decir que esta fue una presentación inspiradora y una oración que las personas de todas las religiones pueden apreciar”. Una mujer católica agregó: “Lo vi publicado en muchas de las historias de mis amigos. ¡Qué hermoso mensaje de un líder lleno de fe!”.
Un miembro del personal médico dijo que las palabras del profeta la ayudaron a encontrar paz en la primera línea sanitaria de la pandemia. “He trabajado como enfermera del COVID desde marzo”, escribió. “Esta semana he llorado muchísimas veces y he expresado cuán enojada estoy por todo. Todos los demás parecen seguir adelante y yo todavía tengo que mirar de cara al virus cada semana y tratar de defenderme. He estado MUY ENOJADA. Este mensaje me encontró en el momento perfecto y esta vez lloré lágrimas de alivio. Por fin puedo sentir que se alivian mis cargas emocionales”.
El presidente Nelson también invitó a los Santos de los Últimos Días a unirse a dos ayunos mundiales por el alivio de las consecuencias de la pandemia, hizo un llamado a la armonía racial e instó a respetar la dignidad humana.
Se dedica un templo, se celebran veintiuna ceremonias de la palada inicial y se anuncian catorce templos nuevos
Un mes antes de que comenzara la pandemia, el élder Ronald A. Rasband dedicó el Templo de Durban, Sudáfrica, la única dedicación de un templo en 2020.
Aunque la adoración en los templos se ha restringido desde mayo, los líderes de la Iglesia celebraron la ceremonia de la palada inicial de veintiún templos nuevos en 2020. En las dos conferencias generales de la Iglesia, el presidente Nelson anunció la futura construcción de catorce templos más, entre los que se incluyen las nuevas Casas del Señor en los Emiratos Árabes Unidos y en Shanghái, República Popular China.
En enero se inició una gran renovación antisísmica del Templo de Salt Lake. En mayo, se retiró la piedra de coronamiento del templo y la Primera Presidencia presenció la apertura inicial de la cápsula del tiempo que se encontraba dentro de la piedra.
El ministerio mundial de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles
Antes de que el COVID-19 pusiera en pausa los viajes alrededor del mundo, varios Apóstoles visitaron en persona a Santos de los Últimos Días y a líderes de la sociedad civil en varios lugares. El élder David A. Bednar se convirtió en el primer Apóstol en visitar la nación africana de Sudán, el élder Quentin L. Cook visitó Filipinas, el élder Ulisses Soares viajó a Costa Rica y Guatemala, y el élder Ronald A. Rasband hizo una parada en Sudáfrica. Otros líderes realizaron visitas más cerca de casa. El presidente Dallin H. Oaks se dirigió a los jóvenes de todo el mundo en una transmisión desde la Manzana del Templo, el presidente Henry B. Eyring ministró en Idaho, el presidente M. Russell Ballard habló a los alumnos de la Universidad Brigham Young y el élder D. Todd Christofferson visitó Nueva York.
El ministerio ha continuado a un ritmo acelerado durante el COVID-19. Desde el mensaje de video del presidente Nelson al comienzo de la pandemia hasta el devocional de Navidad de la Primera Presidencia, los Apóstoles han compartido muchos mensajes digitales con los Santos de los Últimos Días y otras personas de todo el mundo. El élder Bednar habló en una conferencia sobre la libertad de culto y en el Foro Interreligioso G20.
La ministración de las hermanas líderes en 2020
Al igual que los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles, las líderes de la Iglesia también ministraron en todo el mundo a lo largo del año. Antes de la pandemia, la hermana Bonnie H. Cordon (Presidenta General de las Mujeres Jóvenes) se dirigió a los alumnos de la Universidad Brigham Young, la hermana Jean B. Bingham (Presidenta General de la Sociedad de Socorro) visitó Filipinas, la hermana Sharon Eubank (presidenta de Latter-day Saint Charities y Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro) se dirigió a las mujeres en la Universidad Utah Valley y la hermana Reyna I. Aburto hizo una parada en Los Ángeles.
Desde entonces, las hermanas líderes han concientizado sobre las personas que pasan hambre, han hablado con líderes mundiales, han alentado a las mujeres a ser una fuerza mundial unificadora, han celebrado el 150.º aniversario del programa de las Mujeres Jóvenes y han ministrado digitalmente a Santos de los Últimos Días en todo el mundo.
Una nueva proclamación para el mundo: “La Restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo”
En la Conferencia General de abril de 2020, el presidente Nelson presentó una proclamación en honor al bicentenario de la Primera Visión de la Deidad que tuvo José Smith.
Los líderes de la Iglesia comparten cómo lo escuchan a Él
También se inició una serie de videos en honor al 200.º aniversario de la Primera Visión. Cada video publicado con el hashtag #Escúchalo presenta a un líder de la Iglesia que describe cómo escucha a Dios cuando Él le habla. Se puede encontrar la serie completa en HearHim.ChurchofJesusChrist.org o en YouTube.
Un nuevo símbolo
También en abril, el presidente Nelson presentó un nuevo símbolo para la Iglesia y explicó su importancia. Este nuevo símbolo es una continuación de la labor que se sintió inspirado a iniciar en agosto de 2018 para centrarse en el nombre divinamente revelado de la Iglesia. Desde ese momento, dijo, los líderes de la Iglesia, los departamentos, las entidades relacionadas, el sitio web principal, los miembros y muchas otras personas ahora utilizan el nombre correcto de la Iglesia. “Hemos tomado esas medidas extraordinarias porque cuando eliminamos el nombre del Señor de Su Iglesia, inadvertidamente lo eliminamos a Él como el enfoque central de nuestra adoración y nuestra vida”, dijo el presidente Nelson, quien ha hecho un gran hincapié en el nombre correcto de la Iglesia en su ministerio al menos desde 1990. “Cuando tomamos el nombre del Salvador sobre nosotros al bautizarnos, nos comprometemos a testificar, mediante nuestros pensamientos, palabras y acciones, que Jesús es el Cristo”.
Un nuevo manual para los líderes y los miembros de la Iglesia
En febrero se publicó el Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Este libro reemplaza el Manual 1 (para presidentes de estaca y obispos) y el Manual 2 (para el resto de los líderes). El nuevo libro está disponible para todos y se actualizará con regularidad a fin de brindar la flexibilidad necesaria para ayudar a miles de líderes de todo el mundo a adaptar a sus circunstancias los diversos programas, normas y procedimientos de la Iglesia con atención amorosa y pastoral. Se hicieron actualizaciones del manual en febrero, marzo, julio y diciembre, y habrá más en 2021.
En 2021 habrá cambios en las revistas de la Iglesia
Este año, la Iglesia anunció que, a partir de enero de 2021, reemplazará sus cuatro revistas actuales por tres revistas de alcance mundial: “Amigos” (para los niños), “Para la Fortaleza de la Juventud” (para los jóvenes) y “Liahona” (para los adultos). Las cuatro revistas actuales incluyen tres revistas en inglés: “Friend” (para los niños), “New Era” (para los jóvenes) y “Ensign” (para los adultos), así como una revista traducida a muchos idiomas, llamada “Liahona” (con material para niños, jóvenes y adultos).
El tomo II de Santos
En febrero se publicó el segundo tomo de Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días. El segundo tomo comienza en 1846, con miles de Santos de los Últimos Días huyendo de los populachos en Nauvoo, el lugar en el que se habían congregado durante los siete años anteriores. Concluye en 1893, con hombres y mujeres leales que trabajan juntos para establecer comunidades donde los fieles puedan congregarse cerca de templos erigidos para la gloria de Dios y la redención de los vivos y los muertos. Al mismo tiempo, cientos de misioneros viajan a tierras lejanas —Inglaterra y Dinamarca, Sudáfrica y las islas del Pacífico— para invitar a otras personas a seguir a Jesucristo y ayudar a establecer la Iglesia.